AntebelluM - 30 Seconds to Mars

Capitulo 17 - Ella era Diferente

Ella era Diferente

La belleza es verdad; la verdad, belleza. Esto es todo lo que sabes sobre la tierra, y todo lo que necesitas saber. ―John Keats 

― Debo admitirlo, este es el mejor desayuno que he probado.

― Con hambre todos los desayunos, almuerzos y cenas son los mejores ―bromeó en respuesta dándole un bocado a su sándwich. 

El rió y negó con la cabeza.

― ¿Me la pondrás fácil alguna vez?

― Lo fácil es aburrido, tu más que nadie lo sabes ―la comisura en su labio se curvó en una sutil sonrisa sin dejar de clavar su mirada azabache en la suya ambarina.

La distancia entre ambos era ligeramente corta y sentía la tibieza de sus piernas rozando las suyas, acto que le resultaba acogedor aquella sombría mañana invernal.

― Dos sándwiches de jamón y queso para el caballero ―anunció la camarera dejando un nuevo plato frente a Shannon y removiendo el anterior vacío, acto que duró un par de segundos más de lo acostumbrado en lo que se refería a tratos hacia los clientes― ¿Desea algo más?

― No, estamos bien, es muy amable. ―Shannon le sonrió con cortesía y después de recibir un gesto más amplio de vuelta, la mujer de cabellos castaños se retiró meneando las caderas― No me mires así Valentina, ella solo fue cortés.

― La servilleta con su número en ella prueba lo contrario ―Shannon bajó la vista y haló la servilleta doblada que era pisada por su nuevo plato, la desdobló con curiosidad y lo que vio le hizo sonreír una vez más― Además, la forma en que miraste su trasero puede llevarme a dos conclusiones: que te gustó su "cortesía" o que eres uno más del montón que no puede recibir una mínima de atención femenina porque comienzas a babear.

― ¿Celosa o tu agresividad es parte de tu estado natural? ―inquirió con sorna colocando los codos sobre la orilla de la mesa y entrelazando sus manos a la altura de la barbilla.

Expectante...

― Soy demasiado perspicaz y eso me molesta algunas veces...también me ha traído ciertos problemas.

Valentina desvió la mirada en un acto de apartar también recuerdos nada favorables, el cafetín del hospital se estaba llenando poco a poco y ahora quedaban pocas mesas vacías. Pacientes, enfermeras y doctores figuraban entre los visitantes más comunes del lugar, uno caldeado con olor a café negro que era requerido en la barra con el ímpetu de los más apurados, de voces preocupadas y miradas cabizbajas de algunos pacientes que sufrían de preocupaciones y dolor, tanto físico como emocional.

Emociones.

Valentina había olvidado por qué nunca iba a los hospitales, su empatía parecía avivarse en lugares donde la pena se concentraba y, sin querer, le sumían en un estado aletargado y deprimido.

Pero debía soportar un par de minutos más, Shannon estaba de alta con una férula en su brazo, un parche en su cabeza y una advertencia médica de que no debía subirse a sillas ni mesas endebles, aunque aquella última receta no requería de un doctorado ni muchas luces para darla.

― ¿Cuáles problemas?

Valentina volteó nuevamente su cabeza y negó.

― Nunca te rindes ¿eh?