Capitulo 14 - Amo esta Vida

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Amo esta Vida

"No se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho" ―Aristóteles



― Estamos oficialmente a la mitad del camino ―anunció Shannon garabateando en una pizarra con el marcador. Los presentes, que no pasaban de diez en el pequeño estudio, giraron su mirada a ese punto. 

Dicha pizarra contaba con una tabla que representaba la lista de veinte canciones y los instrumentos que se tocarían para cada una, la lista estaba a penas por la mitad y en ciertos singles quedaban espacios en blanco para las guitarras, el sintetizador o la batería. 

También figuraban instrumentos menos usuales como la flauta transversa, los cuencos de cuarzo y la armónica. El nuevo álbum de la banda era si se quería llamar así, mas orgánico que sus predecesores y por mucho; unas grabaciones que se inclinaban hacia los antiguos mohicanos y su cultura, así como de otros tonos raíces en diferentes partes de mundo en las que resaltaban Italia, Japón y el Norte de África. 

Si algo caracterizaba a la banda de Thirty Seconds to Mars era la capacidad que tenia para evolucionar con cada propuesta artística, esto les ayudaba a tener un repertorio variopinto a la hora de tocar en vivo, pero también poseía grandes desventajas, aquellos seguidores que preferían un género inclinado al Rock utilizado por el grupo en sus inicios con el tiempo se difuminaban en busca de otras banda que llenaran mejor sus intereses.

No obstante, 30STM seguía lanzando sencillos tan atrapantes como Up In The Air o Do or Die que por instantes se camuflajeaban en eventos públicos como bandas POP, hecho que siempre le hacía gracia a sus miembros que abogaban por un sello menos efímero que ese.

Al dar por terminada esa sesión pasada las nueve de la noche, Tomo se levantó del sofá en el que había pasado la ultima hora y media, jugando con las cuerdas de su guitarra eléctrica mientras esperaba que los técnicos le dieran el visto bueno de su composición. Se desperezó y, luego de desconectar la guitarra del amplificador y colocarla en un atril, se dirigió a la entrada despidiéndose de las personas que encontraba a su paso con menos ánimo que aquella mañana. 

No era algo que se decía en voz alta, pero grabar un disco no era tan encantador como escucharlo, se sometían a grandes horas de ensayo y error que se reflejaban en la espalda o los brazos con el tiempo. 

En más de una ocasión Tomo despertaba con los dedos engarrotados después de un concierto o incluso, de largos ensayos con la banda. 

Por suerte aquella noche llegaron a un consenso de que saldrían temprano a causa de la tormenta, una que por cierto, no había parado. 

― Espero que no esté tan resbaloso ―se dijo en un murmullo mientras observaba a través de un ventanal la lluvia. No le hacía mucha ilusión conducir así, su camioneta tenía el hábito de patinar sobre asfalto mojado y más si se iba en picada por Hollywood Hills.

Llegó finalmente a la puerta principal y buscó con la mirada el perchero para recoger su chaqueta antes de salir; minutos después se debatía con el artefacto entre una pila de gorros, bufandas, sweaters, sobretodos y más chaquetas buscando la suya.

Entre un jaleo y otro el pechero se fue a un lado y cayó al suelo.

― ¡Perfecto! ―pronunció sin muchas ganas inclinándose a recogerlo, al menos ya podía sacar su chaqueta con más facilidad.

AntebelluM - 30 Seconds to MarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora