Capítulo 2

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**Un año después**

— Bien chicos, como saben hoy es un día muy especial, ¡hoy cumplen un año aquí! — todos aplaudimos — bueno, para ser sincero me siento muy orgulloso de ustedes, han logrando superar sus adicciones y se han convertido en renovadas y mejores personas, aún les falta medio año, el cual espero trabajar con ustedes de la misma manera armónica que trabajamos en este año, así que, como es costumbre cada año hoy es el día de visitas, espero que disfruten esta convivencia y pues nada más, pueden salir

Todos salimos del aula, Nick y yo caminamos hacia la biblioteca.

— ¿Quién vendrá de tu parte Nick? — pregunté a Nick
— Mmm, probablemente venga Sabbanah mi prometida ¿y de tu parte quién vendrá?
— No lo sé, probablemente nadie
— ¿Ni tu madre?
— Ella es muy apegada a las reglas, si el programa de el centro de rehabilitación dice que duraré aquí un año y medio sin contacto alguno con el exterior créeme que seguirá las reglas — ambos reímos
— Nicolás Gómez — dijo el cuidador que se acercó hacia donde estábamos
— Soy yo — Nick se paró de su asiento — ¿qué sucede?
— Su visita ha llegado, acompañame — dijo el cuidador
— Bien Jos, te dejo — dió unas palmadas en mi espalda
— Suerte, nos vemos

Nick y el cuidador se marcharon y media hora después yo me marché de igual manera pero en dirección a mi habitación.
Entré a mi habitación y acomodé unos cuantos libros de auto ayuda en el pequeño librero de mi habitación.
Cuando me di la vuelta hacia mi cama accidentalmente di un puntapié al librero, provocando que uno de mis libros cayera abriéndose.

Me puse en cuclillas para recoger el libro y a lo lejos vi una fotografía que había caído junto con el libro, levanté la fotografía y la giré, inmediatamente una sonrisa vino a mi rostro.
Dejé el libro de vuelta en mi librero, tomé la fotografía en mis manos y caminé hacia mi cama.

Era una fotografía hermosa, es mi favorita, es la fotografía que nos tomaron el día de el primer partido de la temporada pasada, nuestra primera fotografía juntos, sólo ella y yo.
Esta fotografía me hizo recordar los buenos momentos, en verdad, necesitaba eso, inmediatamente recordé que tenía otras cuantas fotografías guardadas dentro de un cajón de mi buró.

Saqué el cajón de mi buró y lo vacié por completo sobre mi cama.
Comencé a ver todas las cosas, cada que veía una fotografía o tocaba un objeto un micro flash back venía a mi mente, la mayoría de los recuerdos eran con ____, vi la sortija de compromiso que había comprado para ella y lo primero que vino a mí fue una sonrisa, recordé que esa fue la peor propuesta de matrimonio de la historia y que es alérgica al queso de cabra, en fin, absolutamente todo me recordaba a ella.
Encontré la hoja de cuaderno donde había escrito esa canción para ella, todo eso me hizo recordar, por qué me enamoré de ella y me hizo despertar de este sueño en el que finjo no estar enamorado de ella.

Inmediatamente tomé mi guitarra y comencé a tocar unos cuantos acordes al azar, se comenzaba a escuchar bien así que decidí cantar lo primero que se me viniera en mente.

— "Cada que te extraño// vuelvo a recordarte// con esos jeans tan desgastados// y la voz de ángel// cuanta rebeldía// había en tus besos// cuanta dulzura en la teoría// de marcharnos lejos// maldita nostalgia// que me duele aún aveces// que lastima aún aveces// hoy que ya no estás// eternamente yo te amo, te recuerdo y te extraño// eternamente una razón para vivir, el corazón// estoy perdido eternamente amor// ha pasado un año// mi cuerpo aún te siente// y no consigo superarlo, me marcaste para siempre...

Y así, seguí tocando y cantando hasta que, sin darme cuenta la luz del sol se había ido y había escrito una canción.
Guardé mi guitarra y todo lo que había sacado, estaba a punto de ponerme mi pijama cuando tocaron mi puerta, seguramente era Nick quien venía por el libro que me prestó en la mañana.

— José Miguel Canela
— Sí, diga
— Acompañeme, tiene visitas
— Bien
Seguí al cuidador, la verdad es que no sabía quien era mi visita, la duda me traía vuelto loco, estoy seguro que mi madre no es, los chicos mucho menos, ¿será ella? ¿vino a visitarme?
— Oiga, disculpe, ¿quién es mi visita? — pregunté mientras caminábamos hacia la recepción
— No recuerdo su nombre, pero es una chica — dijo el cuidador
— ¿Cómo es ella?
— Es castaña y tiene los ojos de un tono marró claro
— Gracias
En definitiva ¡era ___! Quién más tendría esas características.
Finalmente llegamos, ella se encontraba de espaldas...
— ¡Te extrañé y no sabes cuánto! — me dirigí a abrazarla y ella se giró
— ¡Jos! ¡Hermanito! — correspondió a mi abrazo — ¡qué gusto volver a verte!
Nos separamos
— Yaya, en verdad viniste
— Sí, cómo podría faltar, extraño a mi hermanito — alborotó mi cabello — además, mamá estaba ansiosa por venir
— ¿Mamá? — pregunté desconcertado
— Sí, vendrá en unos momentos, fue a arreglar unos papeles a las oficinas, dijo que esperara para verte pero no pude hacerlo
— Yaya, he dije que... ¡Jos! — mi madre me dió un fuerte abrazo — mi pequeño — nos separamos — te ves genial hijo
— Estoy genial mamá — reímos
— Tenemos buenas noticias — dijo mi madre
— Dile ma — dijo Yaya con una gran sonrisa en el rostro
— Bien, ¡saldrás de aquí!
— Eso ya lo sé ma, dentro de medio año yo...
— No Jos, ¡saldrás mañana mismo! — dijo yaya entusiasta
— ¿Qué?...¿Pero?...¿Cómo?
— Odio estar sin mi bebé y hablé con tus guías y profesores de aquí, ¡ellos dicen qué tu progreso es sobresaliente! Y que ya estás listo
— ¿Enserio? Gracias ma — a abracé — te quiero
— Ey, tú eres el triunfador — nos separamos
— Bien pepito, empaca tus cosas, mañana vendremos por ti a las nueve — dijo yaya

Cuando Tú Vuelvas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora