Cuando Tú Vuelvas

Capítulo 27

    Después de pasar ese rato con ___ decidí una cosa, debía de hacer algo más, algo que no sólo hiciera que recordara cierto momento sino algo más especial que se quedara por siempre, no sólo en su mente sino en su corazón.

(...)

***Narra ___***

     — ¿Hoy a dónde iremos Jos? —Pregunté

     Jos me había llamado apenas hoy en la mañana, lo único que me dijo es que me pusiera algo cómodo y que pasaría por mí a las 10. Estaba en el auto de Jos, él no me había dicho nada acerca de lo que haríamos, el camino que transitábamos era desconocido a mis ojos y bien podría tratarse de un secuestro.

     —Xochimilco —contestó con la vista en la acera
    
     —Espérate... ¿Xochimilco? —Pregunté confundida

     —Sí

     No esperaba que nuestro "gran destino" fuese Xochimilco.

     — ¿Es una aventura por los canales o...

    —No, un recuerdo

    —Pero... ¿Qué no se supone que me tenías que haber mandado un guión antes o siquiera avisarme? —Pregunté

     —Lo siento, no tuve tiempo de escribir el guión y no quise decirte nada porque quiero que sea una sorpresa

     — ¿Ok?... Pero... Dentro de mis vagos recuerdos... No esta Xochimilco

     —Tienes memoria de Dori ____, además, no todos tenemos presupuesto para un viaje redondo a Italia —dijo Jos con la vista hacia el frente

     —Espera... ¿Hoy recrearemos la boda de Meghan? —Dije boquiabierta

     —Mis labios están sellados, no puedo decirte nada más —dijo Jos mientras conducía

      Después de unos minutos más de trayecto llegamos a nuestro destino.

      —Antes de que bajes de aquí, toma —me entregó una venda— ponte esto en los ojos y no te lo quites hasta que te ordene

      — ¿Y esto como para qué? —Dije recibiendo la venda en mis manos

      —Preguntas hasta el final, sólo sigue mis instrucciones si quieres que esto resulte bien

      —Bien —bufé— lo haré

     Con cuidado rodee mis ojos con aquella venda negra y al finalizar hice un nudo con la misma en la parte trasera de mi cabeza para asegurarme que esta no se resvalara.
      Después de unos segundos de haberme colocado la venda, escuché que Jos salió del automóvil dando un fuerte portazo, segundos después, pude sentir cómo se abría mi puerta y cómo una mano rozaba la mía.

      —___, toma mi mano yo te guiaré —el susurro de la voz de Jos invadió mi oído derecho

      Sin decir nada, tomé la mano de Jos y después este me ayudó a pararme del asiento del auto. Escuché cómo después de ponerme de pie la puerta del auto de Jos se cerró de golpe y nosotros comenzamos a avanzar lenta y cuidadosamente.