Capítulo 3

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(...)

  — ¿Qué es lo primero que vas a hacer allá afuera hermano? — me preguntó Nick
  — Probablemente vaya con mi madre y mi hermana a visitar a mis abuelos — mentí
  — Oh, suena muy bien

     Nick me ayudó a sacar algunas cajas de mi habitación y las llevó a la entrada donde ya estaban mi madre y yaya esperando por mí.

  — Bien, muchas gracias Nick — nos dimos un cálido abrazo
  — De qué agradeces hermano — nos separamos — espero verte pronto
  — Sí, eso espero
  — Jos, te deseo lo mejor, creo que ya te tienes que ir — dijo Nick señalando a mi madre y a mi hermana quienes en verdad se veían desesperadas
  — Bien Nick, adiós

     Después de despedirme de Nick, mi madre, mi hermana y yo salimos del centro de rehabilitación.
     En ese momento en el que la suela de mi zapato tocó la acera, me sentí liberado, volver a respirar el aire del exterior, ver hacia el horizonte y observar que no hay una valla limitando mi espacio es liberante, liberante y reconfortante.

     Como ya era hora de comer mamá nos llevó a un restaurante a las afuera de la cuidad.
     Mientras la comida transcurría les hablaba sobre mis experiencias en el centro de rehabilitación, no quería preguntar nada sobre ______ y mis amigos ni dejar que ellas me dijeran algo sobre ellos y qué ha sido de su vida en todo un año ya que quería que ellos mismos me lo contaran.

     Terminamos de comer y mamá condujo de nuevo hacia la ciudad para posteriormente dejarme en casa mía y de los chicos.
     Saqué la llave de mi bolsillo y abrí la puerta, estaba obscuro, prendí la luz y...

  — ¡SORPRESA! — dijeron todos mis amigos al unísono saliendo de sus escondites

     Fue genial, estaban todos, no era una fiesta masiva como las que usualmente solíamos hacer, simplemente estaban todas esas personas que en verdad me importaban.
     Estaba Alonso, quien por cierto tenía nuevo look, Freddy y sus greñas locas, Alan, Bryan, Nelly, Wen Jenny, Patty, Finn, Nikky, Austin, Esme, Jack y Olivia, todos estaban menos, menos...

  — ¡Hermano! ¡te extrañamos! — dijo Alonso abrazándome
Nos separamos
  — Me voy un año y te conviertes en Miley Cyrus — dije al ver la cabellera de Alonso
  — JAJA muy gracioso Jos — dijo Alonso
  — Veo que no has perdido el humor — dijo Freddy
  — Estuve en rehabilitación no en prisión — todos reímos

     Pasamos a la sala de estar y nos sentamos.
     Teníamos rato hablando, todos hablaban sobre lo que les había sucedido en el año al igual que yo, pero sin embargo aún me seguía preguntando dónde estaba ______, tal vez no pudo venir.

  — Oye Olivia, veo que ya no estás embarazada — dije
  — Sí, pues, hace unos meses nació — dijo Olivia
  — ¿Dónde está? — pregunté
  — Estaba tomando su siesta, voy por él — Olivia se paró del sofá
Después de algunos segundos Olivia llegó con su pequeño o pequeña en brazos.
  — Hola bebé — dije mientras Olivia ponía a bebé en mis brazos — ¿cuál es su nombre?
  — Se llama Camila — dijo Jack
  — Hola Cam — dije mirándo a la pequeña y tomado su manita — soy Jos
  — Sabes, creímos que al conocer a Cam, tú... Ya sabes, te pondrías algo triste por lo que... — interrumpí a Jack
  — No, sabes, algo que aprendí es que hay que dejar el pasado en el pasado y continuar con nuestro presente
  — Eso mismo hice con Araceli — dijo Bryan
  — ¿Qué? ¿ya no están juntos? — pregunté
  — Terminamos, ella se fue a Estados Unidos, la verdad es que me dolió pero con el tiempo esa herida ha sanado

     Estuvimos otro rato platicando todos juntos hasta que poco a poco los chicos y chicas se fueron marchando hasta que ya sólo quedamos, Alonso, Freddy, Bryan y Alan.

  — Chicos, ahorita vengo — dije antes de abrir la puerta
  — ¿A dónde vas? — preguntó Freddy sonriente quien recogía unas cosas en la sala y se acercó hacia mí
  — Iré a ver a _____, — dije
El semblante de Freddy cambió al decir esto
  — Jos... Escucha — tocó mi hombro con su mano y respiró hondo — no creo que la vayas a encontrar
  — ¿Por qué? — pregunté
  — Ella... ya no está — dijo Alonso acercándose
  — ¿Ya no está?
  — Jos... Es complicado, ven — dijo Alonso
Nos volvimos a sentar en la sala
  — Escucha hermano, yo no quería ser el que te dijera esto pero... — dijo Freddy
  — ¿Pero qué?
Freddy tomó su cabello con ambas manos
  — Alonso, no puedo, dile tú
  — ¿Decirme qué?
  — Escucha Jos... — suspiró — después de que te fuiste, ella, se puso muy mal, no quería recibir visitas, Meghan... Se tuvo que quedar un mes entero con ella para asegurarse de que ella no... No... Se suicidara, estaba dolida demasiado, tanto así que, en un mes no se regularizó y ella misma pidió que la llevasen de nuevo a Italia, todos tratamos de detenerla pero ni a sus amigas escuchó así que...
  — Ella se fue — dije con mi voz entre cortada y mis ojos cristalizados
  — Así es — dijo Freddy
  — Bien — me paré de mi asiento — bien, creo que — respiré hondo para contener mi llanto — iré a mi habitación

     Subí a mi habitación, cerré la puerta y me tiré en mi cama.
     Las lágrimas querían empezar a brotar pero había algo en mí que simplemente no las dejaba salir, no sé si era mi consciente el que aún pensaba que podía hacer algo para recuperarla o mi subconsciente que me decía que no valía la pena llorar por ella, ¡Pero qué bobo!, claro que vale la pena llorar por ella, por ella que no valga la pena.

     Me paré de mi cama y caminé hacia mi computadora. Me senté frente a ella y en el buscador teclee "Viaje redondo a Italia".
     ¿Qué si iría por ella?, ¡Claro que iré!, como ya lo dije una vez, yo por ella iría a la luna y de regreso.

 

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