[EDITANDO] Serás mía. Uta&(reader) [|Tokyo Ghoul|]

Capítulo 34.- Necesito que entiendas. No te amo, imbécil. :)

~(t/n)~

Desperté antes de que el sol saliera en busca de comida, lo que Yoshimura me daba no bastaba, además sentía ganas de cazar un poco.
Me coloque la máscara, era una nueva que Uta ya tenía, blanca con el labio inferior grueso en color rojo y una linea delgada linea que simulaba ojos cerrados en negro, los callejones semi vacíos no tenían lo que buscaba, pero luego de un rato logré encontrar mi presa.

Había tratado de huir así que lo evite cortando su pierna, lloraba mucho y el moco le escurria, era muy llorón para ser un ghoul. Lo tome con un tentáculo y alze sobre mi cabeza, quite mi máscara para luego con otro tentáculo cortar su carne y poder beber su sangre aún caliente.

— ¡Argh! ¡¡DEJAME IR!!- gritaba el aún despierto. — ¡¡¡NO LE DIRE A NADIE DE TU ROSTRO!!!- sonreí dejando caer al sujeto.

— Jajaja... Claro, ¿cuando has visto a un cadáver hablar?- lo mire, estaba horrorizado y se arrastraba por el suelo, coloque mi tentaculos detrás mientras reía, el aprovecho para intentar escapar pero le fue inútil. Lo tenía de nuevo, resulta que mi parte favorita son los muslos...

Di un brinco colocándome la máscara en el aire y aterrizando de pie.

— Ágil...- murmuró el agente, Arima. Sonreí, tenía humor suficiente para pelear un rato. Corrí hacia el y cuando estaba aproximada fingi dar un brinco para con dos de mis tentáculos entrelazados golpearlo.
Manejaba dos quinques, con un tipo de espada freno mis tentáculos y con otro un poco más grande a mí...

— Jajaja...- di un brinco hacia atrás empujando un poco a Arima.— Lindos juguetes...- el se volvió a colocar para pelear.

Corrió hacia mi intercalando sus quinques, uno directo a mi cabeza y otro a mi estómago, frene con un tentáculo el ataque a mi estómago y con los otros dos el de mi cabeza. Sonreí de lado. Active mi cuarto tentáculo tomando por sorpresa al agente quien salió disparado a unos metros de mi.
— ¿Cuatro?- se dijo a si mismo acomodando sus lentes como si nada. Siempre usaba tres en las peleas y quien veía cuatro, bueno, no vivía para reportarlo.
Brinque entre las paredes para acercarme a el, en realidad quería matarlo desde hace tiempo, ¿por qué no aprovechar ahora? ¿Por que dudar? El no lo haría...
Lanzó un quinque directo a mi que logré esquivar girando en aire con los tentáculos entrelazados en forma de punta esperado así dañarlo. Ni él, ni yo. Teníamos casi una hora peleando, estaba cansada y jadeaba con dificultad a causa de la máscara, la herida recién hecha en mi brazo comenzó a regenerarse mientras Arima limpiaba con el dorso de su brazo una pequeña cortada en su mejilla, lo había golpeado ya pero ese era mi primer herida en el. El igual jadeaba, aunque regularizaba con mayor facilidad su respiración...

Alce la mirada, notando en la azotea su silueta, me tomo por sorpresa y emociono.
Tendría que deshacerme del agente. Corrí hacia el chocando su quinque con mi tentáculo, el segundo quinque lo esquive con las manos mientras lograba dar una patada en su estómago y tirar uno de sus juguetes.
— Hasta luego... Arima...- murmure mientras a toda prisa desaparecía entre los edificios.

Me quite la máscara y respire una gran bocanada de aire fresco, el sol ya había salido pero un par de las últimas nubes de invierno aún lograban cubrirlo.
— ¿Que pasa K-kun?- pregunté mientras guardaba mi máscara en mi mochila junto la sudadera y pinsa para cabello.
— Quería verte.- dijo serio.

— ¡Woah! Me da gusto por eso...- sonreí de oreja a oreja, la sonrisa duro poco, logré notar el semblante de Ken. — ¿Qué ocurre?- pregunté cambiando de igual forma mi expresión.

— Atacarán Anteiku.- mis ojos se abrieron como platos y mi respiración se agitó violentamente. — ¿C-como lo sabes?- fue lo primero que logré decir.