Capítulo 9.- Recuperando la joya perdida (1).

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Capítulo 9.- Recuperando la joya perdida (1)

El reloj marcaba exactamente la hora en el que el mago debía aparecer, sin embargo no había rastro alguno de el u alguno de sus usuales trucos.

—¡Estén atentos, ese ladrón puede aparecer en cualquier momento! —Habló el inspector Nakamori observando el gran reloj de la pared principal en donde decía que Kid, por alguna razón llevaba dos minutos de retraso.

—Kikiki —Rió la maga en las afueras del edificio junto a la detective— Es hora de la fase dos de mi plan —explicó.

—¿Fase dos?, ¿De qué hablas, Kid?

—No creerás que las cosas se hacen en un simple chasquido, ¿O si, Kudo? —Tras el silencio de la detective quien se limito simplemente a rodar los ojos, se dispuso a seguir hablando —Seras idiota. Lo siguiente que aremos sera; aprovechar este tiempo para uno, hacer nuestra aparición, dos, atrapar al impostor y tres, realizar un escape exitoso. —Habló enumerando con sus dedos.

—Mejor calla y camina, admito que fue una buena idea el adelantar los relojes de los oficiales y del museo pero ¿Cómo lo hiciste sin que me diese cuenta siquiera?

—Tengo más de un sólo truco bajo mi manga, detective —respondió con una sonrisa de lado dedicada a la detective. —Vamos, es hora de nuestra aparición.

Tras diez minutos de espera alertándose los policías a cargo de la seguridad de la joya amenazada de ser robada, una barrera de neblina hizo dormir a los oficiales del segundo piso impidiendo que salgan o traten de pasar por allí sin dormir en el momento de aspirar aquel químico. En ese momento, en el tercer piso, lugar en el que resguardaban la joya, un hombre de traje blanco corría por los pasillos en busca de como infiltrarse para hacerse del poder de la joya.

—Vaya, vaya. Veo que me eh encontrado a un... impostor.—Habló la detective de brazos cruzados y apoyándose en la pared dirigiéndole una rápida mirada al hombre quien se detuvo alterado frente a ella —¿Qué te trae aquí?

—¿Quién eres? —hablo el hombre dirigiéndole una mirada fulminante mientras llevaba su mano a la parte superior de su traje.

—Kurogane Naomi, detective.

—¡No te metas en mi camino niña! —amenazó apuntando a la detective con un arma de fuego la cual había llevado muy bien escondida en su traje.

—No prometo nada —Habló enderezando su postura y pasando al lado del hombre —Sólo te pido que no te metas en mis objetivos, de lo contrario me temo que tú seras uno de ellos —finalizo para seguir su camino hasta salir del campo de visión de aquel hombre.

—Buen trabajo, Kudo. —felicito la maga a su lado mientras caminaban en dirección al ascensor.

—¿Qué puedo decir? "Tomo mis papeles muy en serio" —comento utilizando el mismo tono de voz que una vez uzo la maga en ella, sacando le una sonrisa como resultado.

—¡Alto hay, Kid! —amenazo el inspector Nakamori a aquel que se escondía en aquel traje blanco luego de hacerse del poder de la joya.

—Inspector Nakamori —Saludo el ladrón de guante blanco luego de salir de una nube de humo del otro extremo del salón —Veo que se me han adelantado —comento observando al impostor que sostenía la joya.

—¿¡D-Dos Kid?! —exclamo el inspector notablemente confundido y sorprendido ante tal situación.

—Si yo fuera usted no me sorprendería, inspector —Comento la detective de largos cabellos concentrada en el impostor.

—¿Y tú quien eres?, ¡¿Quién es el verdadero Kid!?

—Cálmese, en este momento lo que menos importa es mi nombre. Y respecto a quien es el verdadero Kid, yo apostaría a que no es quien lo apunta con esa arma de fuego —comento sacando disimuladamente una carta de su bolsillo dejándola escondida en su mano.

—¡No se muevan o disparo! —Habló el hombre apuntando a la detective y caminando en su dirección.—si yo fuera usted no intentaría eso —le hablo al inspector quien inmediatamente alejo su mano del arma que intentaba tomar disimuladamente de su bolsillo.

—Si yo fuera tú... —imito el mago que había desaparecido de la habitación —No me metería en asuntos que no me incumben. —finalizo apareciendo al lado del criminal.

—Nos vemos luego, inspector Nakamori —se despidio la detective luego de inyectar un tranquilizante en el cuello del inspector.

—¡¿Donde estas?! —pregunto el criminal una vez que el mago había vuelto a aparecer apuntando con su arma en busca de este hasta que dio con la detective.

Al percatarse de que este caminaba en su dirección, la detective dio un paso en falso y retrocedió tras ser el blanco del arma.

El hombre no vacilo y tomo a la detective como rehén.

《Mala decisión..》pensó.

—Tú vendrás conmigo, niña. Seras mi escapatoria de este lugar. —Dicho eso desapareció del campo de visión del verdadero mago.




—¿En que pensabas al traerme aquí, bruja? —alego el mago a la bruja que lo miraba con una sonrisa analizándolo con la mirada sin descaro alguno.

—Supongo que buscas respuestas ¿no?

—Oh no, ¿Sabes? Estoy acostumbrado a estar a mitad de un robo, siendo ayudada por Kudo para atrapar al delincuente y que de la nada una bruja loca cuya joya que yace en su poder me convierta en una chica, me secuestre dejando a Kudo en manos de un lunático con un arma! —hablo sin inmutarse de haber alzado la voz.

—Vaya... acabas de confirmar mi teoría.

—¿De que teoría hablas?

—Veras, hace unas semanas compre esta joya a...

—Si, si, a una anciana, conozco la historia.—hablo la maga

—o eso es lo que crees.

—¿A qué te refieres?

—Esta joya no se la compre a una anciana cualquiera... si no, a una bruja. —comento atrayendo toda la atención de la maga —Solo existen dos joyas iguales. Hace como dos semanas luego de comprar la joya quise fortalecer el hechizo, pero algo salio mal...

—¿Algo salio mal?, ¿Qué?

—A mitad del hechizo recibí una llamada por lo que me des-concentré y cometí el error de olvidar lo que hacia unos segundos, atendí la llamada y cuando volví... choque con un estante provocando que cayeran... cosas. —sonrió inocente —hubo un tipo de explosión con unos químicos y líquidos especiales que guardaba, caí inconsciente y... algo paso.

—El hechizo cambio... ¡El hechizo cambio y nos convertiste en mujeres!

—Exacto, algo afecto a la segunda joya; la que debías robar ese día. Algo que realizo su cambio. Las dos joyas se volvieron una sola, pero al tiempo por alguna razón la segunda joya; la que provoco su cambio de sexo, realizo un cambio, adoptando otra forma y color.

—A-Akako... ¿En donde esta esa joya ahora?

—En posesión del hombre que mantiene cautivo al detective Shinichi Kudo en estos mismos instantes...

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See you...

Cambios [LC#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora