—Oye, CHICO LINDO, ¿estás bien?—pregunté mirandolo.
Él se levanto y sacudió la tierra de su ropa.
—Ahora lo estoy.—sonrió.
También sonreí y lo abracé como un tonto impulso; pero esa era la verdad él me traía como un tonto; como su tonto.
—Que bueno.—dije con él entre mis brazos,era la mejor sensación del mundo.