Capitulo VII. La primera gota de sangre... (Segunda parte)

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A partir de aquí la novela será narrada por ella misma.

Cuando abrí los ojos y vi las luces encendidas y escuche ese pequeño ttttt que hacen la máquinas de un hospital, me encontraba totalmente desconcertada acerca del lugar en donde me haya va, con la vista nublada y con desesperación por no poder mover las manos me percaté de que estaba atada a la cama, con una desesperación por quitarme las esposas, mire a un lado y ahí estaba mi madre dormida en un sillón, hable para que me desatara pero no funcionó, todos mis esfuerzos eran en vano, no había nada que pudiera hacer para que me quitaran las esposas después de un tiempo me quede dormida, hasta que me desperté y ahí estaban todos mirándome como si fuese un bebe recién nacido, sonreír y les pregunte porque me estaban observando todos me miraron con sorpresa y me respondieron ¿en serio no recuerdas lo que hiciste? Y mi madre rompió en llanto al instante yo realmente sorprendida y le dije que no, que sólo recuerdo que estaba en la cocina y quería algo de comer, después de ahí todo se vuelve borroso, pero anden díganme ¿qué hago aquí?, el doctor salió junto con mi madre y podía escuchar de lo que hablaban, el doctor dijo que el golpe que me di en la cabeza cuando caí desmayada por la falta de sangre o algo así, después de un tiempo entraron las enfermeras iban a ponerme más suero y medicamento para que me recupere, el tiempo cada vez más lento, estoy sola en un cuarto de hospital y ya no quiero estar más aquí.

De pronto sonó la puerta, era mi madre, se sentó a un costado de mí y me abrazo con una sonrisa muy cálida me dijo lo mucho que me quería y me dijo que si alguna vez llegase a pensar lo contrario se lo dijera de inmediato para que me recordara y fue ahí donde me di cuenta que las personas solo están ahí cuando más lo necesitabas pero para mí eso no funciona yo necesito que las personas este ahí para mí, en las buenas y en las malas no solo en las buenas, no solo en las malas en todo momento en especial en las buenas que son los momentos que más necesito compartir con ellos, que me sonrían y me digan lo has logrado, felicidades! Y pum! Las cosas no funcionan así, este no es un cuento y tengo que regresar a la realidad, con personas que simplemente no me caen empezando por la familia hipócrita con la que me cargo, pero bueno en estos momentos no sé si quiera hablar de eso, ahora solo quiero irme a mi casa, a mi recamara, con mi hermano al que quiero con todo mi corazón, y no quiero saber de nadie más, más que de él y ya.

A la mañana siguiente medieron de alta y me hicieron firmar una carta para que asistiera a las citascon el psicólogo y que no dejara de tomar los antidepresivos y todas esasdrogas que el doctor me receto, salí del hospital el aire se sentía en mi piel,las nubes ya tenían un color rosado, jamás las olvidare, este es el comienzo demi nueva vida.


La obscura verdad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora