3.conmigo o tan lejos de mi

51 4 0
                                    

miercoles 20 de enero
Ayer me dí cuenta, que las cosas realmente me afectaron, definitivamente, no puedo tomarme nada a la ligera. Comenzaré por el principio, de un día que debió haber sido perfecto, terminó siendo una tragedia. Decidí salir con un buen amigo, al cual quiero mucho, fuímos a la hermosa ciudad de Viña Del Mar, pero cometí un error, un grave, grave error. Nos sentamos en aquella plaza, de aquella ciudad, aquel lugar tan exacto, el último en el cual estuve con él, sólo con el, sólo nosotros, cuando todo era diferente, hermoso, llegaba a tener una pizca de perfección. Al llegar, no pude evitar llorar, mi amigo se quedó de una pieza, sin entender que podía pasarme, yo sólo lloraba, lloraba con desesperación, con angustia, con mucho dolor en mi pecho, sin poder hacer nada, sin poder calmarme, solamente lloraba. El día siguió, como siempre, nada se detuvo, la vida no se detuvo, seguí sin explicar por qué de un minuto a otro mi ánimo había cambiado tan drásticamente. Al llegar a mi casa, a mi habitación, un lugar mío, sólo mío, donde sólo hay lugar para mis muy extraños sentimientos, sólo lloré, lloré como nunca, lloré hasta dormirme, pero debo destacar algo, que a pesar de lo mal que estuve, pude entender algunas cosas.

Entendí que llegó un minuto en el cual te necesito conmigo, o muy lejos de mí, ¿Sabes? Es demasiado, es demasiado lo que te hecho de menos, es demasiada tu indiferencia, es demasiado, todo es demasiado. A veces quisiera tenerte muy lejos, a veces quisiera decirte como me siento, como me haces sentir sin darte cuenta, pero no lo notas, y dudo que lo notes algún día, supongo que pasará cuando me termines de perder por completo. Supongo que es hora de alejarme de tí, de ver lo que hay más allá, y de dejar de sufrir por fin, creo que ya es tarde, ya es tarde para que te des cuenta de las cosas, para un "perdón", es tarde para todo. Creo que es hora de madurar, de endurecer algunas cosas, algunos sentimientos, y entender que debo madurar, que la gente no es como uno cee.

A pesar de todo, te echo de menos, más que nunca, anoche, hoy, mañana, te echo de menos. Te necesito conmigo, ahora, pero no se puede, así que supongo que te necesito muy, muy lejos de mí, donde la indiferencia y el daño no me llegue con tanta fuerza. Si tan solo pudiera abrazarte, decirte cuanto te quiero aún y cuanto sufro día a día por ti, y al mismo tiempo decirte que me estás perdiendo, o que tal vez ya me perdiste, porque ya es muy tarde, bastante tarde, pero conste que esperé, esperé mucho, fuí bastante paciente. Definitivamente soy completamente una estúpida. Tengo miedo a hablar, mis lágrimas podrían escaparse otra vez, una vez de tantas, creo que se han escapado tantas veces, he llorado tantas veces sin sentido alguno, que ya ni valor tienen.

Cada vez nos olvidamos más mutuamente.

Conmigo o muy lejos de mí.

El diario  de un suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora