El diario de un suicida

7.-Mis ojos

Martes 26 de enero
Mis ojos, ojos nadando en lagrima, no cualquieras, lagrimas a mares que demuestran el dolor de una persona, una persona que ha sido comúnmente tonta, de repente, de un minuto a otro, mis extremidades se llenan de sangre, ¿que es esto? ¿lo hice yo? ¿ o tu? Echarte la culpa de mi desgracia? Me voy cayendo, rápidamente, siento ese frío por dentro, el frío que comúnmente sientes cuando alguien te decepciona, ese frío que tu sabes que representa tristeza, ahí es cuando te das cuenta que tu felicidad se ha ido, se ha ido o se esta yendo por la borda, se calló al mar tal vez, ese mar rojo, que refleja la sangre que he derramado por ti, por intentar y fallar... Lamentablemente eres mi felicidad, lamentablemente soy una idiota, tal vez me lo merezco, sí, he hecho muchas cosas en mi vida, cosas que no debí hacer, errores que no debí cometer, ahora los pago, ¿con que? con mi felicidad, ella se ha ido, se ha marchado a pasos agigantados...

Mi sangre sigue derramándose, sonrío maníacamente y dejo que siga, este dolor solo puede remediarse de esta manera. Aún así, mi vida, mi cielo, mi felicidad, gracias te digo, no sabes cuanto, mi vida, no sabes cuanto tiempo ha pasado desde que alguien me haga sentir verdaderamente viva, no sabes cuanto, cariño que nadie me hacía sentir tan feliz, gracias, aunque poco duro, tal vez mi cariño no dure tan poco como mi felicidad, no me importa.

Te llevaré siempre dentro de mí, dentro de mi corazón, aunque no tenga el tuyo, con el mio basta, con mi fantasía, mi imaginación y mi ilusión basta. No me pidas que no te ame, cariño, te quería, no hallaba manera de detenerme así que solo me sometí a ello, me sometí a ti.

Gracias, aun gracias por todo, verdaderamente gracias, jamás dejare de amarte, mi vida, eres mi vida, mi alma y mi felicidad, no habrá día en que no lo seas, gracias mi vida.

Mi dolor irá disminuyendo, si no te hablo, mi vida, entiéndeme, mi vida, entiéndeme si digo odiarte, porque sabrás tú muy bien que jamás podría ser así mi vida, gracias. Te amo...