Capitulo 2

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Jungkook abrió los ojos, se encontraba en el autobús de regreso a casa, ¿Cómo había llegado ahí?, apenas podía recordarlo,tenía la cabeza recargada en el hombro de Jin, de in movimiento hábil aparto de cabeza rompiendo con esa cercanía. 

—Lo siento me he quedado dormido.—Se removió incomodo, y es que conocía de tiempo atrás al castaño, pero nunca fueron muy unidos. 

—No importa, no debí hacerte llorar.—  Dijo Jin algo decepcionado de si mismo, aquella escena le había roto el corazón, y todo había sido su culpa por querer persuadirle. 

Ya que lo había hecho llorar por casi tres horas, su objetivo no era ese, era hacerlo entrar en razón para verlo igual de feliz que antes, sabía que era imposible, pero intentarlo no costaba nada, además extrañaba al Jungkook risueño y sonriente que era antes, ahora solo era un saco de huesos triste que iba por la vida deprimiendo todo lo que tocaba, incluso a Jin. 

—¿Te duelen los ojos? .—Tomo su barbilla y levanto su rostro para vérselo más de cerca, Jungkook se sintió incómodo y se apartó con brusquedad, haciendo que Jin lo notara, de nuevo era torpe con su forma de actuar, haciendo lo contrario de sus cometidos. 

—Un poco.—Agacho la mirada, avergonzado por mostrarse tan vulnerable frente a alguien. 

—Sí es de suponerse, los traes muy rojos .—El camión seguía andando por la calle, no llevaba mucha gente ese día, tal vez unas 4 personas más aparte de ellos dos, también habían salido antes de clases, bueno es que el moreno no estaba en condiciones más quedarse más tiempo. 

— Tu parada es aquí, ¿No? —Jungkook alcanzo a ver de lejos el portón donde se encontraba la casa de Jin, la conocía bien, había ido varias veces, algunas fiesta a las que había acudido, después de todo aquel que le había roto el alma fue muy amigo del Pink Princess. 

—No, bajare hasta la siguiente estación.—Afirmo con seguridad, aún había cosas que hacer. 

—¿Qué?, ¿Por qué? —SeokJin le mostró una grata sonrisa para calmarlo, habia hecho una lista de cosas por hacer para ayudar al moreno. 

—Necesitas a alguien que te lleve hasta tu casa, ¿No?, bueno, no te preocupes para eso estoy yo.—Jungkook no dijo nada más, estaba feliz de no tener que regresar solo a esa fría casa, que solo le llenaba la mente de recuerdos doloros, sin embargo, no quería que  Jin sintiera lastima por el todo el tiempo, se sentía en la espada y la pared. 

Llegaron a su destino, SeokJin bajo primero del camión y le tendió la mano al menor para ayudarlo a bajar, lo cual le pareció tierno, cuando tenía un sentimiento positivo, una enorme roca de dolor se hacía presente aplastándolo y convirtiéndolo solo en eso, dolor, porque no era justo que fuera feliz si él ya no estaba.

Caminaron unas calles arriba, callados, sin decir nada, últimamente su vida era silenciosa, lo cuál no le gustaba del todo, pero que se le podía hacer. 

Llegaron a la puerta café, Jungkook busco en su bolsillo y saco una llave con un llavero de cerdito, Jin viendo desde atrás se le formo una curva en los labios, preguntándose como alguien tan alegre había terminado así, claro era uno de los tanto efectos que Jimin dejaba en las personas. 

La perilla trono al ser girada la llave, la puerta se abrió dando pasa a ambos, la casa era sombría pensó Jin, estaba oscura y tenía un olor a encerrado, como si las ventanas no existieran en esa casa, el piso estaba sucio, era obvio que nadie había pasado ni un solo trapo por encima de este o los muebles, todo lleno de polvo; Jungkook lanzo su mochila al sillón,  y se metió en el baño mientras Jin exploraba la casa, entro en la cocina, más sucia que cualquier habitación de la casa, con muchos envoltorios de sopa instantánea tiradas por ahí, acumulados en la basura, algunos incluso se habían desbordado,  había muchos  pero muchos trastos sin lavar, algunas moscas volando sobre ellos, sabrá Dios cuanto tiempo tenían ahí, abrió el refrigerador, totalmente vacío, a excepción de cosas caducas, que llenaban todo aquello de más mal olor, pero nada que fuese comestible; salió al comedor, en la mesa un jarrón con flores marchitas, y a su alrededor en la madera de esta los pétalos grises de las rosas, suspiro agobiado.

—Mira nada más lo que le has hecho a tu chico amigo.-Dijo Jin con gran desilusión, el también solía sentir un vació en su pecho.—Tengo mucho trabajo aquí.

Se puso en marcha, de la pequeña terraza tomo una bolsa negra enorme de basura, la sacudió para que se abriera haciendo un ruido violento, camino a la cocina y hecho todos los envoltorios, y toda clase de basura, recogió las flores de la mesa y el jarrón, todo fue depositado en la enorme bolsa, corto unas flores de una de las masetas, que ya casi se estaban secando, les hecho agua para no dejarlas morir, puso en el jarrón las flores que corto y la mesa tomo otro aspecto, quito los platos sucios de muchos lados y los llevo a la cocina, dispuesto a lavarlos, escucho como la puerta del baño se abrió.

—Jin...—Jungkook se asomó por el marco de la puerta, llamándolo.—¿Qué haces? –Dijo tallando sus ojos rojos, escucho un poco de ruido, pero su sueño era mortal. 

—Nada...viendo la casa....

-Oh... eso, lo siento es un asco ¿verdad? –Rió apenado, parpadeando varias veces, estaba dejando morir aquella casa, que ni siquiera era del todo suya, bueno si lo era, pero el hecho de que lo fuera solo le recordaba que era por la ausencia de alguien. 

—No, para nada, ¿Por qué no vas a descansar? Se nota que tienes sueño.—Mintió un poco, si estaba hecha un asco, el mal olor era casi insoportable. 

—Amm...Sí, yo...iré a dormir y ¿tú que harás? —No estaba bien dejar solo a su visita, pero tampoco tenia mucha opción. 

—Pues, veré la tv un rato.—Fingió una enorme sonrisa y Jungkook asintió más calmado. 

—Bien, si necesitas algo despiértame.—Y se marchó dejando solo al chico, le tenia la confianza suficiente para hacerlo o quizás era lo agotado que estaba. 

—Ah.—Suspiro.—Perdóname Jimin, si estuvieras aquí todo sería tan fácil .—Sintió que los ojos se le llenaban de lágrimas, pero sacudió la cabeza y se olvidó del sentimiento, necesitaba estar bien, ya habían pasado casi tres meses de su ausencia. 

Limpio toda la casa, incluso el baño que también estaba hecho un asco, el bote estaba a reventar de papeles, el lavado lleno de jabón derramado y seco sin limpiar, la bañera llena de sarro, habían pasado unas cuatro horas limpiando la casa, casi toda,solo faltaba un lugar,la habitación del moreno. 

Tomo la escoba y con mucho mucho cuidado entro al cuarto de puntitas para no hacer ruido, cuando entro completamente sintió un bochorno, la habitación era un horno, había cobijas por todo el piso, en las mesas de noche pañuelos usados, en el tocador todo regado, incluso varias pastillas que parecían ser para la depresión.

—Pero que rayos —Susurro preocupado, no sabes lo mal que puede estar una persona hasta que entras en su habitación, algo tan personal, se sintió mal por entrar sin preguntar antes. 

Miro en la cama, su corazón comenzó a latir por ver aquella escena, la piel blanca de Jungkook brillaba con los pocos rayos de sol que atravesaban la ventana, su pecho subía y bajaba lento, muy lento, se veía tan sereno ahí dormido, tenía la boca entre abierta y se oían un leve ronquiditos, nunca después de dos meses le había visto tan relajado. 

Jin camino despacio, posicionándose a su lado, viendo más de cerca esa bonita pieza de arte, poniéndose de cuclillas, a su lado, apretó el mango de la escoba con fuerza, Jungkook se quejo y se movió un poco asustando a su mayor.

—Ahora entiendo todo.—Empujando su cuerpo un poco hacia adelante, su cabeza quedo arriba de la del menor, y acercándose lento, pego sus labios en un suave beso, varias sensaciones recorrieron su cuerpo con tan simple roce,  algo en su estómago hacia capum, se separó y lo miro con los ojos entre cerrados, Jungkook sonrío aun dormido, pero con un leve ceño fruncido.

—Ji-Jimin...–SeokJin se alarmo dándose cuenta de lo que había hecho y se hizo para tras asustado, aún tratando de ser silencioso.—Jimin, no me dejes...—Las lágrimas recorrieron las mejillas del menor, pegando contra la almohada, Jin con cuidado de no despertarlo las limpio, salió del cuarto rascándose la cabeza, miro a todos lados, confundido.

—Oh, mierda.—Sacudió la cabeza buscando la respiración que había perdido, acaba de besar al ex novio de su mejor amigo. 

Cartas a Jimin [JinKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora