-¿Qué soy?- dice Andrew acercandose a mí-. Soy indudablemente atractivo, es más- sus labios estan tan cerca que...-, soy tan guapo que en este segundo te estoy poniendo nerviosa.
Maldita sea, sí me pone nerviosa pero porque su cuerpo esta a milímetros del mío. Joder.
-Quiero respuestas, y respuestas que valgan la pena mi tiempo- lo amenazo. Aprovecho para alejarme un poco de él.
Estoy empezando a tener miedo. No sé lo que pasa con mi cuerpo y puedo asegurar que la pubertad ya quedo atrás. Esto no es algo "hormonal", esto es serio.
-Pues tienes razón- exclama Andrew interrumpiendo mis pensamientos-, no es algo hormonal. Sube al auto y te llevare a donde podamos hablar.
Abre la puerta y me meto en el auto. Poco despues Andrew se sube en el asiento del piloto. Enciende el motor y arranca. Como la vez anterior permanesemos en silencio.
Conduce hasta la autopista y poco a poco nos alejamos de la ciudad. Extrañamente no me da miedo que Andrew me secuestre o algo así, tal vez porque tengo más miedo sobre lo que me esta pasando.
Seguimos avanzando bastante tiempo. Mi celular empezó a sonar, era mi madre.
-Hola mami, ¿qué pasó?- digo contestando la llamada.
-Hija soy papá- responde la voz de mi padre desde el otro lado de la línea.
-¿Pasó algo malo?
-No, pero queria saber donde estas
-Con un amigo- contesto con un suspiro. Andrew sonrie de medio lado.
-Pero estas bien.
-Si papá, regreso para la cena.
-Ok, cuidate- dice y corta la llamada.
Guardo mi celular y me sereno. Escuchar la voz de mi papá me hace pensar que las cosas no son tan malas como pueden llegar a parecer.
-Así que... soy tu amigo- dice Andrew-. En cierta forma es decepcionante.
-¿Por qué?
-Solo los hombres feos son "amigos", en cambio los atractivos, como yo, preferimos el término "amantes sin una relación fija".
Es que ser más idiota que él no se puede. Reverendo estúpido.
-Creeme, tú serás siempre un "conocido" y eso es algo peor.
-Pues si besas a tus conocidos no me imagino que harás con tus amigos. Y eso es algo mejor.
-Solo conduce- digo algo irritada. Y, para que negarlo, algo avergonzada.
-No, hemos llegado-. Andrew señala una desviación. Ese sendero lleva a una casa en la cima de una colina.
Salimos de la carretera y Andrew maneja por el camino de tierra hasta llegar a la casa.
El lugar es como una cabaña moderna. La madera esta barnizada y brilla con la luz del sol. En las ventanas hay rosas, estas desprenden un perfume tan sutil que apenas es perceptible.
-Bonito lugar, ¿no lo crees?- dice Andrew mirandome a los ojos.
-Si, pero no vine aqui a admirar la vista.
-Auch, no cabe duda que las mujeres ya no son encantadoras como antes- exclama y abre la puerta-.Entra.
Paso por el umbral y el aroma a rosas me envuelve completamente.
-Toma asiento- dice Andrew señalando un sillón-. Pregunta lo que quieras saber.
No sé si ir al grano y soltar mis preguntas como bofetadas con guante blanco. Opto mejor pir decir:-Si lees mi mente sabras las dudas que tengo.
-Que directa- dice acomodandose en el sillón frente a mí-. Ok, será una historia larga.
-No me importa.
-¿Has oído hablar de los vampiros?
-Resulta obvio, con tantos libros y peliculas que han creado.
-Pues existen, hace 7 siglos yo hiba caminando por España. Un día soleado y alegre. Estaba comprometido y era tremendamente pobre.
》Para poder comprar el anillo a mi prometida pensé en ir a una casa de juego. Apostaria el poco dinero que tenía y, con un poco de suerte, saldría con mis bolsillos llenos. Y sí, en ese lugar se llevó a cabo una pelea de perros y yo aposté al perro ganador. Sin embargo, hubo un hombre que no queria perder. Me amenazó, me dijo que me haría sufrir por haberle quitado su dinero. Realmente no le di importancia, pero la noche llegó y todo en la oscuridad aterra.
》Había comprado el anillo perfecto. Estaba camino a casa de mi novia cuando el hombre apareció. Pero no puedo decir que era el mismo. Sus dientes parecian más afilados y sus ojos parecían los de un animal. Como un rayo se acercó a mí, mordió mi cuello y sentí como me chupaba la vida poco a poco. Justo antes de desangrarme me dijo: "Tú vivirás, pero tu novia no tendrá la misma suerte". Quedé inconciente y cuando desperté estaba en mi casa. Pero yo habia cambiado. Era más fuerte y más rápido. La comida sabia a ceniza en mi boca y el agua quemaba mi garganta. Busqué alguien que me dijera que pasaba y encontré a un sacerdote. Él me dijo que ahora era un hijo de satán y que solo me alimentaria de sangre.
El cuerpo de Andrew esta en esta habitación conmigo, pero su mente esta muy lejos de aquí.
-No lo creí- continua Andrew-, pero luego recorde leyendas que mi abuela me contaba. Así que decidí intentarlo. Seduje a una chica y la llevé a un lugar apartado. La besé y bajé hasta su cuello. La mordí y empecé a succionar su sangre. Sabía delicioso, refrescante y vigorizante. La dejé seca como a una momia y me marché. Esa tarde mis suegros me dijeron que mi prometida habia muerto. "Un animal la mordió" dijeron. Pero yo sabia que no habia sido un animal.
》Juré cobrar venganza del vampiro que hizo esto. Él tubo muchas familias. Se casó infinidad de veces y, para su mala suerte, tubo muchas hijas. Todas mujeres fuertes y seductoras. Y a todas las maté. Las enamoraba y las mataba pensando en lo que habia pasado tanto tiempo atrás. Dejaba rosas rodeando los cadáveres para que supiera que era yo.
-¿Cómo se llama ese hombre?
Andrew sonrió.
-¿Te suena el nombre de Dimitri von Kleist?
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El arte de perder
Romance¿Qué pasaría si tu vida entera cambia en un par de días? Y todo debido a errores que tú no cometiste. Kathleen se ve envuelta en una serie de problemas de la noche a la mañana. Los obscuros secretos de su familia saldrán a la luz y ella tendrá dos o...