Cumpleaños feliz.

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Sam y Jade llegaron a la fiesta, que estaba llena de gente desde hacía un rato, estaba repleta de gente adulta, familiares de Sam, amigos de sus padres, algún compañero de trabajo también de sus padres, y gente influyente que tenían que invitar si o si para aparentar si querían seguir teniendo la posición social que tenían. Solo estaban Lane, Mae y Jade de amigos de Sam, solo le habían dejado que vinieran ellos a comer porque tenían buena imagen y así no se aburría Sam en su propio cumpleaños, eso sí, los padres de Sam le habían dejado la mansión toda la noche para ellos solos, así que esta noche habían montado una fiesta a lo grande con todos sus amigos, sobre las 7 se iría todo el mundo y se quedarían ellos 4 para empezar a organizar, decorar, poner la comida y hacer todos los preparativos necesarios para que a las 9:00 empezara a llegar la gente invitada.

Jade vio a Lane y Mae sentadas al borde de la piscina, con los zapatos quitado y los pies dentro, estaban hablando y riendo, como en los viejos tiempos. Arrastró a Sam a ir a saludarlas. Antes de que Jade pudiera ir a saludar a sus amigas tuvo que parar a saludar a los padres de Sam y mucha gente que ni conocía. Al fin llegó a sus amigas, estaban hablando de cómo organizar la fiesta.

Jade hizo levantar a sus amigas para poder saludarlas. Les dio dos besos y se las quedó mirando, ninguna de las dos llevaba el vestido que les había comprado Sam para que lo llevaran. Lane llevaba una camiseta de manga corta ancha de color amarillo y unos pantalones piratas, a su lado había dejado sus zapatos, eran unas bambas rojas. Mae tampoco llevaba el vestido, si no que llevaba una camiseta ancha y unos pantalones largos, ella también llevaba unas bambas, pero negras. Jade se giró y miró a Sam.

-¿Acaso has cambiado de opinión y las has dejado venir así?

-Que va, pero se han negado a ponerse le vestido y no les he podido hacer cambiar de opinión.

-De eso ni hablar, las normas eran claras, tus padres se van a enfadar.

-De verdad que lo he probado.

Jade se giró hacia Lane y Mae. La piscina estaba alejada de donde estaban los invitados. Estaban al borde de la piscina.

-Cambiaros ya.

-Noo – gritaron Lane y Mae a la vez.

Jade tranquilamente se acercó a Mae y la empujó haciendo que Mae callera a la piscina.

-¿Qué decías Mae? ¿Que no qué?

-¡TE MATO!

Lane se empezó a reír muchísimo de su amiga, Jade miró a su otra amiga, y la tiro también, a Lane no le había dado tiempo de reaccionar.

-¡SERÁS...!

-Qué pena, no tenéis mas ropa que los vestidos que os regaló Sam, vaya, no tenéis otro remedio que ir a cambiaros y arreglaros, ah, y por si tenéis la tentación de poneros esas bambas con los vestidos y no los zapatos planos que os dio, también los mojare.

Acto seguido Jade también tiró los dos pares de bambas al agua. Lane y Mae fueron nadando rápido antes de que se estropearan más, y salieron de la piscina. Miraron a Jade.

-Porque hace un buen día, si no acabarías muerta, y yo al menos me vengare de esto.- Dijo Mae escurriéndose el pelo.

-¿Y como se supone que pasaremos a cambiarnos al lavabo sin que nos vean?- Lane lo dijo con un tono desafiante.

Jade tranquilamente les respondió.

-Uno, Mae, tú no puedes matarme, y dos, si no me equivoco y Sam está de acuerdo, podéis bajar por esas escaleras, entrar por el garaje, y subir hasta en lavabo con el ascensor sin que nadie os vea, dejáis la ropa mojada aquí, cogéis una toalla y vuestro bolso con la ropa interior que llevabais de recambio para el bañador y la ropa con los zapatos y os arregláis. Yo pondré a secar vuestra ropa y vosotras tendéis arriba el bikini mojado. Sam, ¿te parece bien?

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