Dulce venganza.

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Jade abrió poco a poco los ojos, la luz entraba por la ventana, tenía una resaca muy fuerte y no era para menos. Le aparecían imágenes en su mente como si fueran alguna clase de luces parpadeantes, esos eran sus recuerdos del día anterior. Por desgracia no había olvidado los momentos malos, tan solo había borrado de su mente todo recuerdo de diversión.

Se sentó al borde de la cama intentando asimilar que no había sido un sueño. Se puso los zapatos, entró en el baño y cerró la puerta. Se miró al espejo, quiso romperlo, miro a su alrededor y se sentó en la bañera, vio unas pastillas, y lo único que se le ocurrió fue que en ese momento podría acabar con todo de tantas maneras, ¿Cuál sería la mejor? No debía pensar en esas cosas, pero ¿Por qué no hacerlo? Nada le retenía, otra vez, de nuevo se encontraba sola, como hacia un tiempo, al borde del abismo. Aun recordaba aquella tarde con una gota de sangre entre sus manos, su sangre tan roja sostenida por sus manos pálidas, frías y llenas de sus lágrimas, aquella tarde había estado a punto de darse por vencida cuando recobró el sentido y se sentó a llorar, esa tarde fue la que se apunto a terapia. Se sentía de nuevo como aquel día, sin motivo para sonreír, para ser fuerte una vez más, se le agotaban las fuerzas. Ya no estaba tan sola como hacia un tiempo, pero a veces lo sentía, y sentía el propio asco que se daba. Todo aquello ya no era tan solo por Axel, era por todo, por sus amigos, por ella, ¿Cómo se supone que olvidaría que sus amigos eran capaces de hacer cualquier cosa por sentirse bien? ¿Cómo confiar en quien te traiciona? No solo lo había hecho Axel, unas semanas antes su amiga Min le había fallado, ahora ya ni se hablaba con ella, con quien tanto había confiado. Después de tantas decepciones se auto culpaba, por eso hacía lo que hacía.

Jade cogió un bote de pastillas que tenia, y se tragó de golpe casi el bote entero mientras lloraba. Unos segundos después se dio cuenta de lo que acababa de hacer y las vomitó todas. Se secó las lágrimas y enjuagó, se había calmado un poco, había recordado que ella era mala persona, y vengativa, y que se lo haría pagar a quien le había hecho llorar, primero les escucharía, y luego se vengaría de tal modo que no se sintiera mal, todas sus venganzas eran creativas, poco esperadas y pacientes...muy pacientes.

Ahora estaba mejor, pero le acababa de venir a la mente la imagen de sus dos amigos haciéndolo, le habían vuelto las ganas de vomitar de nuevo, era una imagen demasiado turbia para ella, eso le había creado un pequeño trauma, ya no podría mirar a sus amigos igual, y no solo por el hecho de haberse acostado, si no por las imágenes que tenia.

Encendió el móvil de nuevo, tenia 73 llamadas perdidas de Axel, 21 de Sam, 3 de Lane y una de Mae. Tenía mucho que hacer hoy. Lo primero que hizo fue coger un post-it y escribió en el "ALGO DE QUE HABLAR ¿NO CREES?:D" y lo pegó en la puerta de Sam para cuando se levantara, acto seguido buscó la habitación donde estaba durmiendo Lane y pegó otro en su puerta que ponía " SI TIENES AGUJETAS SAM TE PUEDE AYUDAR EN ESO ;D" justo después se dirigió a su última parada en casa de Sam, la habitación donde estaba Mae y pegó su último post-it "AYER ESTABAS MUY SOLA DURANTE 40 MINUTOS, ¿DÓNDE ESTABAN TUS DOS AMIGOS?" cuando acabo esto se fue a desayunar a una cafetería muy cercana.

Se sentó en una mesa apartada y mientras se tomaba su croissant de chocolate y su café tranquilamente decidió llamar a Axel. Después de unos segundos de espera por fin se lo cogió.

-¿Jade?

-Sí Axel, sí, soy yo.

-Te habré llamado unas 70 veces.

-73 para ser exactos, digno de buen acosador que no capta las indirectas. ¿Acaso te extraña que no te lo cogiera?

-No, tienes todo el derecho del mudo, pero no es lo que parece, déjame explicártelo.

-Ha ha- Jade se rió escéptica.

-Por favor Jade

-Solo te daré una oportunidad, hoy a las 3 en el Starbucks, ni un minuto tarde.

-Gracias Jade, no te arrepentirás.

-Ya lo hago.- entonces Jade colgó y siguió tomándose el desayuno como si nada.

Había vomitado las pastillas, pero no todas, aunque no eran las suficientes para ir al médico si lo eran para que estuviera totalmente relajada.

No se había ni terminado el desayuno cuando recibió una llamada de Sam, por lo visto ya se había levantado y encontrado su nota. Le cogió el teléfono cuando ya le quedaba poco para que la llamada se cortase.

-Buenos días pequeño traidor, ¿cansado?

-¿Se puede saber que intentas hacer? ¿Arruinarme la vida? Es normal que ayer te pusieras así porque te vino de nuevo, pero hoy te has pasado.

-No me he pasado, eres un mentiroso y un farsante, dijiste que querías a Mae, así que no me importaría arruinarte la vida.

-Y la quiero.

-Ja, si la quisieras no te habrías ido con Lane como si nada, además, ¿dónde está tu respeto por Lane?

-No hice nada que ella no quisiera, pero no me siento orgulloso, estaba herido entiéndeme.

-Claro que te entiendo, pero me te hare pagar por ello, ni que sea un poco.

-Quedemos esta noche y lo hablamos con más calma.

-Solo aceptare si quedamos para cenar los 5.

-Como quieras...

Jade colgó y decidió hacer una llamada a Lane.

-¿Cómo estas bella durmiente?

-Lane casi lo arruinas todo.

-¿Mae lo ha visto?

-ha creído que era su admirador secreto.

-Una lastima

-Voy a luchar por Sam

-Solo te utiliza.

-mientes.

-Esta noche cenamos todos, ya lo veras.

Jade se fue a comer a un bar hasta que fueron las 3 que se fue al Starbucks. Entonces llegó Axel.

-Jade lo siento, pero no es lo que parece.

-Pues explícate, tienes 1 minuto o adiós.

-No seas así

-59, 58...

-Vale, si dije esas cosas a mi ex fue porque, mis padres deben su economía al trabajo que están haciendo con sus padres ahora mismo, sin ese trabajo se irán a pique, aún no está pactado, y tenía que convencer a mi ex para que no mal influenciara, acepto a no hacerlo si a cambio le decía alguna cosa bonita...Perdóname.

-LA MATARE; TE JURO QUE LA MATARE AHORA QUE LO SE TODO.

-Relájate por favor.

-Ahora que todo está aclarado pienso matarla igualmente, conmigo NADIE compite. Antes...necesitare una ayuda para cierta venganza...

-Me das miedo, y eso me encanta.

-Respóndeme, ¿Qué puede pasar conllevar un condón pinchado?

-¿Un embarazo?

-¿Y una falsa alarma?

-Un susto.

-Una venganza, esta noche tenemos cena con unos pequeños idiotas, haz todo lo que te diga esta noche. Sera divertido.

Jade sonrió y se fue a su casa a explicarle su idea a Axel, tenia tantas ideas perversas y tantas personas de quien vengarse, que tenia ganas de empezar.

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