Capítulo 12

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El mes pasó rápidamente y ya me estoy preparando para regresar a Corea. Meto mi última camisa y cierro la maleta.

Recuerdo los sucesos acontecidos estas semanas. Entre bromas de mi abuela y su rica comida. Los cuidados de mi madre y como me engañaba para que la acompañara a ir de compras o a cenar con sus amigas. Y las salidas con mi padre en helicóptero recorriendo Manhattan y Brooklyn.

Salgo de mi habitación y me dirijo de inmediato al comedor donde ya esta preparado mi desayuno y me dispongo a comer.

Lo extraño tanto. ¿Qué estará haciendo? ¿Se sentirá mal? ¿Le irá bien en clases? Suspiro y como sin ganas, me siento como un colegial enamorado.

Mi abuela hace su aparición y tiene escrita en la cara la palabra "desembucha." He estado huyendo de su interrogatorio a lo largo de todo este mes. Y no estoy listo para hablar de Lu Han todavía.

Abre la boca para decir algo y mi madre entra al comedor hablando acerca de sueños, tigres, concepción, entre otras cosas que no logro entender. Mi abuela se suma a la conversación y ambas me miran preocupadas.

Me siento incómodo y termino mi comida antes de despedirme. Voy en busca de mi padre, y lo encuentro en la sala leyendo el periódico, lleva sus lentes para leer que lo hacen ver más estricto de lo que es.

ㅡPapáㅡ Atraigo su atención y dobla el periódico.ㅡ Hijo...

Nos quedamos en silencio y mi padre lo rompe con un suspiro.

ㅡNo te lo he dicho pero quiero decirte que estoy muy orgulloso de ti, Kai.ㅡ Me aprieta el hombro y su felicidad se refleja en sus ojos.

ㅡLo sé y lo siento por todo. Te he causado muchos problemas pero espero seguir como estoy ahora y hacerte sentir más orgulloso de lo que estás ahora.

Nos damos un afectivo abrazo y voy por mis maletas a mi habitación. Ya quiero llegar a verlo.

Piso suelo coreano a la media noche de un sábado y sin dudarlo voy directo a su departamento. Ya no puedo contenerme, quiero tocarlo, besarlo y hacerlo mío.

Nuevamente paso del guardia y camino hacia el ascensor. Me muerdo la uña de mi dedo meñique y las puertas no se abren.

ㅡEl ascensor esta fuera de servicio señor.ㅡ Centro mi atención hacia la voz desconocida y descubro que es el guardia a quién he dejado hablando solo otra vez.

ㅡYa veo...ㅡ Lo miro y el ambiente se torna incómodoㅡ. Lo siento por... ya sabes...ㅡ Trato de parecer arrepentido por mi falta de trato y educación pero no me sale.

ㅡNo se preocupe.ㅡ Me indica las escaleras de emergencia y yo subo lo más rápido que puedo. Cinco pisos no son nada comparado a la necesidad que tengo de verlo.

Al llegar toco la puerta diez veces y espero pacientemente. No abre, vuelvo a tocar... nada. Me entra el pánico y toco aún más fuerte.

ㅡ¡Ya voy! ㅡ Su voz me relaja por completo y abre la puerta. Esta puesto una bata de seda azul marino resaltando su estrecha cintura y el escote deja al descubierto su piel de porcelana. Tiene las mejillas sonrosadas y el cabello ligeramente despeinado. Abre sus ojos sorprendido al verme y luego noto una sutil sonrisa.

Esta algo descompuesto pero no deja de ser perfecto.

ㅡ¿Kai? ㅡ Entro y cierro la puerta, no resisto más, ataco su boca con vehemencia mientras lo tomo entre mis brazos y lo llevo devuelta a la cama. Lo acuesto y mi lengua se abre paso dentro de su boca acariciando la suya con experta pericia.

ㅡDime que no llevas nada puesto bajo la seda...ㅡ Mi voz esta ronca y mi cuerpo quema por la excitación creciente.

ㅡNo tengo nada puesto...ㅡ Susurra y me vuelve loco. Quito la delicada tela y mis manos ascienden y descienden recorriendo la piel conocida. Se avivan, se enloquecen y aquellos cosquilleos aumentan mientras más lo toco.

Mi corazón late frenético y puedo jurar que a través de nuestros gemidos puedo oírlo. Mi mente no piensa en nada más que no sea poseerlo.

Las traviesas manos de Lu Han me piden con urgencia que me despoje de toda prenda que separe y lo hago. Me pongo de pie dispuesto a desnudarme cuando Lu Han empieza hacerlo por mi.

Desliza la chaqueta por mis brazos y la tira al piso. Continúa con mi camiseta y la quita por mi cabeza, sin romper el contacto visual.

Recorre sus dedos por los músculos de mis brazos y yo cierro los ojos por las sensaciones que esta causando en mi. Luego pasa por mi pecho y ondea su mano al pasar por los músculos de mi abdomen, se muerde el labio inferior y lo desliza por sus dientes lentamente de forma sexy al llegar al bulto que encierra mis pantalones.

ㅡAhh...ㅡ Pasa las yemas de sus dedos por mi erección y me provoca un dolor placentero. Sin más baja la cremallera y consigo mi pantalón y mi ropa interior.

Estoy extasiado.

Se levanta y yo me apodero de su cintura. La sensación en tan pura que se me hace difícil pensar que solo estamos follando. Me río para mis adentros, nunca hemos follado.

Rodea mi cuello con sus brazos y yo lo cargo tomándolo por sus muslos, sus piernas se enredan a mis caderas y lo llevó a la ventana sentandolo en el borde de esta.

Volvemos a tomar nuestras bocas y muevo mis caderas contra su vientre tratando de aliviar un poco el dolor que siento.

Gime mi nombre y yo el suyo. Amo a este hombre con todas mis fuerzas, doy mi vida para que me llegue a amar como antes o inclusive más.

Lo preparo hasta tenerlo dilatado y llevo mi polla hasta su entrada hundiendome en su interior en una sola estocada. Sus músculos me aprisionan y ambos gritamos.

Nos miramos eternamente, no hay necesidad de palabras. Hay lo que hay, las cartas sobre la mesa.

Me empujo hacia delante y cierra los ojos. Muevo mis caderas constantemente en un ritmo lento pero intenso, se derrite.

ㅡ¡Kai!ㅡ Lo entiendo de inmediato y aumento el ritmo de las embestidas. Salgo hasta tener casi la punta de mi polla fuera y entro con fuerza hacia su punto de placer. Nos quedamos sin aire mientras repito una y otra vez la operación sin parar.

El arquea la espalda y se sostiene de la cortina que se encuentra separada por la mitad y atadas por un lazo a cada lado de la ventana, formando una cruz con su cuerpo.

ㅡLu Han...ㅡ Estoy a punto de llegar al orgasmo pero lo retengo.

ㅡNo... puedo más.ㅡ Dice entre jadeos.

ㅡEspera...ㅡ Tomo su pene y lo masturbo pero eso no detiene el ritmo de mis caderasㅡ. Juntos.

Llegamos al orgasmo y dejo caer mi cuerpo sobre el suyo. No me aparta y en vez me rodea con sus brazos mientras regulamos nuestra respiración.

Estoy en el cielo.

DesenlaceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora