Capítulo 17

405 51 14
                                    

Es el quinto mes de embarazo de Lu Han, su vientre ha crecido un poco más y yo estoy más que feliz. Saber que seré padre muy pronto me ha cambiado la vida para bien.

Ya no soy ese playboy engreído y en el trabajo me he convertido en un jefe ejemplar, felicitando y subiendo sueldos por ahí y por allá a mis empleados. Todos están realmente confundidos pero como siempre pienso... me importa una mierda.

Ahora me encuentro en el supermercado con Lu Han, tenemos un carrito lleno de golosinas, postres, helado y todo lo que contenga chocolate. Estoy preocupado, pero es lo único que puede comer.

Intenté hacer que coma algo más saludable como verduras, carne, fruta pero solo logré enfermarlo. No pudo separarse del inodoro por todo el día y tenía fiebre. Llamé a la doctora Park y dijo que lo mantuviera comiendo el bendito chocolate hasta que su cuerpo acepte otro tipo de comida.

Suspiro y observo a Lu Han mientras trata de elegir entre las galletas de vainilla con chispas de chocolate o galletas de chocolate con chispas de chocolate. Sonrio ante la seriedad que le da a las dichosas galletas y al final me mira con un puchero haciéndome saber de qué quiere llevar las dos, asiento y pone las cajas dentro del carrito.

Lu Han tuvo un cambio drástico. Ya no es ese chico vacío, deprimido y lleno de rencor que conocí hace siete meses. Ahora es el Lu Han del que me enamoré tiempo atrás: dulce, tierno, lindo, insolente, terco, enojón, hermoso, sentimental... todo multiplicado por mil gracias al embarazo, en especial lo último.

Hace unos días tuve una junta importante con la directiva de la empresa y me demoré como una media hora en llegar a su departamento. Se puso a llorar desconsoladamente y me decía entre sollozos que yo ya no quería verlo, que por que estaba gordo y otras cosas que no logré entender.

Después de tres horas explicándole acerca de la junta y de decirle lo hermoso que sigue siendo se puso en plan cariñoso, me abrazaba y me besaba con dulzura pero cuando le confesé que me olvidé de comprar sus muffins de chocolate prácticamente me mandó a patadas a conseguirlos.

Me estoy volviendo loco pero soy un loco enamorado.

Hacemos fila para pagar las compras pero cuando me doy cuenta hay un par de imbéciles babeando por MI Lu Han a mi derecha y a mi izquierda. En mi interior estalla la tercera guerra mundial pero me controlo, no quiero derramar sangre en vano y terminar en la cárcel sin poder conocer a mi hijo.

ㅡLu Han.ㅡ El se vuelve hacia mi y yo de inmediato lo apego a mi pecho y lo estrecho contra mi cuerpo con cuidado de no presionar su vientreㅡ. Tengo muchísimo frío... ¿Me calientas nuevamente? ¿Cómo lo hiciste esta mañana?

Hace frío pero no lo suficiente para estar temblando y ayudar a mi actuación. ¡Me vale! Tengo que dejar bien en claro a estos perdedores de que el es mío.

Lu Han se contonea y trata de apartarse de mi.

ㅡ¡No es verdad! ¡No tienes frío! ㅡ Me acusa y yo continuo lanzando miradas de advertencia a todo el mundo.

ㅡSi, si es verdad... ¡Mira!ㅡ Me agacho y acaricio con la punta de mi nariz su mejillaㅡ. Está helada.ㅡ Me aprieta la nariz y yo aparto mi rostro con un gesto de dolor.

ㅡ¡Tratas de evitar que miren a la madre de tu hijo! ㅡ No lo niego ni lo afirmo, es obvio lo que estoy haciendo.ㅡ Sólo te hace falta hacerme pipí en el tobillo y marcarme oficialmente.

Se me escapa una carcajada y pienso en lo increíble que eso seria aunque no sería algo muy higiénico que digamos.

ㅡ¿Lo estas considerando? ㅡ Me ve incrédulo y yo sonrio en complicidadㅡ. ¡Sueltame!

Vuelve a contonearse pero la voz del guardia de seguridad del supermercado me distrae.

ㅡ¿Todo bien, joven? ㅡ Lo miro mal pero ni caso me hace.

ㅡ¡No!ㅡ Se apresura a decir Lu Han y yo me pongo a la defensiva cuando el guardia hace ademan de separarme de el.

ㅡ¡Ni se le ocurra alejarme de mi esposa! ㅡ Le gruño y Lu Han deja de forzajear al escucharmeㅡ.

ㅡYa veo...ㅡ El hombre mira a Lu Han en busca de confirmación y el lo hace, luego se aleja.

ㅡ¿Esposa? ¡Pero si soy hombre! ㅡ Me mira indignadoㅡ. Y un momento... ¿Cómo que esposa?

ㅡTu siempre serás mi esposa, mi mujer, mi niño, mi todo.ㅡ Le entrego mi tarjeta de crédito a la cajera y se que me espera una buena.

ㅡSabes que tienes que hacer muchos méritos, ¿no? Para que vuelva a amarte...ㅡ Lo dice titubeante y mira hacia otra parte para que no pueda ver su mentira.

ㅡLo sé.ㅡ No pienso mucho en sus actos contradictorios y me enfoco más en sus palabras. Tengo que esforzarme más y lograr que me ame.

Estamos de vuelta en el departamento, dejo las bolsas sobre la encimera de la cocina y Lu Han busca entre las compras un cereal de hojuelas de chocolate y se sirve un buen poco en un tazón con leche.

Me dispongo a guardar la comida en la despensa y veo por el rabillo del ojo como se sienta en uno de los sillones y se embute con el cereal. Sonrio, siempre es un placer verlo.

Guardo las últimas cajas que son las dichosas galletas de chocolate y vainilla en el gabinete y me acerco en silencio hacia el sillón donde se encuentra Lu Han.

Ya ha terminado de comer y esta que se cae del sueño. Me siento a su lado y acaricio su vientre despertandolo por completo, el da un leve respingo asustado pero luego me sonríe.

ㅡEs increíble... pronto seré padre.ㅡ Lu Han me pone atención y yo prosigoㅡ. Gracias.ㅡ Digo con sinceridad y sus ojos se llenan de lágrimas al igual que los míos.

ㅡKai...ㅡ Ese brillo especial se hace presente en sus ojos y mi loco corazón como ya es de habitual se enloquece. Lu Han comienza a acariciar su vientre y sin querer entrelazamos nuestros dedos, nos miramos y juro que siento esas dichosas mariposas en mi estómago.

Estoy a unos pocos centímetros de besarle pero un suave movimiento en el vientre de Lu Han rompe nuestro momento y es ahí cuando me doy cuenta que nuestro hijo se acaba de mover por primera vez.

Lu Han rompe a llorar de felicidad y yo me agacho a la altura de su vientre deseando que se mueva nuevamente, lo hace. Mi hijo se acaba de mover... ¡Joder, qué felicidad!

ㅡGracias, Lu Han... Gracias.ㅡ Junto mi frente con la suya y lágrimas se deslizan por mis mejillas no puedo evitar mi emoción.

Tengo al hombre que amo a mi lado y pronto tendré a mi hijo entre mis brazos. No puedo pedirle nada más a la vida.

DesenlaceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora