Te respiro día sí y día también. Tu no te enteras pero el aire que entra tiene trozos de ti. Los dejas escapar no se si a propósito. Me tuviste dando tumbos, y exactamente igual que ahora estas haciendo. No quieres, no lo dudo. Pero me delata la mirada que te dedico. Las cosas en mi cajón, los recuerdos de varios meses juntos.
Crees que no te echo en falta. Probablemente tú ni te acuerdes de mí. Estás ya en otros brazos. Otras manos se meten bajo tu blusa. Otros ojos estudian tu silueta. Otros dedos se enredan en tu pelo. Otro escudo proteje tu corazón.
Diosa y reina. Mujer y ama. Jamás pensaría que hubiéndote tenido tan cerca te sentía tan lejos, y teniéndote ahora tan lejos te sentiría tan cerca.
