-¡No pienso perder el tiempo con una niñata!¡Dejadla en paz o nos meteremos en lios!
-Venga tio, no me digas que no es divertido. Además, ¿desde cuando te importa a ti meterte en lios?
-Ahora me importa. ¡Está mal, y no lo pienso hacer!
-Pues largate y vete con ella. Alguien más para hacer reír. Serás el nuevo bufón.
Yo escuchaba la conversación desconcertado. No recordaba que pasaran tantas cosas en un instituto. En el mio, o en el que fue el mio, no solían pasar demasiadas cosas. Era un instituto, más bien, aburrido; pero aquí eran todo problemas y discusiones.
No entendía nada de lo que estaba pasando. Entre todo ese desconcierto apareció un hombre de unos 60 años a mi lado. En lo primero que me fijé fue que su pelo, como bien dice la célebre expresión, brillaba por su ausencia. Tenía una barba espesa, del color de la nieve, que le daba un brillo rural. Llevaba un jersey marrón de punto sobre el cual asomaban una camisa y una corbata. En el tren inferior llevaba unos pantalones vaqueros y unos zapatos negros.
-¿Es usted Lucas?-preguntó el señor, portando un semblante serio.
-Sí, soy yo-respondí.
-Soy el director del centro, venga conmigo por favor.-dijo, terminando definitivamente con mis sospechas sobre el chico que me separó de Marta.
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Lucas
Teen Fiction"Estoy harto. ¡No pueden quitarme todo lo que tengo sólo porque les apetezca! No pueden, y no lo van a hacer."
