Capítulo 3

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Ya estaba de camino hacia mi nuevo insti y los nervios me mataban. Para llegar sólo tenía que caminar tres calles todo recto y luego girar a la derecha, o eso indicaba el solicitado Google Maps; pero una vez llegué a mi "destino" le di cuenta de que en ese lugar no había ni rastro de un instituto. ¿Dónde se supone que me encontraba? Y, ¿a quién iba a llamar? Mi tía se despreocupaba plenamente de mí. Solo la había visto 2 veces desde el día de mi llegada: un día que decidí salir de mi cuarto para buscar algo que comer entre horas, en el que me encontré con su estrecha espalda saliendo por la puerta; y ayer por la noche, cuando me dijo que debía ir a ese nuevo instituto que no lograba encontrar.

Estaba perdido. ¿Lo peor? Solamente disfrutaba de un acompañante, y ni siquiera era humano. Se trataba de una paloma común.

Mi día no hacía más que empeorar cuando por fin vi a alguien al final de la calle.

LucasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora