MENTES RETORCIDAS

Capítulo 2: UN NUEVO DESPERTAR.

•Ethan, el vampiro del banco, me había llevado en brazos hasta el mini apartamento que teníamos. Mia había hecho bien la cama y me habían acostado en ella. Yo seguía igual. Ethan no sabía si funcionaria, y si funcionaba al fin, tampoco sabía cuánto tardaría en despertar. Las cosas del vampirismo son muy raras, y la transformación de humano a vampiro podía tardar hasta una semana en hacer efecto. Mientras Mia y Ethan esperaban recibirme, se ponían al día.

-Y...hay más como tú?
-Sí, claro. No soy el único. Tengo muchos amigos y amigas, incluso familia, poca, pero tengo primos. Esa gente es de mi clan.
-De tu clan?
-Exacto. Eso, quiere decir que esas personas se convirtieron a partir de mí. La mayoría por salvarlos, como es el caso de tu hermana. No podía dejarlos morir y los ayudé, otros los convertí porque me lo pidieron.
-Osea que, todos son como tus hijos, o algo parecido?
-No exactamente, pero podría decirse así. Yo no tengo ningún poder sobre ellos, simplemente que parte de ellos fueron transformados por mí.
-Ah...
-Viendo que Mia se deprimía- Oye...no te pegues el bajón. April estará bien. Ya verás...
-Por qué la ayudas? Por qué haces todo esto?
-Es largo de explicar...
-No tengo prisa.
-Verás...Vosotras influis en los vampiros como One Direction en las adolescentes. Es decir, sois muy deseadas, y tendreis muchos problemas con aquellos que sean del clan de Bladimir. Yo os reconocí al veros y quise vigilaros de cerca por si algo os ocurría. Y así fue.
-Así que nos espiabas.
-Sí. Algo así.
-Bien...
-Tu hermana es muy guapa.-Mirando a April.
-Qué?
-Que tu her...
-Interrumpiéndolo-Ya te he oído.

•De repente algo hizo que diesen por acabada la conversación. Yo empecé a toser. Mia y Ethan se incorporaron y se quedaron mirandonme fijamente. Sentía como la sangre rompía por mis venas. El color de piel volvía a mí. La herida de mi estómago se curó sola, y con ella, también el estómago, que se reformó. De la oscuridad que me envolvía, apareció una luz cegadora, blancuzca. Era la del cielo. Estaba al borde del abismo.

•Al mismo tiempo, otra luz acompañó a la anterior. Era la luz de la esperanza, que impactó contra la del cielo provocando un gran destello. No pude soportar todo aquel espectáculo de luces, estaba entre la espada y la pared. A pesar del mal rato, y de aquella experiencia tan confusa, opté por una opción. Opté por el camino de la esperanza. Cuando acabó el destello y se fundió como el pantallazo de una tele al apagarse, desperté. Abrí los ojos de golpe y respiré apresurada, como si hubiese aguantado la respiración durante minutos. Había vuelto a la vida. Miré a Mia, y a Ethan. La cara de mi hermana sonrió y luego quedó inmovilizada.
-Mia...Qué ha pasado?
-Sus ojos...son...-Dirigiéndose a Ethan.
-Rojos, sí...
-Luego me explicas eso..._Hablandole bajito a Ethan, luego se dirigió a April y la abrazó fuerte-April! Perdoname...
-Perdonarte por qué?...

•Mia sin darse cuenta, al abrazarme, había acercado su cuello a mi boca. Estaba sedienta, y ella me lo ponía tan fácil...Ethan vio mis intenciones y pudo evitar que la mordiera, menos mal...
-Mia, será mejor que por ahora no te acerques demasiado a April. Está sedienta y puede hacerte daño.
-Alguien me explica que leches me está pasando? No estábamos peleando?
-April...estas, estas...muerta.
-Muerta? Vale...muy buena esa broma. Ahora dime por qué está aquí el tío mazizo del banco.

•Mia miró a Ethan. En ese momento yo no entendía nada, y no sabia que todo aquello había pasado. Ethan le hizo un gesto con la cara, dándole entender a mi hermana que él me lo explicaría todo con pausa. Así hizo. Ethan me dijo todo. Como los vampiros nos atacaron, como me hirieron, aunque eso era lo único que recordaba, como me salvó, y como me había convertido en lo que ahora era. Me enfadé. Ethan volvió con Mia mientras yo procesaba la información en mi habitación.

-Ahora me vas a hacer entender lo del color de sus ojos? Van a ser siempre rojos?
-Verás, en las películas los vampiros siempre tienen los ojos rojos o amarillentos, pero nosotros no, por eso nos es más fácil poder hacer vida normal. Siempre y cuando no llamemos la atención.