Parte 1 - Iniciando

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Nota inicial: He tratado de hacer la historia lo mas apegado a la realidad posible, sin embargo, habrán cambios obvios de los que se darán cuanta con el paso de los capítulos. Espero sea de su agrado.

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Capítulo 1 - Iniciando

Tenía años que no viajaba en metro. Nostalgia era la palabra perfecta para describir lo que sentía. Miraba por la ventana y miraba el paisaje cambiar: lagos, edificios, casas, árboles... todo parecía tan igual y a la vez tan distinto a aquel tiempo. ¿Cuántos años habían pasado desde que estuvo ahí? Sin duda, muchos. Muchos más de los que se atrevía a recordar. ¿Eran 15 acaso? No, eran 18 años desde la última vez que piso las tierras de Odaiba. Eso sin mencionar Sibuya.

Suspiró y miró a un grupo de colegialas que lo miraban sin disimulo alguno. Una de ellas era pelirroja y sonrió casi sin pensarlo, no a ella sino al recuerdo que le vino. Negó con la cabeza un par de veces. Volver a aquel lugar era un arma de doble filo.

Bajó del metro cuando su parada fue anunciada, esperaba con ansias llegar a su destino. Pasó sus ojos azules por el mapa del barrio en el que estaba, Odaiba no había cambiado mucho al menos en el nombre de las calles.Se acomodó una vez más el traje gris que llevaba ysujetó con mayor fuerza el maletín negro que portaba. 

Cuando llegó al edificio sintió como se le quitaba un peso de encima, no se había dado cuenta de lo estresado que había estado de camino a ese lugar. Buscó la dirección que ya sabía poseía el dueño del departamento que buscaba. Solo esperaba que estuviera ahí, despierto y con algo de suerte en la hora de la comida, porque ya pasaban las dos de la tarde y él tenía hambre.

Tocó el timbre y esperó. La puerta fue abierta.


Unos meses atras

―Vamos, deprisa. ―Corrían, ambos corrían por sus vidas.

El lugar estaba siendo atacado por varios Digimons de los cuales ni sus sombras eran capaces de reconocer. El lugar estaba lleno de caos, humo, fuego y tierra. Gritos se escuchaban por dondequiera. Digimons siendo convertidos en datos y otros más siendo absorbidos era la trágica escena del lugar.

―Deprisa, ―gritó una vez más el hombre que vestía de blanco. Frente de él corría un pequeño Lopmon. ―Estamos cerca.

Lopmon cayó al suelo, y Gennai lo agarró en sus brazos mientras evitaba los escombros que estaban tirados. Pronto entraron a una gran casa vieja. Adentro no pararon y siguieron corriendo hasta llegar a un gran cuarto con cientos de pantallas de computadoras unidas en una pared. Gennai tecleó con rapidez.

―No tenemos mucho tiempo, ―dijo Lopmon mientras miraba hacia la puerta. ―Tenemos que enviar el mensaje antes de que sea tarde. Gennai, te agradezco tu ayuda, pero mi deber es proteger al Digimundo, a los digimons y a todos ustedes, cueste lo que cueste.

―Lopmon, podemos lograrlo.

―No, tú y yo sabemos que el tiempo está en nuestra contra. ―Una explosión se escuchó y el digimon supo que su hora se acercaba. Tenía que actuar.

El brillo de la digievolución entró por la puerta de mientras Gennai seguía en el computador. El destino del mundo digital dependía de que ese mensaje llegara a uno de los digielegidos. A cualquiera.

‹‹Cargando datos... espere... carga de datos exitosa. Mensaje enviado››.

Sonrió mientras era atravesado con un láser. Él tenía la esperanza de renacer, de alguna manera, en alguna de sus copias. Lopmon, ahora no.

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  Nota Final: Este ha sido el primer capítulo de esta historia. 


¡Digimon, la lucha continúa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora