"Duración: Recuerda, no debes establecer ningún tiempo específico. Los besos cortos pueden ser tan apasionados como los extensos."
Mientras me acercaba hacia el casillero a la mañana siguiente, no sabía qué esperar. Pero si las chicas habían subido sus apuestas ante la explotación de mi "romance", o ya habían perdido interés en éste (y en mí), la situación seria totalmente perdedora-perdedora.
Eché un vistazo mientras doblaba por la esquina y luego abrí los ojos. Cupones de descuento para pañales y toallitas húmedas colgaban en mi casillero en una envoltura de papel regalo que decía ¡Es un niño! Lo único que faltaba era una cámara de video lista para capturar mi vergüenza y luego ser reproducida en HomeroomTV y YouTube.
—Lindo —me quejé con nadie en particular—. Realmente lindo.
La suave piel clara de Rachael Washington llamó mi atención al pasar. Su pelo negro estaba recogido hacia atrás estrechando su cara, ella era todo ojos muy abiertos y labios pintados de rojo.
—¿Eso crees? Creo que es totalmente inmaduro.
Dejando a un lado el hecho de que no podía recordar la última vez que ella me había hablado, obviamente se trataba de una semana para abrir nuevos y extraños caminos, y el hecho de que ella era básicamente la razón de que la nómina del equipo universitario se había cerrado sin mí, me fui con ese sentimiento hacia ella y rodé mis ojos.
—Va a ser mucho más lindo cuando éste en mil pedazos sobre el suelo.
Ella se saco la mochila.
—Suena divertido. ¿Puedo jugar?
Saqué un clavo suelto bajo la esquina del papel y rompí el papel en dos mientras ella saltó
para desgarrar ruidosamente conmigo. Continuamos como gatitos con afiladas garras hasta que el papel y los cupones yacían en pedazos.
—Tenías razón —dijo, mirando de nuevo hacia mí—. Mucho más lindo. ¿Qué es todo esto, de todos modos? ¿Es por el estudiante de noveno grado con él que estás saliendo?
Asentí con la cabeza, no sorprendida en absoluto. Lo único que mis "amigas" pasaban más rápido que una pelota de fútbol era el chisme.
—Sí...
—Espero que él valga la pena.
Traté de asentir y sonreírle, pero en su mayoría, creo que solo logré encogerme de hombros.
—Bueno, lo que sea —dijo, y se encogió de hombros también—. Escucha, hay algo que quiero hablar contigo.
Todo en lo que podía pensar, era que ella iba a pedirme disculpas por volver al fútbol, arruinando mi vida. Algo que una tarjeta Hallmark* no podía pagar. Y si bien no haría las cosas mejor, yo sería todo oídos.
—Deberíamos almorzar un día de esta semana —dijo ella, en cambio—. Comparar las estrategias, asegurarnos de que estamos en sintonía con nuestros equipos.
Como si la oferta del almuerzo no me sobresaltara bastante, la parte del "líder", causó que
mis pestañas volaran hacia atrás contra mis cejas. Mi pensamiento, me hizo barajar un Cubo de Rubik hasta que se alineó perfectamente.
—Hartley —dije—. ¿Te ha elegido como capitana del equipo universitario? ¿Y a Chrissandra no?
—¿No me has oído?
ESTÁS LEYENDO
El ABC de Como Besar Chicos (JungKook BTS) [LIBRO ADAPTADO]
Roman d'amourFrío... caliente... atrevido... suave... Por alguna razón, eso te hace tan adictivo.