Capitulo 25

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A medida que nos dirigíamos hacia el puerto, me tomó unos minutos darme cuenta de que todavía estaba sosteniendo la mano de Jungkook. Y que no quería dejarlo ir.

—Muchas gracias por las flores —dije, acordándome de mí y de mis modales. Dejé caer su mano para tocar un pétalo en la vibrante combinación de colores y variedades.

—Sé que me dijiste que nunca las comprara, pero quería hacer algo para celebrar tu logro universitario. Y como no conocía tus favoritas...

—Me conseguiste una de cada una.

Él exhaló una risa.

—Sí, adelante con eso.

Llegamos a la colina cubierta de hierba y nos acomodamos en el banco. Era el mismo lugar donde nos habíamos sentado hace poco más de una semana atrás, debatiendo si Chrissandra nos había visto juntos en la camioneta de mi mamá. Y mientras que parecía como hace una eternidad, todavía podía conectar con esa noche y esos sentimientos, lo ansiosa y preocupada que me sentía. Y ahora aquí estamos, con todo eso detrás de nosotros. Bueno, algo así. Una cosa que sabía era que él merecía mi agradecimiento y mi atención completa, así que me acerqué más, hasta que mi cadera estaba prácticamente contra la suya.

—Todo ha sido una locura. No sé si te agradecí por todo lo que hiciste. Nunca podría haberlo logrado sin ti.

—De nada, pero seguro que podrías haberlo hecho. —Estiró el brazo sobre el banco por detrás de mí—. Fuiste una besadora increíble, _________, mejor que cualquiera de esas chicas del campamento, desde el primer momento.

Me volví y levanté la mirada, desafiándolo.

—De ninguna manera.

—Sí —dijo él, y una sonrisa apareció en sus labios—. Nadie nunca me hizo sentir de la forma en que tú lo haces.

Ahora estaba jugando conmigo. Dejé escapar un suspiro de disgusto. 

—Oh, vamos... ¿Qué pasa con Emma? Cuando la besaste...

—No la besé.

—Está bien —le dije, calmándome—, pero cuando lo hagas...

—Te lo dije la otra noche, no hay nada entre nosotros. Eso no ha cambiado y no va a cambiar.

Algo se encendió dentro de mí, y sentí el calor viajar hasta mis mejillas. Entonces, de repente, él me estaba mirando con esos penetrantes ojos negros.

—¿Por qué todo este asunto de Emma, de todos modos?

Me encogí de hombros, mi hombro golpeando el suyo.

—Bueno, cada vez que me daba la vuelta, los dos estaban juntos... y luego tú rompiste conmigo, bueno, ya sabes, rompiste el fingimiento...

—Exactamente.

Arrugué la cara. 

—¿Eh?

—Todo esto se estaba volviendo demasiado confuso. El detonante —dijo, y miró a las luces del puerto—, fue el día que me llevaste al hueco de las gradas. Pensé que querías estar conmigo de verdad. Entonces esa chica apareció, y de repente te estabas riendo y corriendo como si hubiéramos sido atrapados. Me di cuenta de que todo era un engaño para ser vistos. Y me sentí muy estúpido.

—No, no, no fue un engaño —le dije, tocando su brazo—. No sabía que alguien nos encontraría. Y realmente fui a ti por... desahogo. Mira, había leído en Internet que el beso era una buena manera de matar el estrés. Y me estaba volviendo loca por las cosas que Rachael había dicho.

El ABC de Como Besar Chicos (JungKook BTS) [LIBRO ADAPTADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora