Capítulo 1

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Miro la hora en el reloj de muñeca, aprieto los dientes y  acerco mi croquera junto a mi pecho y acelero el paso. No me había dado cuenta que el despertador no había sonado, estoy tan enojada conmigo misma. Todas las noches me dedico a comprobar la hora para no quedarme dormida y que no suene!.

No me gusta llegar atrasada a un lugar más aún sí es una clase con la profesora Clarisse Black, es una mujer de 40 años divorciada. Encuentra que en la actualidad los jóvenes están siendo muy vagos y holgazanes, todos le tienen miedo, ya que con solo mirarte es como si te estuviera hundiendo bajo tres metros de tierra.
Además no le gusta que personas incompetente lleguen tarde a su clase—no hay escusas—según sus palabras.

Le tengo mucho respeto, aunque sea su alumna favorita aún así no tendrá compasión de mí, sin embargo la comprendo haría lo mismo, pues no me gusta el retraso, con mis pensamientos a flor de piel y mis pasos apresuras por instinto, no me doy cuenta cuando caen todos mis documentos y mi cuaderno de dibujos de mi manos, me desespero. Ahora sí o sí no llegaré a tiempo a su clase, me levanto del suelo, limpio mis pantalones que se han raspado, cuando levanto la mirado me doy cuenta que no me he tropezado, nunca soy tan patosa, pero si me choque de frente con una persona específicamente un chico de la misma edad, debe estudiar aquí, ya que lleva su mochila y la insignia de la universidad, unos de los requisitos impuestos en la facultad es que podemos portar mochilas, bolsos de cualquier variedad, pero deben estar con la insignia correspondiente para identificarnos como sus alumnos-raro, pero efectivo--.

-Lo siento, no te vi chica- dice él, levanto la mirada y me topo con sus ojos azulados, son los mismos que tengo yo, pero en él se siente como si fuera un pozo profundo de azul, que te cautiva y te perderías en él, quito la mirada y vuelvo a ser consciente de los hechos, ya que estoy atrasada no tengo tiempo para llegar a mi clase, no quiero ser descuartizada por la Srta. Black. No respondo y comienzo a recoger mis papeles, además que debería responderle, gracias por botarme y tirarme los papeles por el suelo, ahora con mayor razón llegaré tarde al salón o mejor aún gracias por tirarme a los leones, no sé si saldré viva de allí.

-Te ayudo- dice luego que vio que no iba a responder, recojo todos los documentos y me levanto de manera rápida, pero al hacerlo él también se levanta con algunos documentos y ambos chocamos nuestras cabezas- Auh- me quejo y con mi mano libre presiono la zona adolorida --Genial, este día no podía ser peor-digo en voz alta pero con evidente sarcasmo, pero al mirar al cielo me doy cuenta que las nubes están muy oscurecidas, como si quisiera llover, en serio, justo cuando no traje mi paragua-divago en mis pensamientos-Es el día de joder a Jane.

Le arrebato mis papeles de las manos suyas y lo fulmino con la mirada, todo es su culpa o es una conspiración contra mí.

--¿Qué hice ahora?, te estaba ayudando chica del gorro. No le presto atención ni en lo más mínimo y sigo mi camino corriendo como loca poseída o como los estudiantes en esos días que en el casino dan hamburguesas gratis, aunque yo también me sumo pero a paso de tortuga.

Toco la puerta del salón y contengo la respiración, escucho como sus tacones suenan cada vez más cerca a la puerta, aprieto mis papeles junto a mi pecho, aunque ya deben de estar todo arrugado, esta profesora intimida y mucho-Debería ser un Comandante o un General Militar, ya que ni tendría que gritar con la mirada te haría polvo.

--Ah!...Señorita Dashner hasta que se le ocurrió aparecer, aunque usted nunca llega tarde, ¿Qué escusa dará como sus otros compañeros?- interroga con una ceja alzada, me da envidia, siempre quise levantar una ceja pero no puedo, la manera que lo hace ella no es para bromear, así que omito algún comentario fuera de sitio y respondo:

-No hay ninguna escusa señorita Black- levanto la mirada para ver su reacción y veo que la tomo por sorpresa, para que mentir si no me va a creer y además que doy asco mintiendo.

Sin PalabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora