(#2) Relájate,fiera.

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Suspire molesta—No me dejan hablar con extraños—excusé como un niña de cinco años.

Caminé con las manos en el bolsillo mientras el auto me seguía deslizándose suavemente por la carretera.

Se detuvo en seco aunque el motor seguía rugiendo suávemente,se bajó y me miró desafiante.
¿Acaso cree que me intimida?

—Está lloviendo mucho,podrías...

—¿Qué,irme contigo?— reí fuerte.

—Vaya,sin rodeos—se recargó en el auto.

—¿Sabes? Eso puede ser peligroso.

—¿Te preocupas por mi?—levantó las cejas.

—Claro que no,ni siquiera te conozco—me encogi de hombros.

—Podrías hacerlo.—me dedicó una sonrisa,y finalmente se fue.

Entré a la casa y me escabullí hacia mi habitación,tomé una ducha y me recosté.

Apenas se asomaba la noche, y hoy,era viernes. Pero así suelo pasar mis viernes.

Estaba a punto de quedarme dormida hasta que el timbre del móvil sonó.

—¿Si?

—Mad,tienes que venir.

Era Megan.

—¿Ocurrió algo?

—Deja de preguntar y ven ahora—susurró y colgó.

Me levanté vagamente,abrí mi armario y me puse lo primero que encontré.Y no es uno esos "lo primero que encontré" de las películas,en verdad era lo primero que encontré.
Salí por la puerta trasera para que nadie vaya a indagarme,por suerte la casa de Megan no quedaba muy lejos y podía caminar tranquilamente,las calles estaban desiertas, obviamente por el helado clima que había.
Al llegar toqué la puerta no una ni dos,sino tres veces. Valgame con esta mujer.

—Madison—me abrazó.

Estaba vestida como para una...

—¿Vas a una fiesta?

—Vamos a una fiesta.

—Oh no,me sacas de mi cálida cama con engaños...¡¿Para ir a una fiesta?!—me crucé de brazos y le di la espalda.

—Por favor Madison nunca te diviertes.

—¿Crees que la gente no se divierte si no va a fiestas o toma alcohol?

Negó con la cabeza.

—Bien—Suspiré resignada —¿No vas a dejarme en paz hasta que vaya,no es así?

Volvió a negar.

—Vamos que se hace tarde—sonrió y me arrastró hacia la habitación.

En quince minutos ya me había transformado,yo no dejaba de protestar por todo.No me gusta ir de fiestas,ni el alcohol,no tolero la música fuerte ni mucho menos los borrachos.
Subí a su auto de mala gana

—¿Podrías siquiera fingir una sonrisa?—rodó los ojos.

—Podría.

—Eres la mujer más aburrida del universo.—Volvió la vista hacia la carretera.

Seguía sin saber hacia donde nos dirigiamos,no conocía esas calles. Las casas eran bastante lujosas,al menos no me llevaría a un bar clandestino de por ahí.

—Mira,es esa casa—Señaló la mas grande de todas.

Aparcó en frente,estiró el brazo y abrió ambas puertas. Se podría oír la música desde el espacio.

—Por favor—me tendió la mano y sonrió.

Bajé del auto y caminamos con los brazos entrelazados hacia las puertas dobles,examiné el jardín rápidamente;
Era muy amplio y muy limpio,al igual que el exterior de la casa,blanco brillante. De la ventana se escapaban destellos de luces de colores,vaya fiesta.

Al entrar había tanta gente que obstruía el camino,dos chicas aparecieron haciendose un lugar entre la multitud.

—¡Megan!—chilló la rubia y la estrechó.—Soy Andrea—me gritó por encima de la música.

—Madison—sonreí y le tendí la mano.

Luego del saludo arrastró,literal,a Megan dejándome sola en la entrada,odiándola con todas las fuerzas. Era demasiado tarde para volver,no sabía donde estábamos,así que opté por la única opción que tenia;
Quedarme.
Me acerqué hacia un sillón vacío, pero antes que pueda tocarlo una pareja lo ocupó.
Para eso hay hoteles,chicos.
Rodé los ojos y divisé a lo lejos una escalera, me abrí el paso y en unos cuantos minutos me encontraba subiéndola,aún No sé que demonios estoy haciendo. Busqué a Megan entre todos pero era la aguja en el pajar. Suspire resignada y me senté en el escalón, entonces mi vejiga pedía espacio,Ustedes me entienden.¿Dónde voy a encontrar el maldito baño? Subí y fui por el pasillo de la izquierda abriendo puertas con desesperación. Finalmente,encontré el baño. El de hombres,pero era lo que menos importaba en este momento.
Entré al cubículo vacío, hice mis necesidades y salí.
Me lavé las manos y observé mi rostro:tenía maquillaje,pero no muy cargado,de hecho me gustaba.
Era un casa demasiado lujosa,quien sea que la ocupe tiene mucha suerte.

Salí por la puerta «Ni que fuera a salir por la ventana» y choqué con algo que me hizo retroceder.

—¡Maldita sea aclaré perfectamente que la fiesta era abajo!—Masculló molesto.

Me quedé estupefacta en mi sitio hasta que me animé a verlo a la cara.
Era el.
El idiota que hace unas horas me bañó en lodo.

—¿Tú?—me miró confuso—¿Qué haces aquí?

—¿Qué se supone que se hace en los baños?—respondí cortante.—¿Que haces tú aquí?

Pasó una mano por su cabello y suspiró—Esta...es mi casa.

—Oh.

—Oh.—imitó mi voz—¿No pudiste esperar y me seguiste hasta mi casa? —sonrió.

Además de imbécil,egocéntrico.

Quise salir huyendo de ahí,caminé chocando mi hombro con el suyo y salí. Sentía sus pasos detrás de mi.

—Era obvio que la fiesta está abajo,sino este pasillo sería testigo de cosas que nadie debería ver—murmuré.—pero no estoy particularmente interesada en una fiesta.—voltee bruscamente—y mucho menos en ti.

Levantó los brazos en señal de derrota—Relajate,fiera—bromeó.

¿Estaba bromeando conmigo? Rodé los ojos y me apresuré en bajar la escalera.
Corrí hacia la puerta con él pisándome los talones hasta que unas solteronas lo raptaron.

Sonreí victoriosa y salí hacia la calle.

Todo sea por Megan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora