Aunque intenté e intenté,no podía abrir mis ojos. No cedían,mi celular vibraba cada vez con más intensidad,sentía mi cabeza estallar a tal punto de suplicar que me la cortaran.
Me incorporé aún con los ojos cerrados buscando con mi mano el móvil,no costó demasiado ya que vibraba desesperadamente.
Apreté donde creí que estaba el contestador pero éste me jugó en contra y se activó el altavoz,habló una voz muy conocida para mi.
-Madison gracias al cielo que atiendes-habló la madre de Megan con un tono nervioso,se notó que había estado llorando ya que las palabras salían a raspones por su garganta.
-¡Monserrat!-intenté sonar alegre para tranquilizarle.
-Madison,ha ocurrido una tragedia.-comenzó a llorar
Me quedé estática por un momento. Un escalofrío recorrió toda mi espina dorsal,yo,Madison Luna tenía muchísimo miedo.
Restregué mis ojos con mi mano libre y poco a poco comencé a ver con claridad.
-Voy para allí,tranquila por favor-dije con un tono dulce.
-Cariño eres un sol-Sollozó-pero...yo no puedo-se quebró por completo.
Unas lágrimas comenzaron a deslizarse por mis mejillas,ella ha sido más madre que mi madre biológica. En éste momento desearia teletransportarme hasta donde estuviese.
Lentamente comienzo a abrir mis ojos ,aunque hubiera preferido no haberlo hecho.
Solté un grito ahogado,¡Madre superiora! ¿Dónde me he metido? ¡Santo cielo! ¡Estoy semi desnuda,en la cama con un grandísimo estúpido al que tal vez le haya entregado mi cuerpo!
Comenzó a removerse inquieto,miré atónita la escena,él abrió sus ojos y al verme sonrió.
-¿Madison,sigues ahí?
De este capullo me encargo luego.
-Sí,lo siento-murmuré sin apartar la vista de él.
Entonces,supe que debía saber lo que estaba sucediedo con esa pobre mujer y no mirar el torso desnudo de...
De pronto un recuerdo de anoche me invadió. Megan se largó sin mi,y yo pasé la noche con... Freddy.
-Monserrat,¿Qué está pasando? -me atreví a preguntar.
Freddy seguía poniéndose su ropa sin mirarme.
-Es Megan-lloró-está muy grave en el hospital,si no recibe el tratamiento adecuado ella podía...morir.
Una punzada en el pecho me hizo caer al suelo por el grado de dolor.
Sumándole el dolor de cabeza no pude volverme a incorporar,era un mar de lágrimas, de repente pasaron momentos fugaces que viví con Megan,mi única y gran amiga.
-Monserrat-hablé entre lágrimas aún en el suelo-¿En qué hospital esta y por qué no recibe ese tratamiento?
-Dinero,Madison.-Su llanto no cesaba pero era completamente justifcado.-Te mandaré la dirección por texto,por favor ven enseguida—suplicó.
-Reuniré todo el dinero que sea necesario-Afirmé y colgué.
No tengo idea de cuanto tiempo ha estado en frente mio tendiendome su mano,y tampoco sé en que momento he dejado de odiarlo porque acepté esa mano gustosa.
-¿Estás bien?-preguntó mirándome a los ojos.
Trazaba círculos en mis dedos intentado...¿Tranquilizarme? Como sea,lo estaba logrando.
Negué-¿No has oído?
-Oí fuerte y claro-bromeó-Sé que debes tener muchas preguntas dando vueltas por esa cabezota-dijo adivinando lo que pensaba-y te las responderé de camino al hospital.
Me quedé quieta procesando sus palabras,él me arrojó unos vaqueros negros y un buzo gris probablemente de alguna de sus exs,pero eso no me importaba,solo quiero correr como maniática a socorrer a mi amiga.
Rápidamente me vestí,como siempre no tenía opciones más que viajar con él,primero es por el hecho de no saber donde estoy,segundo es porque al tomar mi bolso noté que mi dinero desapareció. Y tercero,porque por primera vez era amable y educado. O eso creo.
Me arrastró-literalmente- por la gran escalera hasta llegar a su puerta,la casa estaba hecha un asco. Vasos y restos de comida por todas partes,personavtiradas en el suelo durminedo abriendo sus enormes y aguadas bocas.
Hizo unas señas hacia arriba y unas cuantas sirvientas comenzaron a bajar para limpiar todo el desastre. Pobre de ellas.
Abrió la puerto y jaló de mi brazo hacia afurrs y de un momento s otro me encontraba en un vehículo lujoso y espacioso,mi cabeza parecía titilar y mi vista se nublaba a causa de las lágrimas reprimidas. No quería llorar delante de...
-Soy Nathan.-contestó,de nuevo adivinando mis pensamientos,arrancó el auto y salimos de lo que creo ,un garaje.
Nathan. ¿Entonces por qué dijo que le llamara freddy? Eso no combina. Negué con la cabeza.
Mi móvil sonó ,recibí el mensaje de la dirección y sin más estiré mi brazo hacia el gps que se encontraba al centro,coloqué la dirección mientras sentía la mirada de Nathan sobre mi.
Volví a incorporarme en el asiento abrochandome el cinturón.
-Cuando era niño mi pelicula favorita era Freddy,mi madre la reproducia una y otra vez-Sonrió con melancolía-creo que esa es la razón por la que me llaman así-finalizó,y finlmente salimos rumbo al hospital.
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Todo sea por Megan.
Teen Fiction«Mi vida cambió,desde que puse mi firma en aquel papel. Ya nada sería igual,pues había firmado un castigo del infierno en vida»
