(#3) Puedes decirme Freddy.

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Me encontraba sentada en el césped de la casa del idiota que aún desconocía su nombre, y la verdad no estaba interesada en saberlo. Enredaba un mechón de pelo en mi dedo,y luego lo soltaba. Perdí la noción del tiempo,afuera estaba completamente iluminado por la luz de la luna,deberían haber pasado al menos 2 horas,Megan aún no aparecía pero disfrutaba la tranquilidad. La casa estaba a bastantes metros de aquí y por lo tanto la música se oía como susurros.
A mi izquierda había una especie de invernadero que me daba mucha curiosidad así que me acerqué para abrir la puerta.¡sorpresa!,no tenía seguro.

Un olor nauseabundo invadió mi nariz,instintivamente me eché atrás y saque todas las fuerzas de mi interior para no vomitar.
Por debajo de la puerta salían moscas,tengo que admitir que me estaba asustando demasiado.

Tomé una bocanada de aire y me dispuse a abrir la puerta,cuando alguien tocó mi hombro.

-Madre superiora casi me matas del susto imbécil-murmuré

-Claro,pude notarlo-sonrió y de repente se puso serio -¿Qué estas haciendo aquí?

-Yo...lo lamento-fue lo único que pude decir.

-¿Qué es es olor nauseabundo?-tapó su nariz respingada-¿No te enseñaron el cuidado de la higiene?-sonrió.

Ese olor nauseabundo viene de tu invernadero y no sabes qué es,claro yo nací ayer.

Rodé los ojos-¿Ya te hechaste tu polvo que vienes a molestar?-dije cortante.

-¿Celosa?-Se acercó.

-Para nada...imbécil.-sonreí

-Acabo de darme cuenta que jamás te dije mi nombre.-Abrió la boca para decir algo.

-Pues nada-le corté-no me interesa

-¿Por qué tienes que ser así?-suspiró pesadamente y volvió a la casa.

Bien,no me maten,quizá fui demasiado cruel. Pero también soy demasiado orgullosa como para ir corriendo a disculparme.

Ahora solo quedamos yo y las moscas.

Puse mi mano en el picaporte,lo giré y lentamente abrí la puerta. Tapé mi nariz con la mano y entré,todo era normal,había muchas flores y rosas de distintos tipos,un tapete gigante en el medio,pero el olor no cesaba. Quizás solo era de la vecina. Reí ante esa tonta idea.
Debía ir por Megan,supuse que lo mejor era esperar cerca del vehículo.

Caminé pasando por al lado de la casa,la energía que había era sorprendente,como si la fiesta recién acabase de comenzar. Crucé el portón blanco y me dispuse a sentarme en él capó del auto.

Pero el auto,ya no estaba.

No puedo creerlo,¿Cómo voy a regresar? Megan Brenet,te odio con la intensidad de cinco mil soles.
Maldita sea.
Lo único que podía hacer era pedir ayuda,pero no conocía a nadie y todos estaban borrachos,no me sorprendería que algunos hasta drogados.

Mi única opción era pedirle ayuda al imbé...al chico que acabo de rechazar. ¡Claro Madison te llevará con gusto después de haberle dicho imbécil!

Suspire y volví a entrar a la casa. No tuve que buscarlo mucho,estaba en el sillón que posteriormente habían ocupado los depravados,lo sorprendente es que no tenga una botella de cerveza como todos los demás,se le veía hasta triste.

Me miró con asombro cuando le llamé con la mano hacia afuera,giré sobre mis talones y salí.

-Bien-Comencé a decir-Lamento haberte llamado imbécil y...por meterme en tu invernadero-finalicé.

Abrió los ojos como platos-¿Has...entrado en mi invernadero?-Agaché la cabeza con fingido arrepentimieto-Ya,no te preocupes-Sonrió.

Bien,primer paso completado.

-Sabes,mi compañera...

-¿Quieres tomar algo?-interrumpió.

El bus para ir mi casa,por ejemplo.

-Claro-dije intentando sonar adorable.
Lo cierto es que acepté porque temía que no me llevase al momento de decírselo, Pero vamos...¿Qué tan mal puede hacerme una copa?

~~~

-Entonces...tan guapo y sin novia-reí,no podía dejar de reírme.

Él es taaaaan lindo.

-Madison...

-¿Qué?

-¿Estas borracha?-dijo conteniendo una risita.

Cuando se ríe,se ve mas lindo.

-Claro que no.

Reí a todo pulmón,como si mi vida dependiera de ello.

-Claro que si-Tomó mi mano-hora de dormir.

Momento. Ésta no es mi casa. Falta alguien. Me falta alguien. ¡Mi conejo Barney!

-Barneeeeey...¿Donde estás?,mamá y papá dijeron que estaaaabas de viaje,¿Cuando volveraaaas?-Canté.

No se como llegué hasta aquí,pero estaba en una cama grande,con él.
Y muy borracha.
Con...

-¿Cómo era tu nombre?-Voltee y lo abracé.

-Caray hueles a menta-hizo una mueca de asco-Puedes decirme Freddy.

Freddy.

-No preguntaré por qué-Me acerqué a su hermoso rostro...jaaa!-Estoy segura de que vas a aparecer en mis pesadillas -solté una sonora carcajada.

No alcancé a oír lo que me dijo,caí en un profundo sueño.

Todo sea por Megan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora