Esa mañana no pude trabajar mi mente volaba a toda velocidad, miles de cosas, escenas volvieron a mi. Es que ¿Nunca podré tomarme las cosas a la ligera? ¿Porqué siempre mi maldita manía de pensar y pensar?
Ian es perfecto no tengo dudas de que a su lado seré muy feliz, pero es que hay algo dentro de mi que siempre me frena a tomar cualquier decisión. Es este miedo a dejar de existir a que un día el se despierte a mi lado y se de cuenta de que no me ama más. Por más que quiera y lo desee no puede dejar de sentir esto.
¿algún día volveré a ser la Ana de antes?... No. Eso lo tengo claro, el que este hombre apareciera en mi vida de la noche a la mañana e hiciera que surgieran en mi nuevamente tantos sentimientos, hizo que mi vida sea un caos total. Aveces quisiera volver a esos días en donde sólo funcionaba por inercia, donde mi única preocupación era terminar la universidad y conseguir un buen trabajo.
Amó a Ian de eso no tengo dudas, pero no puedo evitar pensar en mi pasado, lo deseo con todo mi ser pero no puedo olvidar ese dolor.
Se que la propuesta de esta mañana Ian la hizo desde el fondo de su alma, se que lo desea y eso hace que mi dolor sea más grande. Le he dicho que esta noche recibiría mi respuesta. Y ya la he tomado. No quiero lastimarlo, menos decepcionarlo.
Al salir de Children's mi hermoso novio me esperaba en su camioneta para que fuéramos juntos a cenar, pero esta vez yo seré la encargada de elegir el lugar, se que lo sorprendere pero que le gustará. En una hora nos encontrábamos estacionado su camioneta en una plaza de un barrio tranquilo a las afuera de chicago. Al llegar al local Ian me miró y sonrió
-Eres extraordianria- dijo posando sus labios en los míos.
-Espero que te guste hacen la mejor comida mexicana que hayas probado- dije devolviendole su beso.
Mientras degustabamos nuestros tacos súper picantes sentados en los bancos de una plaza ubicada al frente del local Ian me miro y supe que necesitaba oir mi respuesta.
- se que la propuesta que me haz hecho ha sido sincera y que lo deseas de verdad y quiero que tu sepas que me haces inmensamente feliz al querer compartir cada día con migo. Pero... esto es muy difícil para mi sólo quiero que puedas comprenderme- Ian me miraba expectante pero con un eco de tristeza en sus ojos. Sabía mi respuesta y se que no lo alegrará
-Ana eres la mujer que siempre soñé, se que a lo mejor es una decisión apresurada pero yo no dudo de mis sentimientos hacia ti. Pero si para ti es muy pronto lo entenderé aunque no me agrade la idea de no tenerte cada mañana junto a mi en mi cama -dijo guiñandome un ojo lo cual hizo que me sonrrojara- lo entenderé Ana no quiero que te sientas presionada en lo absoluto yo te esperaré el tiempo que sea necesario.
No dejó que dijera más nada sólo terminamos nuestra cena mientras charlabamos de nuestro día en Children's fue una gran noche y sin dudas yo me tranquilice luego de ver que no lo había decepcionado y que nuestra relación seguía creciendo y lo seguirá. No tengo dudas de que Ian será mi salvación. Una semana mas de trabajo y el mes se estaba terminando pronto será la cena del Día de Gracias viajare a visitar a mi madre ya se lo he prometido y como justo es fin de semana largo aprovechare para estar dos días en casa y podré disfrutar de su compania tengo tantas cosas que contarle. Esta tarde Helena me acompañó a comprar mi pasaje ya que no logre hacerlo por Internet, definitivamente la tecnología y yo no somos para nada buena combinación.
Luego llegamos a nuestro apartamento y mientras preparamos nuestra cena, que sería enlada por supuesto, disgustanamos de un exquisito vino que Bruno le regaló a mi amiga. Mientras nos encontrábamos charlando muy a gusto sobre cosas de la vida sobre cosas que hicimos miéntras íbamos a la universidad, llorabamos de risa por tantas cosas que nos han pasado. De repente sonó tres veces mi celular lo cual indicaban que eran tres mensajes de textos. No le Di importancia ya que nuestra conversacion estaba muy entretenida pero mi celular seguia sonando y me preocupo quizas sea Ian o mi madre aunque era extraño que no llamaran, tomo mi celular y veo que eran 8 mensajes de textos de un número desconocido al abrirlos mi cuerpo empezó a temblar por completo y mi llanto era incontrolable todos mis temores aparecieron a invadir mi vida y a arruinar la poca tranquilida que aún me sostenían en pie.
