Capítulo 3
Es que este sujeto guau... es... es... es... ¿cómo decirlo?..... muy lindo, es más decir muy lindo creo que es poco, no sé si es el efecto de los Blue Beach que me he tomado, o de verdad es mucho más que lindo, tiene ese rostro que no vez todos los días por la calle, un rostro perfecto... según lo que puedo visualizar con las luces del club, las cuales no me dejaron ver bien sus ojos, igual que sea extremadamente lindo no me hará olvidar el golpe que me dio lo mire muy enojada y le grite:
-¿Qué te sucede? Auuch...- tome mi pie me dolía mucho
-necesitas que vean tu pie- me dijo
-no me toques, no necesito tu ayuda, deberían sacarte de aquí, ¿acaso no sabes comportarte como una persona decente?- el me miro y me dijo
-hey ya me disculpe ciento de veces, deberías ser más amable y aceptar mi ayuda, no lo hice intencionalmente
-¿me golpeas y debo ser amable contigo?
-te he pedido disculpas, te he dicho que no fue intencionalmente, no deberías ser tan histérica.
¿Histérica?, ¿yo histérica?, pero quién demonios se creía este sujeto
-¿Quién diablos te crees que eres para hablarme así?....
¿Que? No puede ser ¿se fue?, me golpea, me habla así, y ¿se va?,
-ufffffsss- estaba muy enojada quise levantarme, no pude me dolía mucho, volví a sentarme y trate de tranquilizarme, no podía permitir que ese sujeto, sea quien sea arruine mi noche y mi cumpleaños.
Pero es que estaba tan enojada, no podía creer que se fuera y me dejara ahí hablando sola.
En un nuevo intento por volver a pararme alguien me sostiene del brazo, miro a mi lado, era el nuevamente, ¿Qué hacía aquí?
-siéntate, es obvio que no puedes mover ese pie- me dijo al oído
Me senté porque era cierto, él se arrodillo enfrente y tomo mi pie, quise negarme y me miro levantando una ceja
-vamos no te enojes, es solo un poco de hielo te hará bien- se había ido a buscar hielo, me sorprendí
-¿Qué no me enoje? eres un salvaje... por cierto no sé porque aun no han venido a sacarte
-¿quieres que me echen?-pregunta sonriendo, no seque es lo que le causa risa
-es lo que deberían hacer
-llámalos entonces
-no sé qué es lo que te causa tanta risa
-tú
-¿perdón?
-tú, es que hacía rato que nadie se enojaba tanto con migo
Simplemente lo mire, esto era raro, no sabía que decir, es que estaba furiosa pero a la vez tenía ganas de reírme.
-soy Ian- dijo tendiéndome la mano
-Ana- le di la mano- ¿Qué nombre es ese?- no me había dado cuenta que lo dije en voz alta hasta que vi su sonrisa, por favor... no podía dejar de mirar esa perfecta sonrisa, y sin darme cuenta yo también le estaba sonriendo
-creo que no es el lugar para ponernos a hablar del origen de nuestros nombres- me contesto gritando
Los dos nos quedamos mirando por ¿cuánto tiempo? ¿Segundos? ¿Minutos?, no sabría decirlo, solo sé que fue algo incomodo..
