CAPITULO CINCO

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(HADES)

Como es posible que solo con poner una mano con sangre se rompa la piedra. - ¿Que esta pasando? - Le pregunto asustado.
- Nada malo no te preocupes sigue manteniendo la mano colocada en esa posición. - Le hago caso y mantengo la mano apretada, pero de repente la raja se abre mas y más hasta que retiro la mano. La raja a dejado al descubierto algo como un baúl.
- Mete la mano y saca lo que hay. - Me dice con voz imponente, así que lo hago sin rechistar. Cuando saco por completo la mano veo que tengo en ella una funda igual que la que envolvía las espadas, pero esta vez lo de dentro es blando, le quito los restos de pajas que se han quedado pegados en ella y ... .
- ¿ Qué es esto ?, ¿ Para que lo quiero ? -
- Estiralo en el suelo. - Lo estiro y veo que es una chaqueta larga de color negro, al tocarlo me doy cuenta que tiene partes de metal, así que es pesada. Debajo de la chaqueta hay un pantalón negro con rodilleras de metal y un tipo enganche para una daga en el lado de la pantorrilla derecha.
- ¿Te gusta? -
- Si, pero por que me lo vas a regalar pudiendo quedartelo tu. -
- Por que era de tu padre. -
- ¿Por que tienes todo lo suyo? -
- Por que me lo encargo para algún día darte lo a ti o a Zeuz quien fuera capaz de abrir el cofre. - Me responde.
- ¿Para que me va hacer falta esto si no se usar las espadas? - Me ignora y mete la mano en el cofre, cuando termina de rebuscar saca unos carcaj para espadas.
- Pon te el traje, rápido. - Me dice con voz exigente. - Lo hago, se coloca detrás de mi, noto que hace fuerza contra mi espalda y me dice. - Cierra los ojos. - Los cierro y noto como se aleja de detrás de mi. Voy a abrir los ojos poco a poco y oigo decir a lo lejos a mi tío. - No les abras. - Les vuelvo a cerrar y me relajo. Noto que me empuja y me voy moviendo hacia delante.
- Ya les puedes abrir. - Al abrirlos veo como un espejo raro, como si fuera agua colgando de dos ramas hasta el suelo.
- ¿Qué es esto? - Pregunto con curiosidad.
- Es un espejo que lo puedes traspasar, pero si le traspasas te enfrentaras a tus mayores miedos y no sera fácil librarte de ellos. -
- ¿Y para que quiero enfrentarme a mis miedos? -
- Entra y lo sabrás. - Decido entrar sin mirar a la cara a mi tío para no demostrarle que estoy un poco aterrado.
Al entrar me encuentro a oscuras, tras un tiempo de espera se oye un estallido de delante mio...

CAZA MONSTRUOS (LOS DOS MUNDOS): SOY EL INFIERNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora