There's a feeling inside of me, I can't explain it. La realidad en aquellos momentos se me vino encima, ella estaba despertando algo en mí, y sentía que ya no podría hacer nada para detenerlo. Todos los días sin falta recibía de su parte un par de besos obligatorios, uno cuando subía al autobús y el otro cuando descendía de él, así fue toda una semana, hasta me comencé a acostumbrar a las burlas y a las palabrotas en mi contra, así que cuando menos me di cuenta ya la estaba buscando a la hora de nuestro receso y la llevaba conmigo lejos de sus amigos, entre los cuales seguía estando Kylian; Fátima claramente me odiaba, no era para menos pero eso no me importó nunca. En realidad la llevaba lejos de todos, justo en el pasillo cerca de la biblioteca, donde nadie se paraba; ahí, su aroma a frutas me envolvía y nuestras manos se fusionaban, pero apenas pasaban esos 20 minutos, estábamos de vuelta en la realidad como si nada pasara. Hubo un día en especial que ella no quiso ir a nuestro lugar secreto pues quería jugar con sus amigos. No me opuse y ella regalando un beso a mi mejilla, salió corriendo. La seguí de lejos y pasé frente a su grupo de amigas para ir por un balón de fútbol; incluso Kylian me miró raro cuando me crucé con ellos.
-Es un tarado, en verdad no sé cómo se te ocurrió regresar con él- Escuché decir a Gabriela quien me regalaba un gesto de odio.
-Gaby, por favor- Pedía ella.
-Ella tiene razón amiga, pero bueno... uno no puede llevarte la contra- Le dijo Fátima.
-Hey chicas, paren, si Arotzia está con él es porque lo quiere realmente- Dijo un amigo de Kylian y eso bastó para que los mirara, Arotzia le daba la razón al chico y desaprobaba las expresiones de sus amigas. Pensando aquello, fuí a recoger el balón y entregarlo a mi equipo, Neftali no tardó en recordarme ciertas cosas.
-Oye René, ¿Acaso esa chica ya terminó con lo suyo? ¿Por qué hoy no te desapareces?-
-Cállate, ¿Qué no ves que la nena está cada vez más buena? Ha comenzado a crecer y a adelgazar, cuando esté en su peso va a tener un cuerpazo que todos vamos a babear, ya la tengo bien revisada- Le contestó Alejandro mientras mis mejillas se sonrojaban.
-Pues entonces deberías llevarla a la plaza mañana con nosotros, así la conocemos mejor- Dijo Neftalí.
-No, ya sabes que ella no se va de pinta, estaré loco si se lo pido-
-Bueno ¿Y tú qué sabes? Oye, se recortó la falda, su chaleco ya queda acentuado a su cintura, quizá la has vuelto toda una niña mala- Me dijo Alejandro.
-Bueno ya, dejemos de hablar de si la nena está buena o no, finalmente ya se las ganó René- Contestó otro de mis amigos, Luis.
-¿Qué no has escuchado que entre amigos todo se comparte?- Bromeó Neftalí mientras yo le sonreía, aquello si me había gustado, sobre todo porque la novia de Luis era de tercero y una de las más guapas de su generación. Sin embargo el interés por el fútbol nos ganó y terminamos más peleados por el balón que por las chicas.
Cuando abrieron las puertas de la escuela para que pudieramos salir, pude vislumbrar unos pasos adelante de mí a Fátima y Arotzia, la primera le decía algo a su acompañante, así que me acerqué un poco.
-Estás demente, Fati, eso no puede ser cierto- Decía Arotzia.
-Mira Aro, si tu no te das cuenta, los demás sí, le gustas, se nota a kilómetros, por favor date cuenta, el cómo te mira y lo que hace cuando estás cerca-
-No, ya te dije que no puede ser, es mi mejor amigo, además recuerda que tiene novia-. Luego de eso, corrieron hasta la tienda de dulces mientras yo me dirigía del otro lado a comprar una bebida. Tenía dos opciones, en realidad no sabía cuántas opciones, ella tenía muchos amigos varones en su salón y había dos o tres que ella quería como sus hermanos, así que no estaba seguro de quién se trataba. Luego de eso corrí hasta el autobús donde Kylian tenía el gesto pensativo, fruncí el ceño y me senté a su lado.
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Our broken story
RomanceLa historia del primer amor, no siempre es dulce y tierna. --------------------------------------------------------------------- Sus miradas se habían cruzado varias veces; habían intercambiado un par de palabras altisonantes, sus risas se habían co...