Capitulo 2

284 21 45
                                    

Me aparte de inmediato, no quería que Toma me besase ya que para mi, ¡era alguien que estaba empezando a conocer!

Toma: ¡Lo siento!-Se le veía realmente preocupado, como si una acción como esa se pudiese llevar a cabo realmente de forma inconsciente.- Perdóname, no quería incomodarte-dijo levantándose rápidamente de la cama- perdón, no pensé en lo que estaba haciendo simplemente... me deje llevar.

-No, no pasa nada, da igual...-Quería dejar ese ambiente incomodo atrás, de modo que, por mucho que tuviese días libres en el trabajo pensé que ir a trabajar hoy seria una buena idea, no solo por dejar de estar a solas con Toma sino que también para empezar a integrarme en mi vida, de la cual, yo no sabia nada...- Toma, me gustaría ir a trabajar hoy, después de haber hecho siesta ya me encuentro mucho mejor.

Toma: -¿Segura?No tienes que forzarte a trabajar si aun estas mal, yo puedo cuidar de ti, aunque si deseas ir al trabajo llamare a Waka (Jefe del Meido no Hitsuji) y le preguntare si alguien ya te substituyo.

Asentí con la cabeza y el de inmediato llamó. En ese momento se me ocurrió una idea que no se me había pasado antes por la cabeza, ¿Y si Toma era mi novio? Me quede perpleja, si era así seguramente habría notado algo raro en mi y eso explicaría su comportamiento tan extraño.¿Debía intentar preguntárselo de forma indirecta? Pero si lo hacia, se daría cuenta enseguida de que algo en mi fallaba... Decidí intentarlo de todos modos, debía intentar recordar fuese como fuese y el único modo que tenia de hacerlo era preguntándole.

Justo en el momento en que pensaba en eso, me percate de que había un diario en la estantería que tenia en la habitación. ¡Perfecto! Eso me daría muchas pistas, pero delante suyo no podía abrirlo y leer como si nada.

Toma: - Waka-san dice que no hay problema, que Ikki-san iba a cubrir tu parte en el trabajo pero que si ibas, iría mucho mejor ya que nadie había podido substituirte. Tengo que admitir que me alegra que decidieses ir a trabajar hoy, tuve que pedir el día libre para estar a tu lado, así que ahora podre trabajar también.- Dijo sonriéndome.- Y sobretodo no te esfuerces demasiado.-Me acarició la cabeza suavemente- Yo estaré allí para lo que necesites. ¿Vale?

-Muchas gracias Toma.- Se me ocurrió la excusa perfecta para echarlo de mi habitación-Debería cambiarme de ropa, ¿Te importaría salir un momento?

Toma:- Claro, ahora salgo, es mas, ¿Nos vemos en el trabajo? Así podre pasar por mi casa y coger unas cuantas cosas.

-¡NO!.-Casi grite, intente cambiar mi tono de voz ya que Toma se quedo muy sorprendido.- Por favor, si no es mucho pedir, vayamos juntos hacia el trabajo, no quiero ir sola...- Seguro que sonó muy raro y fuera de lo común pero no me quedaba otra, si no me acompañaba él, no tendría ni idea de como ir. Era mi oportunidad para aprenderme el camino hacia allá.

Toma: -¡Claro!-Se le veía muy alegre, vi como se sonrojaba un poco, ¿acaso le había hecho feliz mi petición?- Iremos juntos si así lo deseas, entonces, iré a mi casa ahora y luego rápidamente paso a buscarte ¿Te parece bien? Te prometo que no tardare mucho, que en una hora empezamos y deberíamos llegar diez minutos antes.

-De acuerdo.-¡PERFECTO! No solo me acompañaría sino que encima disponía del tiempo suficiente como para leer el diario.- ¡Hasta ahora!

Toma: -¡Hasta ahora!

Se despidió muy feliz y se marchó rápidamente. Me vestí lo mas deprisa que pude para poder leer el diario. Fui a cogerlo y vi que tenia un candado ¡Eso si que no me lo esperaba! ¿Donde debía estar la llave? Busque por todos los cajones, los armarios, hasta en el bolso y nada, sin darme cuenta había estado mas de un cuarto de hora buscando la llave, Toma no debería tardar mucho mas a volver, ya que en veinte minutos teníamos que estar en el "Meido". Vi que en la entrada había una cajita, donde estaban las llaves de casa y también una llave pequeña que no estaba en el llavero de las llaves principales. La cogí y fui directamente a la habitación a intentar abrir el diario, y efectivamente, ¡Se abrió, al fin!

Amnesia laterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora