Capitulo 5

32 3 4
                                    


Me encontraba en el patio de mi casa, sentada sobre el pequeño medidor jugando con Marti, verla sonreír me hacía sentir de algún modo más cómoda y tranquila.

Creo que debió haber pasado como unos treinta minutos, cuando salieron de la casa de enfrente Matías y Renata, les sonreí, un poco nerviosa, pero traté de que no se notara... se acercaron, el me miró y sonrío al hablarme.

-Oye, Alex, iremos al SkatePark, ¿vienes? –Escuché que me habló y un poco cohibida le respondí asintiendo acompañado de un amble "Sí". Me levanté y camine a mi casa para pedir permiso y arreglarme un poco, me miré en el espejo y sonreí satisfecha al verme vestida como "chica ruda", pues llevaba jeans negros, mi camisa a cuadro y unas vans.

Caminamos a tomar la micro, creí que me iría sentada sola, así que tomé mis audífonos, pero para mi suerte los cinco asientos de atrás iban desocupados. Los tres nos sentamos ahí, ellos hablaban y hablaban... Seré honesta, estaba un poco incomoda porque no sabía exactamente que comentar a sus conversaciones, el silencio era nuestro amigo, nos bajamos en las calles Chacabuco con rengo para así llegar a víctor lama ,después de un momento,gracias al cielo llegamos.

El parque Ecuador, hermoso como siempre, fresco, lleno de naturaleza, verde por todos lados... nada comparado a la ciudad. Nos sentamos con Renata tratamos de conversar, pero parece que lo nuestro no son las palabras. Transcurrió un rato desde que Matías fue a patinar y yo me quedé aquí en este juego de "quien mantiene por más tiempo el silencio", sarcasmo. El volvió, sonreí por inercia, vi que le presto su tabla a su hermana mayor, se sentó a mi lado mientras ella se lanzaba de una pequeña cuesta en donde cayó un par de veces, aún así seguía intentándolo hasta que le dio resultado... ¿y yo? Bueno yo guardé su celular.

Llego mi turno, había patinado un par de veces pero sabía que esta vez algo malo ocurriría -¿Eres gufi? – ¿Gufi? Que demonios es eso, ni que fuera el mono animado de Disney, no supe que responder a eso, solo me encogí de hombros y sonreí algo nerviosa. Hace bastante tiempo no lo hacía la ultima vez, recuerdo haber caído del logboard de mi amigo nicko, esta vez era diferente, era mi turno, debía lanzarme pero saque mi lado de nenita con susto

-¡No, espera!, no puedo hacer esto, me da mucho miedo- que cobarde Alex por Dios.-

-Tengo una idea – habló el cabeza de rulos- yo tomaré tu mano y te iras deslizando, luego lo haces tu sola ¿vale? – Asentí a su propuesta, su cara esta frente a mi, mis manos sujetadas por las suyas. – ¡Flecta las piernas!- cerré mis ojos y me vi en vuelta en un vergonzoso episodio, yo en el suelo con mi peor cara fingiendo una risa, Matías persiguiendo su skate, algunas personas mirando.

Que te trague la tierra, decía como de costumbre la voz que llevo dentro, luego de un rato compramos bebida, no ocurrió nada interesante, bueno, tomamos bebida de la misma botella ¿Eso cuenta?.

Ya era tarde, regresamos a nuestras casas, creí que sería el fin del día, pero estaba equivocada, mi mamá me esperaba fuera con copo

- Podrías sacarlo a pasear un ratito – el perro me miraba con unos ojazos y movía su cola de un lado a otro, tomé la correa y caminé hacia la esquina.

-¿Te acompaño?

- Si tú quieres- Íbamos en silencio, hasta que mencioné mi "hermosa ", sarcasmo, caída

- ¡No me ayudaste!- solté esas palabras acompañadas de risa

- Casi matas a un niñito – hizo gestos con sus manos

-¡No importa!, yo quedé con una costilla adolorida – toqué la mencionada y noté que estaba un poco mas a fuera de lo normal, llegamos hasta la laguna, de noche realmente es hermosa, nos sentamos en su skate y charlamos era la escena perfecta, nos mirábamos y solo sonreíamos ¿y copo? Bueno mi amigo perruno jugaba con otro perro a quien se comía un zapato abandonado.


Mi nuevo vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora