Alexandra se sentía en las nubes, el día de ayer había sido el momento más bonito de todos, andaba con esa estúpida sonrisa, de esas que no se borran con nada.
-Andas muy contenta – Ella asintió
- Ayer lo pasé de maravillas, es muy buena la banda en vivo – Mintió, con suerte canto un par de canciones, el resto de la tarde solo eran muestras de afecto.
- Me imagino que si – respondió su madre, mientras Alex preparaba su café con tostadas- ¿Saldrás hoy?
- si, saldré por allí supongo – le sonrió más amplio aún y se fue directo a su habitación con su desayuno, no podías describir lo que sentía, ni si quiera podía escribirlo, siendo que ella todo lo que sentía lo expresaba tomando un papel y lápiz, por algo había llenado ya cinco libretas que eran su Diario de Vida.
Horas más tardes-
- Hola
- Hola bonita – Se estremeció
- ¿Cómo estas novio? – Envío muchas risas después de preguntar eso.
- Estoy entusiasmado por verte nuevamente, ¿y tú novia? – se parecía ya a los personajes de papá a la deriva esa telenovela del canal 21
- en las mismas – respondió – Ya quiero verte ruloso bonito
- Pues abre la puerta – su corazón palpitaba a más no poder, de nervios, de ansias, de todo un poco, su vientre más bien era una juguera, corrió a la puerta y salió de su casa, nadie sabía lo suyo, lo besó discretamente en los labios mirando de un lado a otro fijándose en que nadie los hubiera visto
- ¿Que haremos hoy?
-Lo que tu quieras hacer – sus mejillas se sonrojaron.
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Mi nuevo vecino
Teen Fiction- " Si sumas todas las estrellas del cielo, todos los granitos de arena en los océanos, todas las rosas en el mundo y todas las sonrisas que haya habido en la historia del mundo, Empezarás a tener una idea de cuanto te quiero..."
