CAPÍTULO 4

125 13 0
                                    

(POV CECILIA)

Rick y Kate ya le han explicado a la señorita Bella, mi tutora del orfanato, que me voy a quedar con ellos unos días, según ellos, aunque yo sigo empeñada de que solo me quedaré un día.

Ya estábamos en el coche de Rick, yendo hacia su casa, el coche era bastante amplio, no sabría deciros la marca, pero si que es un coche muy caro, se nota que al ser un escritor famoso gana mucho dinero.

De camino me hacen bastantes preguntas sobre el orfanato, mis notas, mis amigos... La verdad, parecía que se preocupan por mi, y, por un momento, sentí que tenía una familia.

Al llegar al edificio donde está su loft, estaba lloviendo así que sacaron unos paraguas del maletero para taparnos. Al llegar arriba era un pasillo bastante amplio y bonito si así era el pasillo, no me podía ni imaginar cómo sería la casa.

Por fin mi espera termina y abre la puerta dejándome entrar la primera. Todo era impresionante. Me había quedado embelesada con la casa y no me había dado cuenta que una señora de pelo corto y pelirrojo, con tacones algo altos y unos pantalones con una camisera a juego venia a saludar.

-Ey, ya llegasteis, por fin... - se da cuenta de mi presencia - ¿y quién es esta niña tan guapa?

-Ella se llama Cecilia y se quedara unos días con nosotros, mama - le dice Rick y ella me sonríe.

-Podéis llamarme Cez, no me gusta que me llamen Cecilia.

-Así que Cez - oigo una voz bajando desde las escaleras.

(POV ALEXIS)

Estoy en mi cuarto y oigo como mi abuela habla con alguien me imagino que será que mi padre y Beckett ya han llegado. Cuando estoy bajando las escaleras veo una niña, debe tener una 15 años. Es de pelo corto y marrón con reflejos rubios y con ojos marrones oscuros. Me pregunto quién será.

-Podéis llamarme Cez, no me gusta que me llamen Cecilia - dice la pequeña. Así que Cecilia se llama, bueno Cez como a dicho ella.

-Así que Cez - la digo mientras bajo por las escaleras. - Hola Cez, me llamo Alexis.

-Ella es mi hija - dice mi padre. - Alexis, Cez se quedara unos días aquí, en la habitación de invitados.

-Sí, por supuesto, ahora se la preparo - me dirijo a Cez. - ¿Me ayudas?

-Claro

***

(POV CECILIA)

La habitación de invitados era más pequeña que todas las demás de la casa, pero aun así era más grande que la de mi orfanato. Tenía las tres de las paredes de color blanco y un color vainilla. En el centro había una pequeña cama, que no tenía mantas puestas; y al lado una mesita con una lámpara de color vainilla también. En uno de los laterales de la habitación había un armario de madera bastante grande y en el suelo una alfombra con dibujos de flores. Era muy bonita y acogedora.

Mientras observaba la habitación me di cuenta de que Alexis traía las cosas y no yo sabía que tenía que hacer, así que la pregunte.

-¿En qué puedo ayudar? - la pregunto.

-Vamos a hacer la cama, ven - me contenta con una sonrisa.

Empezamos a hacer la cama y ella comienza a hablar preguntándome cosas parecidas a las que me habían preguntado su padre y Kate en el coche.

-¿Tienes 15 o 16 años, no? - me pregunta.

-Sí, acabo de cumplir los 15 hace dos semanas.

-¿Y qué tal en el instituto?

-Muy bien, saco todo nueves y dieces - le respondo y ella me sonríe.

-Entonces te pareces a mi cuando yo era de tu edad. Solo que tú no tienes un padre que te ofrezca alcohol - las dos nos reímos pero pronto mi cara cambia a tristeza y ella lo nota. - ¿Pasa algo?

-No es nada - le contesto y pongo una sonrisa triste.

-¿Puedes contármelo si quieres?

- Solo es... que... yo no tengo padres... - le digo lo que ella se sorprende pero pronto pone una pequeña y dulce sonrisa.

-Si lo que te preocupa es que no tienes familia, que sepas que aquí tienes una - me dice y me abraza. Yo solo la sonrío y la devuelvo el abrazo.

***

Nos quedamos mucho tiempo hablando. Le conté sobre el orfanato y que los mayores eran muy malos con los pequeños y los pequeños todos unos revoltosos. Pero no le gustaba porque no había ningún niño, ni niña, de su edad. También la conté sobre Henry y me dijo que quería conocerlo, que por como hablaba de él parecía un niño muy simpático. Ella me hablo de que estaba estudiando, y la verdad me pareció una carrera muy interesante. También me habló sobre su vida en general, ya que ha sido algo complicada teniendo un padre famoso y despreocupado y que fue como criarse sola hasta que Beckett llego a la vida de él. Me dijo que si necesitaba algo sobre cualquier tema que se lo dijera y yo solo le di las gracias.

No había tenido ninguna amiga así nunca, las pocas amigas que había tenido en su vida fueron cuando era pequeña ya que en el orfanato las adoptaron a todas las demás. Ella solo fue saltando de casa en casa porque ella solo quería que fuere su verdadera familia a buscarla pero cuando se dio cuenta que nunca irían a buscarla ya era demasiado tarde. La gente no quiere adoptar a niñas mayores, solo a los pequeños. Y los que se quedaban normalmente era porque eran muy revoltosos o que tenían el mismo problema que ella.

-Cez - me dice Alexis sacándome de mis pensamientos - ¿te encuentras bien?

Yo la asiento con la cabeza y la sonrió.

-¿Tienes hambre? ¿Qué tal si bajamos a comer algo? - me pregunta.

-¡Sí! ¡Tengo más hambre! - la respondo y ella se ríe con mi reacción.

-Vale, pues vamos.

(POV BECKETT)

30 minutos antes

Las chicas acaban de subir a preparar el cuarto, Cez se parece mucho a Alexis seguramente se lleven bien.

Castle, Martha y yo nos dirigimos a la cocina para poner algo de cenar.

-¿Y qué paso al final con la mujer del balcón? - nos pregunta Martha.

-Ella se llama Milah Gold, su novio, el Sr. Jones, tiene cuartada, ya que estaba en el muelle trabajando. Le enseñamos el dibujo técnico de Cecilia y dijo que ese era el ex-marido de ella, Robert Gold. Ella se quedó con su apellido después de separarse de él - la contesto, resumiendo un poco todo.

-El ex-marido lleva desaparecido desde ayer. Uno de los vecinos vio como recogía sus cosas y se iba en su coche - siguió contando Castle.

-Hace un rato encontramos el coche abandonado a las afueras de la ciudad. No sabemos dónde ha podido ir. Pero el Sr. Jones nos ha dicho que tiene una casa de verano en Storybrooke, Maine. Tal vez le encontremos allí - termine de contar yo.

-Pero... ¿os dejaran ir a allí sin saber a ciencia cierta que él es el culpable? - no pregunta Martha que estaba empezando a sacar ya la comida del frigorífico.

-No lo sabemos. Pero creo que al final nos dejara ir para hacer justicia a esa mujer - la respondo yo.

Dejamos la conversación y nos ponemos a cocinar. Cuando ya casi habíamos terminado, bajaron las chicas.

Historias CruzadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora