Jack
Luego de haber escuchado la conversación de la rubia y la pelirroja, salí corriendo de la academia para volver a casa.
Al llegar saludé a Norte y a Conejo que estaban allí en la sala principal, para luego ir a mi cuarto y echarme en mi cama.
¿Cómo es posible que le guste Haddock? Osea, ya, es guapo, por algo está entre nosotros, pero, ¿por qué? Se supone que ella debería estar enamorada de mi, no de él. Agh, no sé que voy a hacer.
-¿Con quién hablas, Frost? -dijo Hiccup entrando en mi habitación.
Lo miré horrorizado. ¿Lo había dicho en voz alta?
-¿Qué escuchaste? -dije sentándome en una orilla de la cama.
-Todo -dijo riendo- ¿así que la pequeña rojiza gusta de mi? -dijo con aire orgulloso.
-Lo dudo -reí para luego rodar los ojos.
-Tú dijiste que las habías estado espiando, ¿acaso no es eso lo que dijo?
-No...bueno, sí, pero se supone que yo debería gustarle, no tú -dije cubriendo mi rostro con mis manos para enseguida dejarme caer en la cama.
-¿Estás diciendo que las chicas no deberían gustar de mi? -dijo incrédulo.
Me asusté, ese tono no lo usa con frecuencia, esta dudando de que lo digo sin maldad...
-N-No, no es eso lo que quise decir -lo miré y me levanté para acercarme a él.
-No, entiendo todo perfectamente -me miró dolido- te crees mejor que todos y los pisoteas porque crees que no valen la pena...¿sabes qué? Piérdete, Frost -dijo dándose media vuelta para irse- y olvídate de que alguna vez fuimos amigos...-salió por el pasillo- ¡ quédate con la pelirroja! -fue lo último que oí antes de que se cerrara la puerta principal de un portazo.
-Joder, este definitivamente no es mi año... -me volví a sentar en la cama y tomé mi teléfono, dudando en si debía llamar a Merida para hablar con ella...
****
Me estaba preparando para ir al lugar en que quedé con Merida. Necesitaba hablar con alguien, y ella era lo más cercano que tenía en este momento.
Una vez salí, me coloqué mis audífonos y me acurruqué aún más en mi chaqueta, ya que estaba helando fuera.
En cuanto llegué al café en que nos veríamos, me senté en una mesa cerca de la ventana y pedí un capuchino para pasar un poco el frío.
Pasaron unos cuantos minutos antes de que Merida llegará, tan bella como siempre. Con sus rulos sueltos, cubiertos por un gorro de lana negro. Usualmente no presto mucha atención a la ropa de la gente, pero ella se veía hermosa con esas calzas negras, esas botas cafés hasta la rodilla y ese chaleco largo color miel.
-Hola -dijo sentándose frente a mi.
-Hola -le saludé sin muchas ganas. Un mesero se acercó a nosotros y ella pidió un café con leche acompañado de unas galletas de chocolate.
-¿Ocurre algo muy malo para que estés ahogando tus males en café? -dijo sonriendo mientras dejaba su bolso café a un lado.
Aquel comentario me hizo sonreír. Ella sabía que las bromas medias tontas me causaban gracia.
-Algo así -me encogí de hombros.
Las cosas que pidió llegaron y ella tomó el vaso entre sus manos cubiertas por guantes negros.
-Entonces, ¿qué ocurrió con Hiccup? -dijo tomando un sorbo a su taza.
-Terminamos -dije, tratando de darle algo de gracia al asunto.
Ella se rió mientras tomaba el café y lo dejó sobre la mesa.
-Me hiciste quemarme, idiota -dijo mientras se reía y se quejaba a la vez. Es tan perfecta.
-Lo siento, bueno es eso.
-Cuéntame -dijo mientras comía galletas.
Le conté todo lo que había pasado, incluso le confesé que las había estado espiando en la tarde, luego de las clases.
Ella comenzó a reír, aunque sinceramente, yo no le veía la gracia.
-A mi no me gusta Hiccup, lo dije porque te había visto espiándonos a mi y a Rapunzel -me sonrío algo arrepentida.
Cubrí mi rostro con mis manos: -Joder, debo arreglar todo esto con Hiccup -la miré y me topé con su mirada fijamente en mi- ¿qué ocurre?
Ella despertó de su especie de trance y tomó algo de aire, para luego decir las palabras que me hicieron flotar.
-M-Me gustas tú, Jack...
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The Big Four: Real Academy
FanfictionMerida: Su pasión es la equitación y la arquería. Rapunzel: Le encanta la música y el arte. Hiccup: Le gusta la computación y los videojuegos. Jack: A él solo...le gustan las chicas. Cuatro destinos unidos en una secundaria, todos distintos, ¿pero h...