5.

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Merida

Llegué a la Academia, justo para el toque de campana.

Caminé rápidamente a mi salón, y me encuentro con un peli-blanco de ojos extremadamente azules.

-Hola, guapa -dijo pasando un brazo al rededor de mi cintura, atrayéndome a él.

-¿Y tú qué, Copito? -dije mirándolo raro.

Esos ojos...

*Es él, tarada. ¿Cómo no te das cuenta?*

-Fuiste tú el pendejo de la moto de esta mañana -dije quitando su brazo de mi cintura.

-Oh, vamos preciosa... -miró a ambos lados del pasillo, tomando precaución de que nadie se aparecería y me acorraló con brusquedad contra los casilleros- sé que me deseas...todas aquí lo hacen -dijo repartiendo besos por mi cuello.

-Sí, pero yo no soy todas -dije dándole una bofetada de las buenas.

-¡¿Pero qué mierda te pasa?! -dijo llevándose la mano a la mejilla con mi mano marcada.

-No te acerques a mi, cerdo -dije con odio y entré al salón.

Dios, acabo de abofetearle la cara a Jack Frost. Debí haber grabado...

Minutos después, entró el profesor de lengua al salón, y tras de él, Jack Frost.

-¿A qué se debe este retraso, señor Frost? -dijo el profesor, cruzandose de brazos.

-Pero entré detrás de usted, profesor...-dijo él algo desorientado.

-Sí, pero todo alumno que entre detrás del profesor, es considerado un atrasado -dijo haciendo una boleta de castigo- lo veré hoy a las cinco, señor Frost -dijo entregándole dicho papel.

Copito lo cogió de malas ganas y se fue a su puesto junto a la tetuda de su novia.

Mirarla me da asco...esas cosas no son normales

*Tú tampoco eres normal*

Al menos yo no tengo esas bolas de boliche puestas en mi pecho



The Big Four: Real AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora