"Futuro."

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Bombón se encontraba cantando una canción a lo bajo, cuando lo vio salir por la puerta con una de esas sonrisas bobas que él siempre ponía al verlos juntos. Se sentó al lado de ella en la banca, su esposa acunaba a su hijo de un lado para otro, mientras él impaciente con una botella de agua en mano esperaba atentamente.

Ella finalmente extiro sus manos hacía él con el bebe en sus brazos, todavía no se encontraba dormido, y les miraba con esos ojos grandotes de color rojo. Su padre sin tardar ningún tipo de segundo lo agarro, lo meció mientras intentaba cantar una canción de cuna, el pequeño rió, con la falta de dientes. Bombón simplemente miraba a su esposo y su hijo con una sonrisa, ellos estaban muy felices a pesar de que tuvieron que pasar por muchas dificultades en el pasado.

Brick volvió a mirar a Bombón, le hizo sostener al bebe en sus brazos para luego abrir las piernas y sentar a su mujer allí, la rodeo con sus brazos y comenzaron a cantar juntos, mientras él niño curioso los miraba sonriendo.

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- Boomer, la leche, por favor.- Le pidió Burbuja mientras acunaba a una bebe, de ojos celestes oscuros grandotes que miraban a su mama con ternura en sus ojos.

Boomer no dijo nada, y se acerco a darle la mamadera para su pequeña hija de hermosos ojos celeste oscuro, miro a Burbuja un momento con cara de idiota, siempre le pasaba cuando le miraba, no podía ser más feliz de otra forma.

El llanto del bebe se escuchó por aquella sala silenciosa haciendo que los esposos se mirarán asustados.

- ¿Le diste de comer?- le preguntó amablemente Burbuja aún sabiendo la respuesta.

- No, ya le doy.- a su esposa se le escapo una tierna y linda risa, dejando allí una sonrisa.

Boomer acunaba a su bebe cantándole bajito con una dulce voz, mientras tomaba la leche, a los segundos se durmió ya lleno, Boomer aun con su hija en brazos miro a Burbuja. Su pequeño hijo también se había dormido, por lo cual le dejaron en la cuna de la sala, Boomer paso sus brazos por alrededor de su esposa y se quedaron sonrientes contemplando a los niños dormir.

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Bellota y Butch hacían lo mismo con sus tres pequeños Bebes, la pequeña hija de ojos color esmeralda, el pequeño hijo con ojos color esmeralda oscuro y la pequeña hija que tendrían más tarde de ojos oscuros y claros al mismo tiempo. Bellota hacía poco que había salido de alta por tener un parto de mellizos (todavía la hija última no estaba), y esto hacía que Butch se preocupara por ella, no dejaba que hiciera casi nada, ya que temía que algo le pasará.

- ¿Estás bien?- preguntó Butch mirando como su esposa tenía mala cara.

- Si, si, solamente tengo un poco de sueño, pero no es nada.- le sonrió a su esposo tratando de ser fuerte, este la abrazó, haciendo que ella correspondiera el abrazo.

- Ve a dormir.- le susurro a su oído mientras le besaba la mejilla.

Ella no hizo objeción alguna, sabía que su esposo era una persona necia, y que no iba a parar hasta que ella se fuera a acostar, se durmiera y se despertará al otro día. Primero se tiro a la cama solo para descansar el cuerpo, pero el sueño le gano haciéndola dormir.

- Bellota, Bell/a.- murmuró a su oído su esposo. Bellota se desplazo por la cama estirándose completamente.- Los niños, ya los puse en su cuna.

- Eso es bueno.- sonrió mientras se frotaba los ojos, abrazo a su esposo que se acostó.- Vamos a dormir.- Butch no dijo nada, solo se pego a Bellota abrazándola y los dos finalmente se durmieron.

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Teo nació sanamente convirtiéndose así, en un niño aplicado en la escuela, amante de los dulces y de los héroes, amante de hacer bromas inofensivas con una lección en cada una de ellas.

Agustina y Fernando nacieron sanamente, por su actitud tímida, dulce y (por parte de Agustina) algo bromista, se convirtieron rápidamente populares, lo que si, nunca se separaban de los chicos.

Pablo, Amelia y Florencia también nacieron sanamente, no se tardo mucho en descubrir que amaban los deportes, competir, y jugar con chicos. Estos los hizo populares, primero a los dos mellizos Pablo y Amelia, y luego un año después se descubrió que Florencia era igual a ellos, cosa que orgulleció a sus dos hermanos por tener a alguien a quién entrenar.

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- ¡Teo! Dame algunos caramelos.- comentó una pequeña niña de ojos color verde oscuros y claros.

- ¡No! Los estoy guardando para Juli.- le contestó este con una mirada soñadora.

- Pero ¿no se te hace que no va a venir?- le preguntó dudando.- Hace rato que no aparece...

- Claro que va a venir, me lo prometió.- No dijo nada y se sentó a esperarla.

- Bueno yo ya me voy con Amelia y Pablo, Teo... ¡Nos vemos!- Florencia le saludó con la mano mientras corría y se marchó.

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- ¡No corran tan rápido!- gritó mientras corría lentamente una niña de ojos celeste oscuro.

- ¡No sean tan lentos!- le respondió Pablo para luego sentir como Amelia le golpeaba la cabeza.

- ¡Esperen!- gritó esta vez un niño de ojos celeste claro mientras corría al mismo ritmo que su hermana.

Amelia paro de correr y obligo a Pablo que también lo hisiera.

- Mejor vamos caminando.- fue lo único que dijo Amelia.

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- ¡Teo! Perdón por tardar...- Una niña de pelo color marrón, ojos color amarillo corría hacía él sonriente.

- No te preocupes, yo recién vengo.- Aunque sabía que no era verdad.

- Que bien, porque si no me hubiera perdonado por eso.- Le contestó esta vez ella. Y se sonrieron.

Y así sus hijos siguieron creciendo, convirtiéndose en grandes amigos y personas.

4&4&4&4

Quedó algo dudoso, pero es que quería que supieran un poco más de ellos, realmente me gustan mucho estos nombres y por eso los puse, además quería cambiar un poco los hijos de tal, y de tal. Por eso el final se trata del futuro de cada uno de ellos.

Espero que les gusteee... Perdón si decepcioné a alguno.

Bueno, me entristece un poquito siempre terminar una historia, porque eso significa que no volveré a hacer un capítulo de esto. Digo, de Ppgz y Rrbz Whatsapp. Pero me emociona y me alegra un montón porque eso significa que realmente cumplí con mi deber de terminar otra historia más. Supe cumplir y me emociona.

Estoy haciendo unas opiniones de mi país, Uruguay, donde ya publique el prólogo... Allí esta Faustino, que si leen sabrán quién es.

Saluda, Faustino... (Amo ese nombre.)

- ¡Hoola!

Es ruidoso jaja. Buenoo...

Estoy escuchando eso ¿sabías? te lo recuerdo.

Cuídense. Espero poder hacer otra historia de las ppgz y los rrbz en el futuro.

LES QUIERO MUCHOOO.

Betti

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