Capítulo 5: Tiramisú

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-Para. Dinah. No. Enserio. ¡Para!- le di un manotazo a la mano de mi mejor amiga, quien se reía satisfecha.

-Si es que estás super mona Mila. Mírate con esos pendientes de Bambi- el ardor en mis mejillas casi ebullía mi cara. Eran las 19:30 y estaba aún arreglándome para la cena que iba a tener hoy con mi futura familia. No era como si no quisiera ir... solamente era que había perdido mis pendientes favoritos y he tenido que ponerme unos pendientes que usaba cuando tenía 10 años... y me los compré en Disney Land.

Sí, son de Bambi.

Y eso para Dinah era como oro puro.

-A lo mejor los perdistes ayudando a mi ídola- comentó Dinah.

Ya estamos de nuevo con lo de mi amiga.

-A lo mejor mientras le estabas sobando las tetas los perdistes...

-¡No le estaba sobando nada!¡Solo buscaba su teléfono móvil para llamar a alguien y que la recogieran!

-Ya, ya...- los ojos de Dinah me miraban de forma acusadora mientras escribía en su móvil sin siquiera mirar la pantalla.

-¿Cómo puedes escribir así...?- le pregunté curiosa, mientras me levantaba de la silla para ir a por mis zapatos.

-Ay, Camila... Son años de práctica en clases de Matemáticas en donde finges estar escuchando al profesor, pero en realidad estás escribiendo en el grupo de Whatsapp de fans de Beyoncé- dijo toda orgullosa, mientras levantaba se teléfono en símbolo de triunfo.

-¿No sería mejor que volcaras todo ese talento en prestar atención en clase y sacar buenas notas...?- Dinah empezó a reír con ganas como si le hubiera contado el mejor chiste de todos. Hasta lágrimas le salían por los ojos.

-Vale... Esa ha sido muy buena- dijo, limpiándose las lágrimas de los ojos mientras continuaba riéndose.

La pequeña risotada de mi amiga resultó interrumpida por la entrada de mi madre en la habitación, quien me miró de arriba a abajo con el ceño fruncido.

-¿Todavía estás así?¡Rápido Camila, o sino llegaremos tarde!- me metió prisa como si fuera el fin del mundo.-¿Que acaso quieres causarle una mala impresión a tu futura nueva familia?

Ugh.

-Ya voy mamá... Dos minutos- la puerta de mi habitación se cerró llevándose mis ganas de ir a esa estúpida cena.

Me senté desganada en la cama y resoplé con cansancio. Sentí un peso extra en la cama y al girar mi cabeza vi a Dinah sentada a mi lado, con una expresión de comprensión.

-¿Estás bien?-me preguntó, quitándome un mechón de la cara.

-Sí... es solo que me harta un poco que cada dos por tres mi madre diga que vamos a tener una "nueva familia"- recalqué las dos últimas palabras con mis dedos haciendo comillas.-No tengo nada en contra de ellos... pero no me gusta que mi madre diga eso. Cansa...- Dinah sonrió con comprensión y se agachó para darme un beso en la frente.

-Si quieres le puedo decir a mis padres que te adopten. ¡Sería genial!¡Tú y yo viviendo juntas!¿No sería maravilloso?¡Estaríamos todo el rato juntas, junto al resto de mi fami-!¿Por qué te estas poniendo tan rápido los zapatos?

Reencarnación |CAMREN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora