Reencarnación |CAMREN|

Capítulo 6: Cervatillo

ANTES QUE NADA, LEED ESTO:

¡Antes de que comenceis a leer el cap (EH, TÚ, SÍ TÚ, NO TE VAYAS PARA ABAJO QUE TE RAJO!) quería deciros que he escrito un One-Shot Camren hermoso, se llama "El Cuento de la Sirena y la Escritora" (también podeis encontrarlo en este perfil), os dejaré la sinopsis más abajo. Es hermoso, ¡y os digo esto para que os lo leais!¡Así que nada más terminar este cap iros a leedlo!¡ES UNA ORDEN! Y si ya lo habeis leído, ¡VOLVED A HACERLO!
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Os queremos (?)

Qué hambre tengo...

Mi estómago gruñía mientras veía a los de mi alrededor comer tranquilos.

Ese pan del centro se ve muy tentador.

No tendría que haberle dicho a mi padre que no llamara al camarero para pedirme algo de comer.

A veces me paso de lista.

Intentando pensar en otra cosa que no fuese comida (¡difícil! Resulta que estoy en un restaurante y ¡oh, sorpresa! Aquí venden comida) apoyé la cabeza sobre mi mano, mirando cómo mi padre se reía de su propio chiste mientras Si... ¿Cómo se llamaba esa mujer? Creo que... Sino, sí, ahora lo recuerdo, porque me recordaba a la región de Pokémon.

Bueno, Sino y mi padre estaban riéndose algunos chistes y anécdotas, mientras Taylor y ¿Sofía? hablaban sobre una película nueva que se había estrenado y estaba haciendo furor entre los adolescentes.

Al lado de la niña pequeña estaba su hermana mayor, que estaba mirando su comida fijamente y con la mirada perdida. Casi parecía que estaba catatónica.

Bufé aburrida y miré el resto del restaurante. Parejas jóvenes teniendo una cita, una reunión de trabajo, una cena familiar aparte de la nuestra, a esa chica la han dejado plantada y ahora está llorando...

Qué noche más aburrida.

Miré mis bonitas zapatillas negras, a causa que era lo más interesante de este lugar. Sin embargo, por el rabillo del ojo vi a la catatónica mirándome de forma muy extraña. La miré fijamente y estaba tan ensimismada mirándome que cuando se dio cuenta de que le devolvía la mirada se asustó y comenzó a mover la boca como si quisiese decir algo. Apartó su mirada y su cerebro, músculos o inteligencia la fallaron y golpeó su plato, tirando la comida encima de su vestido.

Me reí en voz alta mientras su madre la reñía y su cara enrojecía. Mi padre me lanzó una mirada de reprobación mientras Taylor lo hacía de molestia, como si fuera mi culpa que esa niña fuese torpe.

-Diablos... vámonos al baño Camila, te has puesto perdida- ella y su madre se fueron al cuarto de baño, ante las miradas de algunos curiosos.

Antes de escuchar a mi padre reprimiéndome por algo que no hice me giré a ver a la niña pequeña de Sino.

-Así que ¿cómo te llamas?- le pregunté para que mi padre no me echara la bronca delante de la niña.

-Sofía- contestó de manera simple.

-Encantada, me llamo Lauren- le tendí mi mano para estrechársela. La niña me la tendió con una sonrisa y en mi interior reí victoriosa al evitar que mi padre me dijese algo.

-¿Cuántos años tienes, Lauren?

-17- respondí secamente.

-Oh, ¿y ya tienes novio?- me preguntó inocente.