~Parte Dos~

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Kim Heechul se sentó sobre un sillón blanco y mullido, aun no entendía que hacía en ese lugar, ni como después de lo que casi le había sucedido, había accedido a venir al apartamento de su salvador.


Después de ser rescatado por este apuesto chico, que había derretido sus neuronas con solo una sonrisa, se había sentido un poco mareado aún, así que su salvador que se llamaba Siwon, lo había llevado hasta su auto y prendido el aire acondicionado, para que se sintiera mejor, y verdaderamente que había ayudado, ya que el aire le quito las náuseas y aminoro el dolor de cabeza que estaba sintiendo.


Luego Siwon se había ofrecido gentilmente a llevarlo hasta su casa, ya que aún no lo veía muy bien que digamos, él estuvo a punto de contestar que "no" a su ofrecimiento, pero justo en ese momento había visto a Jaejoong entrando al local donde el había estado bailando hace un rato, y entonces todos los recuerdos y la cólera regresaron a él y lo hicieron responder " que no quería regresar aun a su casa, pero le agradecería si le invitaba un café, para sentirse mejor", y así había sido, Siwon lo había llevado a su apartamento y en estos momentos se encontraba en la cocina preparando dicho café mientras él lo esperaba en la sala.


Que irónico, ¿Verdad?


Había terminado en la casa de un desconocido que lo había salvado, y del cual no sabía absolutamente nada, y si era un secuestrador, o un narcotraficante o peor aún un asesino... eso significaría que en estos momentos se podía encontrar en peores manos de las que había sido rescatado.


Heechul sintió que la cabeza le daba vueltas y se puso de pie, dispuesto a salir de ese lugar antes que Siwon regresara, dio dos pasos hacia la salida y en ese preciso momento apareció Siwon, con dos tazas de humeante café en la mano, con la misma sonrisa que había derretido sus neuronas anteriormente, solo que esta vez fue más amplia, lo cual lo hizo tambalear y caerse torpemente sobre el sillón.


Heechul se levantó de inmediato totalmente avergonzado, Siwon solo rió e hizo como si nada hubiera pasado, así que él volvió a sentarse en el sillón, recibió la taza que le estaba siendo ofrecida y dio un sorbo a esta, soltando una maldición al instante siguiente, ya que se había quemado la lengua en su afán por aparentar que nada había sucedido.


Siwon volvió a reír y lo miro a los ojos.


—Estas nerviosos, ¿Verdad?


Heechul abrió los ojos como platos y luego bajo la mirada.


—No es eso, solo... que no acostumbro a ir a casa de desconocidos...


—Pero yo no soy un desconocido — lo interrumpió, a lo cual Heechul levanto el rostro, aturdido por lo que acababa de decir — Yo me presente, te dije mi nombre, tú me dijiste el tuyo, y ahora estamos compartiendo una taza de café mientras tenemos una conversación, eso hace que ya no seamos desconocidos.


Heechul sonrió, ante el razonamiento del otro hombre, era gracioso pero él lo hacía sentir cómodo y a gusto, aunque solo se conocieran hace poco.


Y así las horas pasaron, entre amena conversación, sutiles bromas y una que otra botella de alcohol, Heechul dejo de sentirse nervioso, entro en confianza y hasta comenzó a cantar, alentado por los aplausos constantes de Siwon; el canto se trasformó en baile, y Heechul empezó a mover las caderas al son de la música, miro hacia el sillón donde Siwon se encontraba sentado y extendió la mano, invitándolo a unírsele al baile, pero este negó, Heechul insistió y cuando Siwon volvió a negar, Heechul lo tomo de la mano y jalo de él , negándose a aceptar una negativa de su parte.


Entre risas Siwon se unió al baile, moviéndose lentamente en el centro del salón, mientras Heechul bailaba a su alrededor con movimientos sensuales, rozándolo ligeramente para luego alejarse.


Heechul se sentía feliz, borracho pero feliz, hace mucho tiempo que no se sentía contento y todo era gracias a su guapo y muy, muy sexy nuevo amigo, él no solo lo había salvado, sino que también le había hecho olvidar el mal momento que había pasado; cada vez que lo miraba a los ojos se sentía perdido en esa mirada oscura y profunda, y cuando le sonreía lo dejaba sin aliento, es que sus labios eran tan perfectos, y él deseaba tanto probarlos... así que se acercó a Siwon, bailando provocativamente, juntando sus cuerpos con sutiles roces que lo encendieron aún más.


Heechul levanto los brazos y los paso alrededor de la cabeza de Siwon y pegándose a él, susurro en su oído.


—Bésame...


Siwon se paralizo ante tales palabras, alejo un poco el cuerpo de Heechul y negó dubitativamente, eso sorprendió a Heechul, ¿Por qué se negaba, acaso no lo deseaba?


Heechul agacho la cabeza, y entonces pudo notar la creciente excitación de Siwon, que era bastante notoria a través de sus pantalones y eso le dio confianza, alzo el rostro nuevamente y dijo:


—Anda, no te contengas, bésame...


Siwon no pudo evitar mirar esos carnosos y deliciosos labios que pedían a gritos ser besados, y si era sincero consigo mismo, se moría por probar, pero aun así negó.


—No... no creo que eso sea buena ide...


Y entonces fue silenciado por unos deliciosos labios con sabor a café y vino, unos labios que exigían y pedían todo de él, unos labios que robaron su cordura y que estaba seguro lo llevarían a la locura.  

"En el Momento Oportuno" ~Sichul~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora