"En el Momento Oportuno" ~Sichul~

~Cuarta Parte~

Siwon estaba teniendo un maravilloso sueño, hasta que este fue cortado por el ruido de alguien muriendo en su cuarto de baño, o eso creía, hasta que se dio cuenta que era nada más y nada menos que Heechul vomitando otra vez, una sonrisa afloro a su mente cuando comenzó a recordar el movimiento de las sensuales caderas del chico, luego hizo una mueca al recordar lo demás.

Reticente retiro las colchas que lo cubrían y estiro el cuerpo intentando con ese hecho evitar que sus pensamientos siguieran ese rumbo, miro hacia el closet pensando que tenía que levantarse y comenzar a vestirse, justo en el mismo instante en el que sintió salir del baño a Heechul, al ver su estado quiso hacer una broma y luego de eso no supo que sucedió, las cosas se salieron totalmente de contexto, ya que Heechul parecía no recordar nada de la pasada noche y eso no era lo peor, ya que lo acusaba de... ¿aprovecharse de él?

Esto era una broma, ¿Verdad?

Porque no podía haber nada más gracioso que aquellas palabras, pero se equivocó, si había algo más gracioso y era... ver a Heechul amenazándolo con un vibrador, intento ponerse serio ante sus amenazas, pero simplemente no lo logro, así que al momento siguiente estaba riendo a carcajadas doblándose de la risa sin poder contenerse.

Heechul lo miraba desconcertado, pero él no podía dejar de reír, lo intentaba, pero no podía.

—¡Puedes dejar de reírte! — Dijo exasperado Heechul, pero Siwon ni siquiera pudo contestar — ¡Esto solo me puede pasar a mí! Un guapo hombre me secuestra para hacerme cosas pervertidas y resulta estar loco, no lo puedo creer...

Al escuchar esas palabras Siwon dejo de reír.

"¿Qué era lo que había dicho? ¿Qué era guapo? Bueno eso era cierto, además la noche anterior también se lo había dicho y... espera un momento que fue lo otro que lo llamo... ¿Un secuestrador? De donde sacaba eso, además le había dicho... ¿Qué estaba loco? Eso sí era el colmo."

—¡Un momento! para tu coche, yo no te secuestre y el único loco aquí eres tú, yo no te traje por la fuerza tu viniste aquí por tus propios pies, yo no tengo la culpa que no te acuerdes...

—¡Eso es mentira! Yo nunca me voy con ningún desconocido, además yo recuerdo muy bien lo que sucedió, yo estaba bailando en el club y luego... luego...

Y fue entonces cuando Siwon vio la cara de Heechul palidecer, luego un sinfín de emociones se reflejaron en esta pero la que más predomino fue el miedo aterrador, entonces él vio como Heechul empezó a retroceder moviendo la cabeza de un lado para el otro.

—Ese hombre... yo... yo no quería... pero ese hombre...

Heechul estuvo a punto de caer, sino fuera porque él lo sujeto a tiempo y con fuerza, al principio lo miro confuso y luego pareció salir de la bruma en la que se encontraba.

—Tú... tú me salvaste... gracias...

Siwon lo miro con preocupación.

—No tienes nada que agradecerme, ya lo hiciste bastante ayer, lo has dicho tantas veces que ya me siento cansado de escuchar lo mismo — Heechul se dio cuenta que el otro hombre lo sostenía y se soltó de su agarre.

—Gra...

—No lo vuelvas a decir — lo silencio Siwon, colocando un dedo sobre sus labios, a lo cual él reacciono sobresaltándose y alejándose del superficial roce.

Se respiraba un ligero aire de incomodidad alrededor de ambos, el cual Siwon decidió romper alejándose del otro hombre y acercándose a su armario para sacar una camiseta y un buzo; luego los deposito sobre la cama y abrió la puerta de la habitación.

—Tu ropa la puse a lavar y aun no seca, ahí te dejo un par de prendas mías, vístete y te espero en la cocina, preparare un poco de café para terminar de despertarnos — y diciendo eso cerró la puerta detrás suyo, sin mirar ni una sola vez atrás.

Heechul se quedó mirando la puerta cerrada por largo rato, deseando simplemente que la tierra se abriera y lo tragara para de esta manera olvidar la humillación por la que había pasado.

Primero había estado a punto de ser violado, luego fue salvado por un apuesto hombre, a la mañana siguiente había acusado al mismo hombre de pervertido y secuestrador, después se había dado cuenta de su error pero ya era demasiado tarde, su gran bocota lo había hecho pasar por la vergüenza más grande.

Se acercó con paso vacilante hacia la cama y cogió la camiseta entre sus manos, era de marca y muy suave al tacto, la acerco a su rostro y estuvo a punto de desfallecer, ¡olía delicioso!

Tenía un ligero olor floral característico del detergente con el cual había sido lavado, pero este era totalmente opacado por el olor almizclado del hombre al cual pertenecía la prenda, era un olor que alborotaba los sentidos y el cual lo había hecho estremecerse de la misma manera en la que se había estremecido cuando Siwon había tocado sus labios hace un momento para silenciarlo.

No había querido demostrarlo pero su reacción había sido inmediata ante su toque, una conexión así no la había sentido desde... tal vez desde nunca.

Una sonrisa afloro a sus labios y comenzó a vestirse con premura, tal vez después de todo, las cosas sucedieran verdaderamente por algo...