"En el Momento Oportuno" ~Sichul~

~Sexta Parte~

Había pasado una semana y había sido la más genial del mundo.

Heechul había hecho un nuevo amigo, alguien con quien había compartido muchas cosas en este corto tiempo, cosas que ni siquiera con su traidor supuesto mejor amigo había compartido, lo único malo en esta amistad era que él, Kim Heechul, no veía como un amigo a aquel hombre.

¿Cómo alguien podría ver a Siwon como un amigo? Solo si estaba muerto, y estaba seguro que él no era un difunto, ya que su cuerpo reaccionaba demasiado a la cercanía de Siwon, como para creer siquiera que alguna parte de él estaba muerta, no, para nada, en cambio cuando estaba al lado de Siwon, cierta parte de él, estaba demasiado viva.

Pero no quería pensar en eso, u otra vez tendría que darse una ducha fría, cosa que se estaba haciendo demasiado cotidiano últimamente. Así que prefirió dejar de pensar en las reacciones de su cuerpo ante Siwon.

Siwon.

El solo mencionar su nombre lo hacía estremecer. Él había sido más que su salvador, aquella fatídica noche en la cual estuvo a punto de ser violado, él lo había escuchado, había oído cada una de las palabras que salían de sus labios cuando le contaba la infidelidad de su novio con su mejor amigo, lo había confortado y más que eso, le había levantado el ánimo, llevándolo a comer un helado.

Cuando el día se había vuelto noche lo había invitado a cenar, contándole anécdotas de su vida, aconsejándole que no debería de tomar mucho y diciéndole que sería un amigo para él, si necesitaba uno; luego de eso lo había dejado en su casa con un susurrante "Buenas noches".

Y lo había sido, como nunca él había tenido una buena noche, durmiendo tranquilamente sin que lo molestaran pensamientos de furia y rencor; y cuando se había levantado al día siguiente ese había sido el primer día en el que al despertar no había pensado en su ex novio Yunho y en su traición, no, él por primera vez en varias semanas se había levantado contento, con una sonrisa en los labios y con ganas de volver a ver a Siwon.

Solo que aquella sonrisa le había durado muy poco, ya que recordó que no tenía el número de Siwon, así que, ¿Cómo se contactaría con él?

Claro que conocía muy bien el lugar donde vivía, pero ni modo que fuera a buscarlo, ¿verdad?

No, eso se vería muy mal, y solo daría a entender que él era un acosador. Su ánimo decayó gradualmente al evaluar todas las opciones y no ver ninguna que fuera factible para que se volviera a dar un encuentro entre Siwon y él.

Lleno de frustración tiro la almohada fuera de la cama y se dio la vuelta, aun acostado, su mente poco a poco empezó a ir a otro lado, comenzando a recordar traiciones pasadas que no le hacían nada bien, pero hasta estas fueron interrumpidas por el insiste sonido del timbre de la puerta, el atronador sonido era detestable y él no tenía la menor intención de pararse y abrir la puerta así que simplemente lo dejo sonar.

Pero el sonido lo estaba volviendo loco, estiro el brazo para coger la almohada y taparse los oídos con ella, pero recordó que en su furia la había arrojado al piso, así que solo le quedaba dos opciones: se quedaba sordo, o abría la puerta, exasperado se decidió por la última.