Capitulo 10

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Emma convocó en la calle principal a los enanitos, Ruby, Robin, Hook y Bella para buscar a David, mientras Emma les explica las cosas a todos, Regina sentía que unos ojos detrás de ellas se la comían con la mirada, pero al darse vuelta no había nadie, lo repitió una tres veces más y aún no había nadie, cuando Emma terminó de explicar todos salieron en sus direcciones a buscar a David. Emma y Regina por supuesto fuero por le mismo lado, hacia el bosque caminaron por 30 minutos hablando y siguiendo falsas pistas, desde pisadas de ellas mismas hasta voces de los enanos que confundieron con la de David.
No había rastro de David por ninguna parte, hasta que...
Emma vio una sombra moverse entre los árboles.

- Allá había algo - dijo Emma.

- Debe de ser uno de los enanos, o una pista falsa como todas las demás - dijo Regina algo desanimada ya.

- No, era más alta la persona.

- Bien, vamos - dijo Regina.

- Hola hija mía - se escucho decir alguien a sus espaldas.

- Cora - dijo Emma dándose la vuelta algo enojada.

- Madre - dijo Regina dándose la vuelta y corriendo hacia ella para abrasarla.

- Tú tienes a mí padre verdad? -  dijo Emma inmóvil.

- No, pero podría ayudarles.

- Emma - dijo Regina.

- Oh, creo que ahora estás más... buena, creo que es la palabra. Antes si alguien te hubiera molestado ya no tendría corazón, creo que es algo que se hereda - dijo Cora con una voz de inocencia.

- Si, no es de las cosas que uno más quieres heredar - dijo Emma algo sarcástica.

- Si - dijo Regina dándole la razón a Emma.

- Creo que siento una vibra de... un lazo de amor, la pareja más "amorosa" que conozco son David y Mary Margaret, pero David está desaparecido así que creo que eres tú Emma, tú eres su hija heredaste una de esas cosas que uno más si quiere heredar, la posibilidad de abrirse al amor. Quién es la persona afortunada.

- Nadie en especial - dijo Emma haciéndose la indiferente.

- Oye - dijo Regina medió ofendida aunque sabía que no lo decía enserio, que solo lo decía porque estaba su madre allí y que Cora no era su mejor amiga.

- Tú... Emma? Tú estás con... mi hija?

- Si y la amo. Y si te quieres interponer en nuestro camino no dudes en que te atacaré - dijo Regina poniéndose entre Emma y su madre.

- Claro que no dudaré, pero no voy a interponerme, estoy feliz de que mi hija haya encontrado a otro amor... luego de lo de Daniel... bueno - Cora no pudo terminar de decirlo porque su hija la interrumpió

- Madre, no es momento de hablar de viejos amores ¿si? - dijo Regina.

- Está bien, me alegro por ustedes
- dijo Cora juntando sus manos frente a su pecho y bajándolas rápidamente haciendo que reboten una vez.

- Mm ha, gracias - dijo Emma con una mueca sarcástica y poniendo la cabeza de lado.

- Vamos a mi casa antes de que alguien te vea y trate de matarte - dijo Regina poniendo su mano en la espalda de su madre y tomando a Emma con la otra.

Caminaron fuera del bosque, se subieron al auto mientras Cora se quejaba de él, qe era muy ruidoso, pequeño, simple, oscuro, metálico, cada aspecto de este lo criticaba. Al llegar a la casa Emma, Regina y Cora dejaron sus abrigos y Cora se sentó a la mesa mientras Emma y Regina hacían café.

- No es por nada pero... no me siento muy cómoda con tu madre y tal vez le diga a Mary y a David lo nuestro - dijo Emma en voz baja.

- Tranquila, yo hablaré con ella ¿Tú puedes seguir con los cafés? - preguntó Regina.

- Si claro - dijo Emma sonriendo.

Regina caminó hasta la mesa y se sentó frente a Cora.

- No puedes decirle a Mary Margaret lo de Emma y yo, y tampoco a David ¿ Y cuánto planeas que te vas a quedar?

- No le diré nada a nadie, tranquila, y planeo quedarme un par de semanas.

- Bien ¿cómo llegaste hasta aquí?

- Bueno, con unas habichuelas mágicas, ahora tengo solo seis.

- Te importaría regalarme dos? En el bosque encantado había un lugar al que siempre quise ir con Daniel, pero no pudo ser... ahora quiero llevar a Emma, es un lugar maravilloso, los árboles en la orilla, el sol cayendo en la tarde, el agua meciéndose lentamente, el cielo de colores suaves y el gran destello de luz que causa el sol al desaparecer, es hermoso.

- Si, creo que está bien y suerte con Emma, esta vez tratare de no arrancarle el corazón - dijo Cora.

- Gracias, más tarde me las das más tarde, y ese chiste... no es de muy buen gusto.

- Lo siento, trataba de ser graciosa - dijo Cora tomando la mano izquierda de Regina que estaba sobre la mesa.

- Mm ha - dijo Regina con una cara no muy convencida.

Regina se volvió a la cocina y hablo con Emma.

- Planea quedarse solo unas semanas y tiene intenciones de  no arrancarte el corazón.

- Bueno creo que son buenas noticias.  Coraaaaaa! - gritó Emma desde la cocina.

- ¿¡¿Si?!? - respondió Cora con un grito también.

- Cuantas de azúcar?!?

Cora apareció a un lado de Emma y dijo "dos" y se desapareció otra vez.

- Yo... iré preparando el cuarto de huéspedes - le dijo Regina a Emma mientras se daba la vuelta fuera de la cocina.

- Bien - dijo Emma mientras servía la tazas de café.

Emma estaba llevando las tazas a la mesa cuando Regina llego y dijo:

- Listo y hecho el cuarto de huéspedes.

- Gracias hija mía, me alegro de que no quieras matarme en mi estancia aquí en tu casa, pero me duele decir que no creo lo mismo de tu....

- Novia mama, novia, eso es Emma para mí - dijo Regina acercándose a Emma.

- Si te molesta tanto te podrías ir - dijo Emma con una cara desafiante hacia Cora aunque no hace falta decirlo.

- Emma, no seas tan dura yo te amo... pero... deja que yo me encargue de mi madre - le dijo Regina a Emma en voz baja.

- No, está bien, tu... novia puede decirme lo que quiera, se supone que cuando hay una pareja es como una sola persona ¿no? - dijo Cora mirando a Emma con desprecio.

A SwanQueen adventureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora