Capitulo 19

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Emma, David y Mary estaban caminando lentamente para no darse contra un árbol, rama, roca, murciélago, lo que fuese que hubiera allí, dentro del bosque no se podía ver nada más que oscuridad y el viento que pasaba a sus costados, produciendo un sonido que daba demasiado miedo en un bosque tan oscuro.

- Ese bicho maldito que nos mando aquí no conocía otro camino? Este me da mucho miedo - dijo Mary.

- No sé ni me interesa mientras podamos llegar hasta donde está Aiden para poder salvar a Regina - dijo Emma sin dejar de mirar al frente, aunque no se veía nada.

- Bien, pero si me entierro una rama en el ojo va a ser tu culpa Emma - dijo David tratando de ver dónde estaba su hija.

- Si, si, será mi culpa y todo eso, pero intenta no sacarte el ojo, te necesito vidente, no ciego, de lo contrario serias una carga - dijo Emma sin prestarle atención a su padre  "Seguir el camino, entrar al bosque oscuro, dos puertas rojas, un camino dentro de un bosque lindo pero malvado, luego ir por el camino frente al castillo y llegar a la gran fortaleza con cocodrilos" se repetía Emma para si misma y no olvidar el camino, una y otra y otra vez.

- Emma, David, allá, veo la luz, woow, eso sonó como si estuviese muriendo - dijo Mary.

- Si, pero no lo estás, y eso es bueno, porque no quiero perder a mi madre también, ya bastante con el amor de mi vida Poseída por un demonio - dijo Emma sin dejar de caminar.

- Aún no me creo que estás con ella, cuando llegaste se odiaban - dijo David.

- Cuando llegué ella era malvada, y eso fue lo que me hizo interesarme en ella, lo audaz, lo atrevida, lo lejos que podía llegar para obtener lo que quiere, su retorcida y hermosa mente, luego se volvió buena y eso me brindó la tranquilidad de poder acercarme más a ella sin ser incinerada con una de sus bolas de fuego - dijo Emma caminando hacia la luz.

Todos salieron del bosque sanos y salvos, solo con un par de rasguños y una que otra gota de sangre, a un par de metros delante de ellos habían dos puertas rojas que estaban solo puestas en el suelo, no contra una pared ni nada, solo en el aire, caminaron hacia ellas y de una nube roja apareció él esperadísimo guardián que le haría el gran acertijo, el hombre parecía medir como 1.60, era bajo, algo regordete y estaba vestido con una plateada y brillos a armadura, el cabello de él era de color blanco como la nieve, su mirada parecía perdida y su alma vacía, el hombre era frío en su personalidad, su temperatura era normal, sus ojos eran grises y su nariz grande como la de una bruja.

- Si las grandes puertas quieren pasar, este camino deben tomar - dijo el guardián señalando la puerta a su derecha.

- Ah, gracias, no crei que fuese tan facil - dijo Emma caminando muy decidida hacia la puerta a la derecha del guardián.

- Alto Emma - dijo David tomando a su hija del brazo - la oruga drogada dijo que sería un acertijo que tenemos que resolver, no puede ser así de fácil. Hay una trampa.

- Bien ¿cuál es el acertijo? - le preguntó Emma al guardián.

- Si las grandes puertas quieren pasar, este camino deben tomar - seguía diciendo el guardián mientras señalaba la puerta a su derecha mirando fijo al frente.

- Fácil, abramos las dos puertas y vemos que hay del otro lado, en una será un camino seguro y en la otra moriremos horriblemente - dijo Emma acercándose a la puerta izquierda porque era la que estaba más cerca - David... me haces el honor y abrirás la maldita otra puerta?

- Si mi lady - dijo David haciendo una reverencia a Emma.

- Ya que ustedes abrirán las puertas yo contaré hasta tres, uno... dos... tres... - cuando Mary lo dijo Emma y David abrieron las puertas, del otro lado solo estaba el otro lado del bosque, solo más bosque.

- Qué? No puede ser - dijo Mary que estaba mirando las puertas sorprendida.

- No te preocupes. Debe ser un hechizo de protección o algo para que nadie haga trampa, no se ve a donde que es nos lleva del otro lado pero nos lleva. Que gente astuta la de aquí - le dijo Emma a Mary para que se tranquilizara.

- Más le vale, porque no voy a perder mi tiempo aquí parada tratando de saber cuál es la puerta si ambas llevan al mismo lugar, del otro lado - dijo Mary molesta.

- Si las grandes puertas quieren pasar, este camino deben tomar - seguía diciendo el guardián mientras señalaba la puerta de la derecha.

- Cuál es el acertijo? el maldito enano solo dice que esa es la puerta.

- No lo sé - dijo David.

- Bueno, entonces el acertijo es descubrir si el hombre miente o dice la verdad creo yo - dijo Mary.

- Pues entonces vamos a descubrirlo - dijo Emma mientras se acercaba a un lado del guardián, se pegó a su cara y le preguntó - estás mintiendo?

- No - dijo el guardián mirando aún al frente.

- Bien, vamos por la puerta - dijo Emma señalando la de la derecha.

- No, alto Emma, hay algo que no me convence. Debemos ir por esta puerta para salir seguro? - le preguntó Mary al guardián.

- Si - dijo el guardián sin despegar la mirada del frente.

- Lo ves Mary? Hay que ir por allí - dijo Emma.

- No. Cuál es tu nombre? - le preguntó Mary al guardián.

- Si las grandes puertas quieren pasar, este camino deben tomar - seguía diciendo el guardián.

- No dice otra cosa que "Si las grandes puertas quieren pasar, este camino deben tomar" y "no" ¿qué le pasa? - dijo Emma.

- Eso es, el pequeño guardián solo dice "Si las grandes puertas quieren pasar, este camino deben tomar" "si" y "no" debemos averiguar con sus escasas respuestas cual es la maldita puerta, porque soy muy joven y bello para morir entrando por la puerta errónea - dijo David.

A SwanQueen adventureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora