Capítulo I

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FELIZ VIAJE, CARIÑO.
TE AMO 
ATT: DERECK.


Leí el texto con una mueca en el rostro.

¿Es que acaso ese hombre nunca se cansaba de fungir ser "el prometido perfecto"? Era irreal, ya que, al dejarme organizar la boda, sola, había demostrado su poco interés en esa celebración. Según él, todas las novias sueñan con organizar su boda. Cosa que no es del todo mentira, pero yo no deseo esa boda y menos ser su esposa.

Yo no era una novia enamorada. Si por mi fuera, hubiera cancelado esa farsa cuando mis padres fueron asesinados, pero, tenía una promesa y pensaba mantenerla, aunque eso fuera ser infeliz. Pero ¿qué más daba? Mi felicidad la había arrebatado un miserable hombre que se hacía llamar ser humano, realmente dudaba que lo fuera, porque al asesinarlos de forma tan ruin me hacía pensar que era una hazaña del demonio.

¡SUERTE MUJER! :D
PATEA EL TRASERO DE LOS "ALEMANCITOS".
TE QUIERO
;)
ATT: KAYLA.

Sonreí al terminar de leer el mensaje de mi amiga, mejor dicho: la hermana que nunca tuve, mi mejor amiga. Aquella chiquilla bella y mimada por sus padres, ella siempre me hacía sonreír a pesar de las circunstancias.

¿CÓMO SABES QUE VIAJÓ A ALEMANIA?

Respondí aún con aquella sonrisa divertida y duda, nadie sabía de mi viaje a excepción de Dereck y Amelia.

— Muy buenas tardes, señorita Bellnegr.

Saludó el piloto del avión con cabello castaño y ojos azules, muy guapo.

El verlo me recordó a un amigo de la infancia. Su sueño era ser aviador. Deje de tratarle ya que tenía que socializar con personas de mi clase social, eso mis padres me lo habían grabado con fuego en la memoria, y cuando se enteraron de que su única hija era amiga del hijo del jardinero, me obligaron a terminar cualquier relación con él u otra persona que no fuera de mi clase social. Nunca entendí porque se me era prohibido todo aquello, hasta que con el pasar de los años descubrí que, por ser de familia adinerada fui buscada por interés. Nadie nunca se acercaba por ser lo que yo era sin lujos: una niña amable, tierna, educada y con ganas de tener muchos amigos, y así poder utilizar los juguetes que ocupaban una habitación completa de mi casa. Pero siempre todos buscaban algo a cambio al estar a mi lado, y siempre era dinero.

Sin embargo, aquel chico, era diferente. Yanik, era decente, amable, noble y sobre todo mi primer amor. La persona que nunca puede llegar a tener de forma definitiva en mi vida. A él siempre le recordaría, porque por la protección de mis padres lo había perdido a él y a su mágica forma de ser.

¿Pero de que había servido todo aquello? Ellos me habían abandonado tiempo después, dejándome expuesta ante la sociedad de mierda, esa misma que espera por un jodido error, para luego caer sobre ti como aves de carroña y despedazarte con lo poco que te queda.

— Buenas tardes — respondí con tono neutro, obligando a mantener mis recuerdos en línea.

Me adentre al avió. Había comprado un boleto de primera clase, y así ir de manera cómoda y sin otras personas a mi alrededor. — Bueno, Amelia lo compró, cuenta como si hubiera sido yo ¿no? — Odio tener interacción con personas huecas como lo son los de mi clase social. Y sí, yo no tengo un avión ¿Como una empresaria como yo no lo tiene? Simple, detesto viajar, por miedo de las turbulencias, esa es la razón. Sin embargo, tal parecía que con este negocio tendría que estar viajando constantemente, y todo debido y gracias exclusivamente al alemán ése.

Idiota asesino |EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora