Idiota asesino |Editando

Capitulo XXV

Capitulo XXV
POCO  AMOR

El día en la oficina había estado agitado, reunión tras reunión y el detalle que reventó mi poca paciencia fue tener que hablar con el muy imbécil de Dereck.

Ese altanero de quinta se creía el rey del mundo con el puesto de Aneile.

Solo de recordarlo me invadía la cólera.

— Buenas tardes, señor Marwey — saludo mi nueva secretaria, solo de recordar que por mi dulce Aneile había asesinado a la anterior me daba satisfacción. Su rosto al vernos fue decepción viva, una preocupación me invadió quería explicarle las cosas, necesitaba explicarle, salió de la sala y me dejo con una mujer excitada sobre mí. La furia me invadió y le quebré el cuello para luego apuñalarla un par de veces, así sin más ni nada. Sonreí al recordar a mi mujer, por fin era mi mujer. — ¿Señor está allí?

— Lo lamento, Lola ¿Qué decías?— pregunte con pena por la pobre mujer que estaba gastando saliva, y su jefe estaba pensando en su mujer.

Me recosté en el sillón.

— Tiene una llamada de la empresa Bellnegr.

— Muy bien

Colgué la llamada y me gire en mi silla para ver los edificios que tenía a mis espaldas.

Quería salir de este lugar e ir casa, ahora si le podía llamar casa. Extrañaría a Emiliano, pero los negocios eran lo primero en la familia, luego de satisfacer nuestros deseos oscuros, claro está. Pero era mejor, estaría más tiempo a solas con mi esposa, le demostraría que de verdad la amaba a pesar de todo lo que le había hecho pasar.

El teléfono sonó, estire mi mano para coger la llamada.

—Buenas tardes señor Marwey — saludo una voz varonil del otro lado —. Le habla Dereck Colmans, de la empresa Bellnegr.

—Buenas tardes Dereck — respondí el saludo con voz fría. Lo había visto en persona para firmar el contrato que Aneile había dejado pendiente. Su actitud era la de un completo hipócrita, así como ya lo sabía. Pero nuestro encuentro fue fugaz, solo la firma y allí término todo, claro a Aneile no le había dicho eso, a ella le dije que un representante había venido en su lugar. — ¿A que debo su llamada?

— Necesitamos que un proyecto que he puesto en mente se movilice señor Marwey, mi empresa necesita mantener un ritmo mayor al que ya tenía y para eso lo necesitamos a usted.

Me quise echar a reír ¿Su empresa? ¿Un proyecto?

—Dereck, mi empresa sólo trabajará por órdenes directas de la señorita Aneile Bellnegr. Acepté firmarlo con usted porque antes que ella desapareciera nuestros acuerdos se habían establecido. Aunque tengo duda sobre dicho proyecto suyo.

Necesitaba saber que mierdas quería hacer con la empresa de mi esposa, no perdería dinero por un niño pijo.

— Sé que los acuerdos fueron establecidos con mi prometida — « prometida que ahora es mi esposa, pequeño idiota » sonreí ante mi pensamiento —, pero el proyecto que tengo en mente es espectacular, quiero abrir una cadena de restaurantes. La comida es un tema el cual llama mucho la atención y su empresa señor Marwey es de embarcaciones. Pretendo vender uno que otro local, el nombre Bellnegr llamará la atención y será su turno de obtener ganancias.

— Al grano — demande apretando los puños.

— Nosotros cobraremos por el nombre y usted cobrará por las embarcaciones del mercado en el producto para la producción del alimento, todos ganamos señor Marwey — soltó una risa triunfadora.