Capítulo XIX

4.4K 367 44
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


*Se recomienda leer el capítulo con la música de fondo*


— ¿Hija en dónde estás? — pregunto al otro lado de la línea.

— ¿Qué sucede madre? ¿Están disfrutando la cena? — respondí mientras tomaba asiento en el sillón y coloque el tarro de helado sabor fresa entre mis pierna.

Prendí la televisión.

—Te estamos esperando Aneile. ¿Acaso no vendrás?

—Mami — susurre con cariño —, es su noche, una muy especial. Hoy es día solo para los enamorados, así que hoy su hija no podrá acompañarlos — solté una risita.

—Cariño... — suspiró con frustración.

Imagine su cara de "esta niña malcriada". 

Se escuchó como el celular era intercambiado.

—Aneile, amor — su voz rasposa y autoritaria se escuchó.

—Papito — respondí con alegría y lo imagine sonreír —, no me regañes. Le dije a mi madre que hoy es su noche por lo tanto tendrán que estar solo, disfruten la velada. Llévala a bailar o a caminar bajo la luna...

—Amor, sabes que no somos jóvenes — recordó —, queríamos estar contigo, porque tú eres nuestro centro del universo. Nuestra niña — sonreí y metí una cucharada de helado a mi boca. Amaba a mis padres —, aquel complemento de nuestro sistema.

—Lo sé, lo sé — canturrie —, pon el altavoz — escuche como tecleaba y se escuchó un "listo" de su parte —. Disfruten su cena, hoy es un día muy especial para ambos. Recuerden viejos tiempos ¿Eh? — bromee y escuche un regaño de mi madre, me carcajeé al imaginar su rosto rojo —. Los amo, no saben cuánto. Gracias por traerme a este mundo y por enseñarme todo lo que sé. Disfruten señores que la noche es joven, para que no estén tristes la próxima semana iremos juntos de viaje por su aniversario ¿Si?

—Ok — respondieron al unísono.

—Los quiero temprano en casa, si no tendrán que dormir en el jardín ¿Eh?

—Claro que si amor. Te vemos más tarde. — Respondió mi padre. —Te amamos.

— Yo también, los amo — reí y colgué la llamada mientras me concentraba en devorar el helado.

Desperté de golpe, una lágrima se deslizo por mi mejilla. 

¡Mis padres! 

Los extrañaba tanto, tenía varias semanas que no tenía pesadillas, porque esos sueños lo eran para mí. Era una tortura vivir una tras otra vez lo mismo, y darme cuenta que si no les hubiera dado su "espacio" ellos aún estarían a mi lado. Cometí un error, uno muy grande.

— Perdónenme... — susurre con pesar viendo hacia la oscuridad que inundaba la habitación.

— ¿Otra vez tuviste pesadillas?

Idiota asesino |EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora