Mi mamá me regaló un diario hecho a mano por ella el día de mi cumpleaños, en la primera página estaba escrito:
"Alyssa:
Que este diario te sirva para guardar en sus páginas todos tus sentimientos, tus alegrías y penas y sobre todo tus recuerdos. Al grabarlos, podrás revivirlos cada día, aún cuando el tiempo te haga olvidarlos, podrás traerlos al presente cuando necesites volver al pasado a entenderlo.
Con mucho amor.
Tu mamá
24/03/07"
Curiosas palabras, y basándome en todo lo que escribí a partir de ese año, revivir esas emociones era lo último que quería hacer, pero el tiempo ha pasado, y después de años, me atreví por fin a reabrir ese diario, forrado de tela azul, decorado delicadamente con pequeñas flores de lentejuelas color cobre y un pequeño bolsillo al frente. Quien diría que tan bello diario podría contener pensamientos tan oscuros y relatos tan podridos, algo irónico diría yo, porque así es exactamente como me veía a mí misma.
24 de Junio, 2007
¡Estoy molesta, nerviosa y con rabia! Primero, molesta porque me llega perder mis cosas y que luego me griten, segundo, estoy nerviosa porque no le he entregado los reportes de notas a mi mamá y me da miedo decirle, y tercero, con rabia porque me llega ser tan cobarde, solo me guardo todo adentro y luego exploto en llanto por cualquier estupidez, ¡QUE RABIA! Me gustaría poder decir todo lo que pienso, ser más como mi hermano... bueno, no sé. Últimamente tengo ganas de enfermarme. ¿Es raro?
La verdad es que no tenía mucha gente con quien conversar, tenía amigas obvio, pero nunca sentí la necesidad de contarles mis problemas, es más, como ya mencione anteriormente, les contaba historias inventadas de mi vida, algunas con bases reales, otras eran historias de gente desconocida que tomaba como mías, no me parecía algo fuera de lo normal, supongo que en ese momento solo quería parecer interesante. Hasta ahora, no creo poder recordar la cantidad de historias que conté, ni tampoco sé si podría diferenciar cuales fueron verdad y cuáles no, a excepción de algunas cuantas. ¿Qué increíble no? Tener tanta frustración a una edad tan corta, y que la gente solo le llame "adolescencia" como si fuera lo más normal del mundo.
Esa palabra me molesta, toda la culpa la tiene la adolescencia, "son los cambios hormonales" "déjala, solo quiere llamar la atención" "son dramas de adolescentes, mi hija es igualita". Sí, efectivamente, es una época de transición, donde algunos presentan cambios un poco más drástico que otros, pero hay que saber identificar cuándo hay algo fuera de lo común.
Yo tenía solo 14 años, todavía no estaba completamente consiente de lo que pasaba a mi alrededor, pero de alguna manera ya me sentía totalmente diferente y fuera de lugar a donde sea que iba, siempre fui reservada e introvertida, siempre esforzándome por encajar, mis amistades se limitaban a 5 personas las cuales me llevaba bien con 2 y aun así siempre me sentí una tercera rueda. Nunca se me pasó por la cabeza refugiarme en el alcohol, las drogas o en algún otro vicio como algunos de mis amigos, todavía era demasiado inocente, todavía me sentía como una niña chiquita. Por lo general descargaba toda esa energía negativa en mis diarios, pero supongo que no fue suficiente, cada vez "mi oscuridad" iba creciendo y mi voz se iba a pagando.
15 de Diciembre, 2007
Se acerca navidad, pero debo admitir que no siento tanta emoción como antes, ni del verano ni de la playa, ni de nada, no sé por qué. A veces siento ganas de explotar, mirar al techo, llorar, pensar en algo o por lo menos en alguien... pero nada, mi cabeza da vueltas, todavía me siento como una niña, mis amigas (las pocas que tengo) ya empiezan a tener enamorado, y de alguna manera siempre siento que me estoy quedando atrás. Me gustaría dejar de ser tan tímida, me gustaría conocer gente nueva, no sé, cualquier cosa que me saque de esta asquerosa burbuja en la que me encerré.
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Perdida En Mi Sombra
Non-FictionLa vida a través de los diarios y cuadernos de: Una niña tímida y sensible. Una adolescente con miedo al rechazo. Una joven perdida y sin ganas de un futuro. Una mujer tratando de enfrentar su presente.